Goya 2007 - Lo mejor y lo peor de la alfombra verde

Por Kampanilla

Ya han pasado algunos días, pero algunos aún seguimos con la resaca de los Goya 2007. Tras el análisis de lucy liu de los ganadores, me centro en todo el glamour que rodeó a la gala.

El obligado paso de las estrellas por la alfombra, en este caso verde, nos brindó la oportunidad de disfrutar de los modelitos de nuestros actores, directores y demás familia. Decidieron no arriesgar y optaron, en su mayoría, por el negro, que destacó por encima del resto, o distintas variantes del gris, y del blanco. Flaco favor hicieron al espectáculo ya que parecía que estábamos asistiendo a un funeral en lugar de la fiesta más importante del cine español; todavía nos queda mucho que aprender de los americanos, que organizando saraos cómo este nos dan mil vueltas.

Para comenzar, destaco negativamente el vestido negro de Roberto Cavalli elegido por Elena Anaya, a mi entender, poco apropiado para la ocasión, demasiado corto, demasiado escote y de poco gusto. Como el desacierto de María Adanez al elegir el tacón para lucir el vestido negro de Jean Paul Gaultier, que le hacía parecer mucho más baja y con bastante cadera. Gran parte del vestido quedaba arrugado en el suelo impidiendo la caída natural de la tela, además de parecer que se había dejado puestas las zapatillas de casa, que todo puede ser, porque debajo de ese pedazo faldón podía llevar escondidos a los siete enanitos de Blancanieves. Y no digo nada de los pelos de bruja…

Pero la que se lleva el premio a la peor vestida es, sin duda, Ariadna Gil, con lo guapa que es esta chica y aparece disfrazada de ninja con un diseño de Kenzo y, para rematar, lo combina con sandalias y medias negras tupidas; el resultado es un conjunto muy poco favorecedor y bastante desafortunado.

En la parte positiva, sobresaliente Marisa Paredes, estupenda con un vestido verde grisáceo con mucha caida de Sibylla, repite como otros años, pero, digo yo, si sus diseños le quedan bien, ¿por qué cambiar? También me gustó Mar Regueras, vestida por Josetxu Santana con un vestido blanco roto con dibujos dorados, cuello barco sin mangas y cola, y Belén Rueda con un Carolina Herrera rojo, que apenas pude ver mientras hacía entrega de un premio. Lo que más me ha llamado la atención, aunque este año reconozco que no me ha entusiasmado ningún vestido en exceso, es Maribel Verdú, premio a la mejor vestida, y su modelo de Christian Dior de gasa plisada corte imperio de color beige, cuya única pega era la bufanda de piel que inexplicablemente llevaba al cuello.

En el apartado masculino señalar que Toni Cantó deslució a su compañera, Mar Regueras, con un traje plateado arrugado muy fuera de onda, que además parecía prestado o que había encogido, porque la chaqueta le quedaba corta. Por otro lado, Oscar Jaenada eligió un traje bastante arriesgado de David Delfín, blanco con brillos plata y corbata morada que me pareció lo mejor de la alfombra verde.

No puedo dejar de comentar el modelo de Carolina Herrera que lucía la gran triunfadora de la noche, Penélope Cruz, un modelo clásico línea sirena de color gris con encaje negro. No arriesgó para lo que se suponía su gran noche, de esta forma, a mi parecer pretendía, ayudada por el peinado y maquillaje, potenciar su imagen de nueva Sofía Loren que tanto éxito parece que está teniendo al otro lado del charco.