El Rincón de los Niños Perdidos

"No hay ensayo general, cada día es debut y despedida"

jueves, febrero 23, 2012

La Dama de Negro

TÍTULO ORIGINAL The Woman in Black
AÑO 2012
DURACIÓN 95 min.
PAÍS Reino Unido
DIRECTOR James Watkins
GUIÓN Jane Goldman (Novela: Susan Hill)
MÚSICA Marco Beltrami
FOTOGRAFÍA Tim Maurice-Jones
REPARTO Daniel Radcliffe, Ciarán Hinds, Roger Allam, Sophie Stuckey, Janet McTeer, Shaun Dooley
PRODUCTORA Alliance Atlantis Communications / Alliance Films / Hammer Film Productions
WEB OFICIAL http://thewomaninblack-movie.com/
GÉNERO Terror. Drama

SINOPSIS Arthur Kipps es un joven abogado cuya empresa lo envía a un lugar remoto para vender la casa de un cliente que acaba de fallecer. La gestión, aparentemente rutinaria, tropieza con ciertas dificultades: los vecinos se muestran reacios a hablar sobre la casa o a acercarse a ella; además, nadie está dispuesto a admitir la existencia de una mujer de negro que él está seguro de haber visto. (FILMAFFINITY)

Tras la escalofriante Eden Lake y sin abandonar el género del terror, aunque si dándole una vuelta, James Watkins orquesta esta versión "remasterizada" del relato victoriano de Susan Hill de mismo nombre. Watkins cambia los macarras y la violencia física por el terror clásico y los fantasmas de la mansión Drablow y sus sombrías esquinas. Y en mi opinión, por segunda vez, acierta de pleno, a pesar de que la historia es simple y previsible y que su final quid pro quo sea uno de los más criticados actualmente en la red (si sirve de algo, a mi me gustó mucho).

Esta versión del conocido relato, si bien mantiene el tema troncal y parte del desenlace, plantea algunas modificaciones sobre el original que a mi parecer enriquecen la historia. Tanto la estructura familiar del protagonista, como algunas de las situaciones, están alteradas de tal manera que esta nueva visión deja un poso más de cuento gótico que de película de terror clásico. En líneas generales, aplaudo los cambios. Pese a ello, es cierto que la historia es bastante simple y sus situaciones suenan a conocidas desde el minuto uno, pues manejan, eso sí con gran maestría, recursos mil veces usados en el terror clásico. No es por ello casual que sea la Hammer (con ese nuevo logo que me encanta) la que ha devuelto ese malsano ambiente gótico a nuestras pantallas.

Estamos ante una historia fantásticamente dirigida por Watkins, pero de nada hubiera servido su talento si no hubiera sido acompañado por la espectacular fotografía de Tim Maurice-Jones y la acertadísima banda sonora de Marco Beltrami. Estos tres elementos, unidos a un cuarto que luego comentaremos, hacen que lo que se podría haber quedado en una película de casas encantadas del montón, se convierta en una de esas que nos mantiene en vilo durante los 95 minutos de metraje. Para un servidor, las sombras, muñecas de porcelana y todos y cada uno de los recovecos de la mansión Drablow, son parte del reparto, pues parecen estar dotados de vida propia y con ello, demuestran su capacidad de ponernos los pelos de punta al son de esa tenebrosa banda sonora.

El cuarto elemento que considero clave para el éxito es Daniel Radcliffe. Contrariamente a lo que a priori pudiera parecer, hace un trabajo encomiable que espero le permita abandonar su encasillamiento como Harry Potter. El antaño mago carga con mucho acierto sobre sus hombros con el peso de la película, pues es prácticamente el único personaje de la historia. Su tristeza y fragilidad, contrastan a la perfección con la determinación y el arrojo que nace en su interior al llegar a la tétrica mansión. Una actuación notable y sentida. Espero que su carrera siga en la misma línea.

La Dama de Negro no es una película de grandes efectos especiales, pues no los necesita para sobrecoger al espectador. A mi parecer, las escenas más aterradoras son aquellas que muestran escalofriantes movimientos en las sombras que pueblan el velado segundo plano, aquellas en las que sabes que algo va a pasar...pero no sabes cómo ni cuándo. El suspense mantenido de las noches que nuestro protagonista pasa a solas en la mansión está muy bien distribuido, siendo loable lo que consigue transmitir Radcliffe sin una sola línea de diálogo.

