El Rincón de los Niños Perdidos

"No hay ensayo general, cada día es debut y despedida"

jueves, febrero 15, 2007

Los Ases de Carnahan

Por Azid Phreak

Hace un mes ya os adelanté el estreno de Ases Calientes y, una vez vista, me reafirmo en mis convicciones: ágil, divertida y sin un solo segundo de respiro.

Conocí a Carnahan con la que para mi es su obra maestra hasta el momento: Narc, un drama policial que asombró a crítica y público en el Festival de Sundance 2002. Realmente no obedece al patrón del resto de películas del género (Sérpico, Copland, Training Day,...) y eso es quizás lo que la hace tan peculiar y genial al mismo tiempo. Tras esta genialidad, fue contratado para rodar Mission Impossible III, pero el "amigo" Tom Cruise decidió apearlo del proyecto. Sin darle importancia al asunto, se puso manos a la obra y elaboró esta original historia totalmente opuesta a la que fuera su ópera prima.

El argumento es un autentico caos. Un mago que trabaja para la mafia, llega a un acuerdo con el FBI para destapar a toda la organización. Estos lo "encierran" en un hotel de Las Vegas y mandan a dos de sus hombres para protegerlo hasta que declare. Asimismo la mafia ofrece una recompensa por su cabeza (exactamente por su corazón). Esto provocará que hacia el hotel se dirijan todo tipo de asesinos a sueldo que quieren su recompensa: un par de asesinas, un par de ex-policías, un maestro del disfraz, un trío de neonazis pasados de rosca y un maestro de la tortura europeo.

Para empezar, nada más ver el cartel podemos encontrar un gran número de rostros conocidos: Andy García, Ray Liotta (que ya trabajara en Narc), Ryan Reynolds, Jason Bateman, Ben Affleck, Jeremy Piven, Alicia Keys,... Para júbilo de todos aquellos amantes del cine sólo puntualizo que Ben Affleck aparece únicamente unos quince minutos repartidos por la película, no desesperéis. Sinceramente de todos ellos destaco a los tres primeros por la calidad que aportan al film. Andy García llena la pantalla cada vez que aparece. Da esa sensación de sobriedad que una película tan alocada siempre agradece. Encarna al jefe del FBI, mientras que Liotta y Reynolds son sus subordinados directos. Reynolds está muy bien en su papel de agente que admira a su compañero veterano (Liotta). En ocasiones parece desconcertado al no contar el apoyo de su compañero y recupera su seguridad al tenerlo al lado. Y Liotta para mi es el mejor de los tres. Su personaje es el agente veterano que intenta conducir la carrera del "novato". Sin duda la mejor escena de la película la interpreta él en el interior de un ascensor. El resto de actores cumple. Alicia Keys me sorprendió, pues la consideraba una Beyoncé cualquiera (ambas son cantantes, no actrices), pero realiza un buen papel de asesina sexy, al igual que Common, otro cantante en la vida real, que da vida al guardaespaldas de Buddy (el mago).

En cuanto a la acción puedo asegurar que no decrece ni un segundo. Desde los primeros compases de la historia el ritmo es frenético y no cae hasta que los títulos finales aparecen en la pantalla. Algo que me parece genial es que con un ritmo tan elevado y con tantos personajes e historias paralelas, el espectador no pierda el hilo argumental ni tampoco el interés. Las escenas de violencia, que no son pocas, cuentan con un alto grado de decibelios y heavy metal y van seguidas de momentos de calma muy bien resueltos por Carnahan. Lo único que sentí es que no aparecieran más los hermanos Tremor (los tres neonazis chiflados de la foto adjunta), que dan un toque gamberro y surrealista a la película. Aunque para toques "Buñuel", los que da un chiquillo karateka que casi me mata de la risa el condenado.

El apartado de la banda sonora está plagado de música cañera que abarca desde los míticos Motorhead con su Ace of Spades, hasta bandas como Prodigy o The Stooges. En ella también han incluído Morte de un Soldato, todo un temazo del maestro Ennio Morricone, extraído de El Bueno, el Feo y el Malo.

Como todo lo bueno, también tiene su parte mala. Aunque la agilidad del montaje y la acción frenética nos lo oculten, hay algún que otro fallo argumental hacia el final de la película (gallifante para el que los encuentre, aunque no es muy difícil). Otro punto en su contra es lo soez de los diálogos, plagados de jerga callejera mezclada con tacos en muchas ocasiones metidos con calzador. No creo ser ningún puritano, pero en mi opinión hay veces que la jerga se nota muy forzada.

La sensación que tenía al ir a verla era la de que iba a ver una obra heredera del cine de Guy Ritchie, pero el resultado final, aunque bien es cierto que recuerda a las del creador de Lock&Stock, se queda más cerca de un capítulo (eso si, muy bueno) de Corrupción en Miami.

Os la recomiendo si tenéis ganas de pasar un rato divertido y que no os deje pensar ni un minuto.