Una clara candidata a conseguir el Oscar a la mejor película extranjera en la edición de este año, La vida de los otros, se estrena hoy.Viene cargada de reconocimiento europeo, arrasando en los premios de su academia con siete galardones y tres más de la europea. También ha sido premiada en festivales como Sevilla, Locarno y Londres.
Florian Henckel Von Donnersmarck, debutante cineasta, pupilo de Richard Attenborough, nos trae una dura historia que tiene lugar en la Republica Democrática Alemana en el año 1984. El capitán Gerd Wiesler (Ulrich Mühe) es un competente oficial de la Stasi (policía secreta del régimen comunista), recibe el encargo de espiar a la pareja formada por el escritor Georg Dreyman (Sebastián Koch) y la actriz Christa-Maria Sieland (Martina Gedeck). Esta misión le cambiará la vida sin remedio.
De esta cinta dicen que es la otra cara de Goodbye, Lenin (por cierto, película de obligada visión), la que 
reflexiona sin atisbo de nostalgia sobre el régimen socialista en la antigua RDA. Nos habla de la Stasi, aquella poderosa policía secreta, que en el momento de la caída del muro de Berlín contaba con más de 174.000 agentes no oficiales, o lo que es lo mismo, con ciudadanos de a pie que espiaban a sus vecinos. Dato que ha servido a Florian Henckel Von Donnersmarck para desmitificar algunas visiones que el cine ha dado sobre la Alemania oriental.
Detrás de esta cinta están cinco largos años de investigación, de conversaciones con victimas y verdugos. Para poder dar una visión lo más objetiva posible sobre los hechos.
Para dar vida a los personajes ficticios de la película, el director se ha rodeado de actores con un largo recorrido profesional. Ulrich Mühe, al que se pudo ver hace unos años en Funny Games (Michael Haneke), y cuenta en su haber con el premio de cine europeo al mejor actor. Martina Gedeck, gran habitual de su cine patrio, recientemente también la pudimos ver en Las partículas elementales, película que recomiendo al que aún no la haya visto. Sebastian Koch, que también tiene actualmente en cartel El libro negro y Ulrich Tukur al que tiempo atrás se le vio en una incursión americana participando en Solaris.
Esta cinta, es sin duda, un ejemplo más de la gran vitalidad que tiene el cine germano, al que no hay que dejar pasar por alto. Siempre nos sorprenderá con alguna obra maestra, plagada de historias humanas y de sentimientos, aunque dura en el fondo.
reflexiona sin atisbo de nostalgia sobre el régimen socialista en la antigua RDA. Nos habla de la Stasi, aquella poderosa policía secreta, que en el momento de la caída del muro de Berlín contaba con más de 174.000 agentes no oficiales, o lo que es lo mismo, con ciudadanos de a pie que espiaban a sus vecinos. Dato que ha servido a Florian Henckel Von Donnersmarck para desmitificar algunas visiones que el cine ha dado sobre la Alemania oriental.Detrás de esta cinta están cinco largos años de investigación, de conversaciones con victimas y verdugos. Para poder dar una visión lo más objetiva posible sobre los hechos.
Para dar vida a los personajes ficticios de la película, el director se ha rodeado de actores con un largo recorrido profesional. Ulrich Mühe, al que se pudo ver hace unos años en Funny Games (Michael Haneke), y cuenta en su haber con el premio de cine europeo al mejor actor. Martina Gedeck, gran habitual de su cine patrio, recientemente también la pudimos ver en Las partículas elementales, película que recomiendo al que aún no la haya visto. Sebastian Koch, que también tiene actualmente en cartel El libro negro y Ulrich Tukur al que tiempo atrás se le vio en una incursión americana participando en Solaris.Esta cinta, es sin duda, un ejemplo más de la gran vitalidad que tiene el cine germano, al que no hay que dejar pasar por alto. Siempre nos sorprenderá con alguna obra maestra, plagada de historias humanas y de sentimientos, aunque dura en el fondo.
2 chismorreos:
Me gustaría resaltar de los personajes que aparecen, al Poeta como lo llaman y otro Gerd Wiesler(el espía, el hombre malo :P ). Dos hombres que adoran su trabajo, a la misma mujer y por otro lado convencidos ambos del régimen socialista, no tanto de sus dirigentes.
Me pareció impresionante el papel de Gerd, lo metódico del personaje, de hombre frío.. Que tal vez no lo sea tanto, como cuando se le ve que abraza a la silla o le pide a la prostituta que se quede...
- ¿es verdad que es usted de la stasi? Mi padre dice...
- ¿el nombre de...
.
.
...tu pelota?
;)
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