En definitiva, estamos ante un estupendo cuento gótico de la época victoriana con una puesta en escena impecable, una gran actuación de Radcliffe y una dirección que deja su impronta en cada plano. Ya era hora de demostrar que hay algo más allá de las vísceras y las amputaciones dentro del género, a pesar de que acepto que son miedos distintos. Si me lo permiten, yo me quedo con este.

Lo mejor: La escalofriante atmósfera y la interpretación de Radcliffe.
Lo peor: Que la historia suene a conocida desde el primer momento.

Género: Terror:3 Drama:3

Escuchando: The Crüxshadows - Deception

lunes, febrero 13, 2012

El Nadador (1968)

TÍTULO ORIGINAL The Swimmer
AÑO 1968
DURACIÓN 94 min.
PAÍS Estados Unidos
DIRECTOR Frank Perry
GUIÓN Eleanor Perry (Historia: John Cheever)
MÚSICA Marvin Hamlisch
FOTOGRAFÍA David Quaid
REPARTO Burt Lancaster, Janice Rule, Janet Landgard, Tony Bickley, Marge Champion, Bill Fiore, Kim Hunter, Nancy Cushman
PRODUCTORA Columbia Pictures
GÉNERO Drama
SINOPSIS Ned Merrill vive en una zona residencial de clase alta en las afueras de Connecticut. Una día, Ned se da cuenta de que todo el valle donde vive está lleno de piscinas privadas. Ante el asombro de sus amigos, Ned decide recorrer el valle de piscina en piscina hasta llegar a su casa. Por el camino, se encuentra a varias de las mujeres que formaron parte de su vida: una apasionada adolescente a punto de dejar de serlo, una ex amante despechada, la sensual esposa de un viejo amigo... (FILMAFFINITY)

El que una de las mejores películas que he podido ver en muchos años, date de 1968, aunque fuera rodada dos años antes, es un dato bastante significativo de cual es el estado del cine actual. Hace bien poco que descubrí esta joya gracias a mi amigo Mr.Felt y una vez más, debo darle las gracias por haberme reconducido al buen camino.

El Nadador es la antesala a lo que sería el cine americano de los años 70. En mi opinión, es una adelantada a su tiempo. Su patada en el estómago al sueño americano, va cargada de una fría y desangelada crítica a la jet set que predominaba, tanto en la boyante sociedad americana, como en sus pantallas. Sus personajes parecen esperpentos de lo que había sido el cine hasta entonces y su protagonista sufre un descenso, aunque más bien es una caída, a los más desamparados y solitarios infiernos. Todo ello está bañado, de principio a fin, con una hipnótica atmósfera sesentera que incomoda cada vez más al espectador hasta arrastrarlo al previsible pero necesario final. Su crudo golpe al sueño americano me recuerda por momentos y guardando las distancias, al que lanzó, más recientemente, Sam Mendes con su American Beauty. La verdadera valentía de El Nadador, es que ella lo hizo en una época en la que no todo el mundo estaba preparado para recibir una crítica tan brutal como esta. El fracaso en taquilla lo confirmó.

Dirigida por Frank Perry, del que no tenía constancia hasta hace bien poco, tuvo que ser finalizada por Sidney Pollack, quien orquestó una de mis escenas favoritas de la película (en la que Ned se encuentra con su ex-amante Shirley). La historia está basada en un relato corto de John Cheever, del que, visto el resultado cinéfilo, tendré que hacerme tarde o temprano.

El Nadador arranca de una forma bastante inocente, aunque he de reconocer que ya se nota "algo raro" en el ambiente. El primer diálogo del protagonista, un inconmensurable Burt Lancaster, con sus forzosos anfitriones, ya denota que hay demasiados hilos sueltos que no acaban de encajarle bien al espectador. Es de agradecer, en este punto, que no todo tenga su explicación desmenuzada y que sea el propio espectador el que vaya uniendo los puntos mientras Ned, piscina a piscina, va acercándose a su casa. Me encanta la idea de que sea el propio espectador el que se vaya dando cuenta, unicamente recogiendo indicios, de que Ned dista de ser la persona que cree ser. Si hoy en día hubiera un remake, mucho me temo que todos esos hilos quedarían perfectamente explicados tanto vocalmente como por subtítulos, para los más torpes. Cada piscina en nuestro viaje, representa un amargo desengaño de la vida de nuestro protagonista, quien, desde una jovialidad inicial, va "envejeciendo" más y más a medida que se acerca a su meta (impresionante y desoladora escena la de la piscina municipal). Todo este periplo tiene también un paralelismo bastante claro con la vida misma, pues de la vitalidad inicial, piscina a piscina nuestro protagonista se va desgastando hasta llegar renqueante, frío y solo a su destino. Este viaje permite también establecer una crítica al personaje central y los autoengaños que ha creado para sustentar su, hasta ahora, dorada vida. Cada personaje que va encontrando en su camino, va, indirectamente, abriéndole los ojos poco a poco a esa realidad que se niega a contemplar, llevándolo a abandonar su falso yo, para abrazar su cruda verdad. El Nadador es, por todo esto, una película con múltiples lecturas, que acompaña a varios visionados e interpretaciones, todas ellas muy enriquecedoras.

