Las sombras son alargadas

Por lucy liu

La semana pasada se estrenó Bosque de sombras, el esperado primer largo de Koldo Serra.

Koldo Serra, nacido en Bilbao en 1975, ya llamó la atención con su primer corto Amor de madre y El tren de la bruja, este último ya nos le descubrió Azid hace unas semanas. Tras este visionado eran muchas las expectativas que tenía por ver su primer largo.

Para esta arriesgada puesta en escena, Serra, se ha rodeado de actores internacionales como Gary Oldman, por todos conocido, lo cual le ha llevado a rodar en ingles. Trascribiendo las propias palabras del director sobre esta anécdota ha dicho que “rodar en inglés ha sido una bilbainada, pero si Sergio Leone dirigió esas pedazo de películas sin saber ni una palabra, como no iba a hacerlo él. Lo que es una suerte para nuestros oídos es el doblaje, por lo menos los actores españoles se han doblado a si mismos en castellano, y es que es una pena oír otras voces ajenas.

La historia nos sitúa en el verano del 78, al norte de España, con unos frondosos bosques de fondo. Dos matrimonios britanicos, Paul (Gary Oldman) e Isabel (Aitana Sanchez-Gijon) y Norman (Paddy Cosidine) y Lucy (Virginia Ledoyen), deciden pasar unos días en la casa que tiene Paul, con el afán de poder descansar de la vida urbana e intentar resolver problemas matrimoniales. Lo que comienza como un retiro espiritual pronto se vera teñido de violencia, cuando fortuitamente encuentran a una niña (Yaiza Esteve) encerrada en una casa en medio del bosque. En este punto entran en acción los lugareños del pueblo reclamando ayuda porque una niña ha desaparecido. A partir de aquí todo se complica, y se verán inmersos en una espiral de violencia y dolor.

Ha sido un acierto del director ambientar la cinta en los años setenta, pues en estos tiempos sería impensable que alguien se pudiera perder en un bosque, las limitaciones de la época, comparadas con las tecnologías a las que actualmente estamos acostumbrados, hacen que la cinta sea aun más claustrofobica. Ambientación que le ha servido para rendir homenaje al cine de la época del cual, el director, se reconoce apasionado.

Los mensajes ocultos que nos quiere trasmitir, como son la incomunicación o la cultura enraizada de los pueblos, a mi juicio, están muy bien plasmados. Desde la primera escena podemos sentir esa separación entre todos los personajes. Los forasteros que llegan al pueblo y se creen con el derecho de ser bienvenidos y los moradores del lugar que solamente con sus miradas expresan su recelo.

El papel de cada personaje esta muy bien definido desde el comienzo, cada uno tiene su función, aunque si que podemos advertir una ligera evolución a lo largo de la cinta, sobre alguno de ellos, ejemplo que encontramos en el personaje de Paco interpretado por Lluis Homar. En los primero fotogramas podemos pensar que unos son los buenos y otros son los malos, pero no creo que esto sea así, creo que no hay ni buenos ni malos. Las circunstancias que los rodean les hacen actuar de esa manera, los instintos más primarios del ser humano hacen que el juicio pierda valor y la cordura desaparezca, solo el deseo de supervivencia queda latente.

Como en una película de terror al uso, cuando te preguntas por qué no encienden la luz, en muchas escenas te preguntas por qué hace eso. La impotencia te embarga, para llegar a la conclusión que el ser humano actúa guiado por impulsos que en la mayoría de las veces encubramos de sentido común.

Los actores que ha escogido Serra para encarnar al elenco, en mi opinión, no podían ser mejores. Gary Oldman, al que hemos visto en infinidad de películas como Drácula, Batman begins o en la saga de Harry Potter, imprime el carácter que se pide. Nos aparece como un hombre autoritario, seguro de si mismo y capaz de cualquier cosa. Hay escenas de la película que se nos graban en la retina, como la persecución por el bosque. A Paddy Considine (Norman) le recuerdo de película como Cinderella man y sobretodo de la cinta de Jim Sheridan En America en la que su personaje llega a conmover hasta a las piedras, cinta que recomiendo ver al que aun no haya tenido la oportunidad. En Bosque se sombras nos trasmite la inseguridad, el desencanto para después dar un giro completo y tomar las riendas de su destrozada vida.

En cuanto a Aitana Sanchez-Gijón (Isabel), es notoria su carrera cinematográfica plagada de buenas actuaciones desde que la vimos en Bajarse al moro, en la cinta que nos ocupa su papel es circunstancial, como lo es de Virginie Ledoyen, pero nos imprime la calma en un principio, una mujer segura de si misma, que ha creado sus propias normas para vivir una vida que no siempre sería la que había soñado.

Virginie Ledoyen, a la que recuerdo de La playa nos muestra todos sus encantos, angustiada por los hechos que ha tenido que sufrir, se siente insegura y la incomunicación que mantiene con su marido la impiden seguir adelante y cerrar pagina en su vida.

En cuanto al reparto que componen los moradores nos destaca Lluis Homar, al que recientemente pudimos ver dando vida a Rodrigo Borgia, o en el papel de Manuel Berenguer en La mala educación, que decir de él, me parece un actor impresionante que todos los papeles que interpreta les hace suyos dotándoles del carácter que les corresponde. A Paco, le da alma, nos enseña a un personaje que evoluciona a los ojos del espectador a los largo de la película, y su mirada se nos queda grabada una vez han pasado los títulos. Otro actor que me gustaría resaltar es Andrés Gertrudix, al que he tenido la suerte de ver en cintas como Frío sol de invierno, Aunque tú no lo sepas am bas películas que llegan al corazón y en las que su huidiza interpretación se hace sentir. Puede que sea esa mirada penetradora la que te inquieta, o la decadencia en sus palabras. Creo que en Bosque de sombras es una sombra más y que sin ella habría mucha claridad.

El juego de cámaras al que nos invita el director es genial, los planos se difuminan, las sombras se alargan, y las escenas se expanden. Hace que el espectador forme parte de ese bosque, que sea una rama más que impaciente contempla el desarrollo de la acción. La ambientación no podía se mejor, un paraje bucólico que se trasforma en la cárcel de más alta seguridad.

No me ha defraudado la puesta en el largo de Koldo Serra, es más, te hace reflexionar sobre los insondables caminos que puede tomar el ser humano, sobre lo peligroso que puede llegar a ser el que no nos comuniquemos con los que tenemos más cerca. Y como, muchas veces, es mejor dejar estar las costumbres ajenas y no intentar cambiar a las personas. Chapeau ¡¡¡ para Koldo, invito a todos a que se adentren en estas sombras para esperar a que se haga la luz.