La catarsis de Ray Loriga

Por lucy liu

Tras diez años de ausencia en la dirección, Ray Loriga, nos trae el próximo viernes 23 su segunda película Teresa, el cuerpo de Cristo. Un biopic, no al uso, teniendo en cuenta las propias palabras del director y su propia trayectoria.

Esta última década se ha dejado intuir en los guiones de películas como El séptimo día o Ausentes, y como no, en su faceta de escritor publicando tres novelas y un cuento para niños.

Ahora impulsado por su ferviente admiración hacia el siglo de oro español y a la figura de Teresa de Jesús, sobretodo tras la lectura de sus obras, como Las Moradas o El libro de la vida, Loriga ha querido plasmar y acercarnos hasta la vida de Teresa de Cepeda y Ahumada. Aunque no ha sido este el único motivo, hay más circunstancias que dice unirle a esta figura histórica como su condición de epiléptico, sin sufrir el mismo tipo que la que sufría Teresa. Pero este dato dice haberle unido más a ella, y comprender muchos de los estados en los que se sumía la santa.

En Teresa, el cuerpo de Cristo, que en un principio iba haberse titulado Teresa, vida y muerte, Loriga nos adentrará en los primeros años de la santa, antes de su canonización. Cuando con 20 años por voluntad propia entra en un convento de clausura. Ahí comenzará su vida espiritual e intelectual y de autodestrucción física hasta el punto de ser dada por muerta. Extramuros vive un momento histórico entre la Inquisición y la Reforma; intramuros, sus éxtasis místicos y sus ideas revolucionarias están a punto de llevarla a la pira.

Para el rodaje se ha rodeado de actores de la talla de Eusebio Poncela, en el papel de Gaspar Daza representando la corriente ilustrada de la iglesia, Manuel Morón (Provincial de Ávila) en la postura más cerrada de la iglesia, Leonor Watling (Guiomar de Ulloa) o Geraldine Chaplin (priora del convento) y Paz Vega en el papel protagonista dando vida a Teresa de Jesús. En este punto, en mi humilde opinión, estoy deseando ver la cinta para poder juzgar si Paz Vega da la talla, y nos adentra en la catarsis de la Santa.

En los diferentes enclaves que nos vamos a encontrar veremos un hermoso monasterio de Portugal, que fue donde tuvieron que ir a rodar, ya que en España, a diferencia de nuestro país vecino, los bienes de la iglesia no son patrimonio del estado. Otros lugares de localización son Trujillo, Cáceres, Segovia, Ávila, Guadalajara y los estudios de la Ciudad de la luz. Una anécdota del rodaje es que construyeron un artilugio al que bautizaron como levitómetro, pero que al final descartaron porque lo veían como un truco de magia, así dejaron la escena de la levitación cerca del milagro y de la incertidumbre. En cuanto al vestuario, Ray, contrato a la figurinista japonesa Eiko Ishioka, la cual ha conseguido un gran trabajo con los vestidos, si pensamos que cada uno de ellos cuesta 18.000 euros.

Con todo ello estamos delante de una cinta que nos descubrirá y acercará algo más a la figura de esta mujer, la cual, en un momento histórico difícil en nuestro país, revolucionó a propios y a extraños. Esperemos que nos desvele más aspectos sobre su persona que los pocos que estudiamos en el colegio cuando nos hacían aprendernos de memoria eso de vivo sin vivir en mí.