Me parece curioso que esta maravillosa actuación de Burt Lancaster haya pasado tan desapercibida. A día de hoy puedo decir sin miedo a equivocarme, que es, para el que suscribe, su mejor interpretación. La degradación que va sufriendo el personaje tanto anímica como físicamente (el tobillo dañado, el frío, el cansancio,...) queda reflejada a la perfección por el fornido actor.Y es que él es la película. Carga con todo el peso sobre sus espaldas desde el minuto 1 hasta los títulos de crédito. Sus compañeros de reparto, aunque a bastante distancia de él, realizan una buena labor, en especial Janice Rule, que comparte una memorable escena dando vida a su ex-amante Shirley.Por otro lado, debo comentar que el señor Lancaster contaba la friolera de 55 años cuando la interpretó y a pesar de que se nota el paso del tiempo por sus carnes, luce un tipazo durante toda la película, que ya me gustaría a mi mostrar a esos años.

La partitura que acompaña a Ned en su particular viaje, fué la primera que firmó Marvin Hamlish, autor también de grandes conocidas como Un Tranvía Llamado Deseo, La Decisión de Sophie o A Chorus Line entre otras. Para ir en concordancia con la película, sus notas comienzan alegres y llenas de brillo, para tornarse cada vez más asfixiantes y sombrías según va desarrollándose la película.

Poco más se puede decir de El Nadador sin desvelar parte de los pequeños secretos que esconde. Me parece una historia necesaria, llena de preguntas sin respuesta clara, lo cual anima a revisarla de vez en cuando para desmenuzarla un poco más. Para un servidor se ha convertido, por derecho propio, en uno de los mayores clásicos del cine. Se la recomiendo a todo aquel que tenga ganas de vivir una historia hasta el punto de sentirla. Imprescindible.

Lo Mejor:
Una excelente interpretación de Burt Lancaster.
Lo Peor:
Que quizás con un director más maduro se pudiera haber hecho algo mejor.

Género: Drama: 4; Romance: 2;

Escuchando: Norah Jones - The Long Way Home

lunes, febrero 06, 2012

Promocion Fantasma

TITULO ORIGINAL Promoción fantasma.
AÑO 2012.
DURACIÓN 88 min.
PAÍS España
DIRECTOR Javier Ruiz Caldera
GUIÓN Cristóbal Garrido, Adolfo Valor
MÚSICA Javier Rodero
FOTOGRAFÍA Arnau Valls Colomer
REPARTO Raúl Arévalo, Alexandra Jiménez, Andrea Duró, Jaime Olías, Alex Maruny, Anna Castillo, Javier Bódalo, Aura Garrido,Joaquín Reyes, Carlos Areces, Silvia Abril, Luis Varela
PRODUCTORA Mod Producciones / Think Studio / Ikiru Films / Ciskul / Fox International Productions / TVE / AXN / Canal+ España / TVC
WEB OFICIAL http://www.promocionfantasma.es/
GÉNERO Comedia | Fantástico

SINOPSIS Modesto es profesor y en ocasiones ve muertos, lo cual no solo le ha costado una fortuna en psiquiatras, sino el despido de todos los colegios donde ha trabajado. Su suerte cambia cuando consigue plaza en el Monforte y tiene que dar clase a cinco alumnos que han convertido un colegio de prestigio en la casa de los horrores. Modesto tiene que lograr que los cinco chicos aprueben el último curso y se larguen de allí de una vez por todas. Pero no lo va a tener fácil: los cinco llevan veinte años muertos. (FILMAFFINITY)

En todas las entrevistas o declaraciones de Javier Ruiz Caldera, siempre sale a relucir su innegable afición por los años 80 y algo así no podía pasar desapercibido en su obra. Su primera película, Spanish Movie, me dejó un poco frío, pues no soy muy amigo de ese tipo de comedia.Aún así, he de reconocer que fue mucho mejor que un gran número de las que llegan, de ese mismo género, del otro lado del Atlántico. La promoción fue realmente bestial y entrañable para aquellos que pasamos la treintena. En esta segundo acercamiento a la dirección, los ochenta están mucho más presentes en todos los aspectos, por lo que creo que gustará más a aquellos que vivieron "la movida" de los ochenta, que a las nuevas generaciones, más cercanas al humor tipo Spanish Movie.

Lo primero que le puede venir a alguien a la cabeza al ver el trailer de Promoción Fantasma es que estamos ante otra gamberrada made in Spain, de esas en las que los gags ametrallan al espectador sin un minuto para el descanso y la escatología es una de las pocas bazas para el éxito. Es por eso que mis expectativas estaban bastante bajas antes de verla. Pensaba que sería la típica comedia adolescente plagada de bromas socarronas y situaciones absurdas. Ahora, tras darla un buen vistazo, me alegra haber invertido mi tiempo (y no poco dinero...) en una película que, si bien no es una maravilla, cumple perfectamente con el cometido de entretener al espectador.

La historia no es nada del otro jueves. Carece de giros argumentales o tramas complicadas, pero esta simplicidad es algo buscado, pues en su sencillez radica parte de su éxito. De igual manera, su humor, generalmente basado en situaciones producidas por el choque generacional entre los fantasmas y el profesor, es bastante accesible para todos los públicos pero no por ello menos efectivo. Dichas situaciones podrían no haber resultado tan bien de no ser por el buen hacer del equipo actoral, pues desde los protagonistas hasta el último extra, hacen una labor estupenda para conseguir situaciones realmente hilarantes.

El reparto está encabezado por el siempre eficaz Raúl Arévalo y la no menos certera Alexandra Jiménez. Ambos cumplen su cometido y llevan, más en el caso de él que en el de ella, el hilo conductor de la historia. Buen trabajo el de ambos, pero he de decir que, en mi opinión, los secundarios están tan absolutamente bien, que eclipsan el trabajo de la pareja protagonista. Las escenas en las que aparece Joaquín Reyes, un psicólogo freudiano obsesionado con el tema homosexual, me parecieron realmente buenas, con algún que otro gag que agradecí no haber visto en el trailer. Sus apariciones son breves pero realmente contundentes. De la misma manera, su compañero en la genial Museo Coconut, Carlos Areces, demuestra que lo suyo en la comedia no es pura casualidad, dando vida a un histriónico representante de la Asociación de Padres del Colegio. La escena final, en la que es pleno protagonista, es una de las mejores gamberradas del cine patrio de los últimos años. Otra de las mejores escenas de la película, la protagoniza una poseída (y cachondísima) Silvia Abril, que da vida a una esperpéntica conserje. Sus breves apariciones son desternillantes, pero la escena de la posesión me pareció realmente brutal. El quinteto de fantasmas es un claro homenaje al Breakfast Club (fatalmente traducida aquí como El Club de los Cinco) de John Hughes. Todos los personajes son prácticamente importados de aquella (incluso, el homólogo de Emilio Estevez, aquí porta una chaqueta universitaria estilo americano por si quedara alguna duda). De todos ellos me quedo con Javier Bódalo, que interpreta a un fantasma en eterno estado de embriaguez, cuya máxima obsesión es ir a Pachá después de terminar el baile de graduación. De todas las escenas protagonizadas por los fantasmas, las suyas fueron las que más carcajadas arrancaron en la sala. Gran trabajo.

La banda sonora es un ejercicio de nostalgia continuo: Bonnie Tyler con su Total Eclipse of the Heart, The Trashmen y el siempre eficaz Surfin´Bird, el Saturday Night de Whitfield con el que arranca la película, o el cañí Enamorado de la Moda Juvenil de Radio Futura. Con este último tema, el homenaje a la película de Hughes es más que patente, pues da pié a un baile de los fantasmas en el que emplean los pasos que utilizaran Estevez, Ringwald y compañía en aquella mítica biblioteca. Muy acertada la banda sonora.