El Rincón de los Niños Perdidos

"No hay ensayo general, cada día es debut y despedida"

lunes, noviembre 21, 2011

Asesinos de Elite

TÍTULO ORIGINAL The Killer Elite
AÑO 2011
DURACIÓN 105 min.
PAÍS Estados Unidos
DIRECTOR Gary McKendry
GUIÓN Gary McKendry, Matt Sherring (Novela: Ranulph Fiennes)
MÚSICA Reinhold Heil, Johnny Klimek
FOTOGRAFÍA Simon Duggan
REPARTO Jason Statham, Clive Owen, Robert De Niro, Dominic Purcell, Aden Young, Yvonne Strahovski, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Grant Bowler, Michael Dorman, Ben Mendelsohn, Kristy Barnes-Cullen
PRODUCTORA Coproducción EEUU-Australia; Omnilab Media / Ambience Entertainment Melbourne / Ambience Entertainment
GÉNERO Thriller / Acción
SINOPSIS Tres antiguos miembros de las fuerzas especiales son contratados por un jeque árabe para matar a tres miembros del SAS (Servicio Especial Aéreo británico), culpables de la muerte de tres de sus hijos durante unos disturbios en Omán diez años antes. Dos de ellos aceptan por dinero, mientras que el tercero (Jason Statham) lo hace para salvar la vida de un amigo. Pero llevar a cabo tan peligrosa misión no será nada fácil, pues, aunque son profesionales, están bajo el control de una organización formada por antiguos miembros del SAS, denominada The Feather Men. (FILMAFFINITY)
Enlace
Cuando alguien se planta ante un título como este, debe, cuanto menos, tomarselo todo con bastante precaución. Encontrar a Robert de Niro junto a Jason Statham ya de por si es bastante atípico por los géneros que ambos representan, por muy camaleónico que sea el protagonista de Taxi Driver. Es por ello que cuando me decidí a verla no sabía si vería una de Statham imitando a de Niro o viceversa. Una vez vista creo poder decir que hay más de lo segundo que de lo primero, es decir, de Niro aparece en una película de acción y no Statham aparece en una película con bastante trasfondo y con personajes muy trabajados. A pesar de todo, no estamos ante un Transporter 4 ni nada parecido. Hay escenas de acción marca de la casa, hay situaciones increíbles por lo desmesurado (una o dos, pero las hay), pero la historia es bastante más seria de lo habitual y los personajes están un poquillo más trabajados. Quizás sea debido al hecho de que está basada en una novela (The Feather Men, de sir Ranulph Fiennes), pero lo cierto es que no es una película de acción de las habituales de Statham (que, dicho sea de paso, en su contexto, son una pasada de adrenalina y al no tomarse tan en serio como esta, tienen bastante más exito y acierto).

La historia, en principio y en líneas generales, está bastante bien trenzada, con un arranque bastante rápido y sin ningún nudo extraño. Hasta el final. No se muy bien ni el cómo ni el porqué, hacia el tramo final, hay un par de giros de guión que me hicieron una mala jugada y me despistaron por completo, razón de que tenga que volver a verla para despejar alguna que otra duda que me asalta en estos momentos. No es nada grave, pero aún no puedo determinar si hay alguna incoherencia de guión o ciertamente es así como me imagino (algo que me parece que está muy cogido con pinzas).

Los personajes están bastante identificados en su papel. El de Statham no difiere mucho del resto de sus registros: Tipo duro que se mete en un lío por algo tan corriente como la lealtad a un amigo. No lo hace mal, pero es lo que lleva haciendo desde que le conozco: Un tipo duro con corazoncito. Por otra parte, de Niro da vida al mercenario que, en su día, fué compañero de batallas de Statham. Al contrario que este, él no ha dejado el "negocio", a pesar de la insistencia de su camarada. La verdad es que el papel de de Niro no es un papel para lucirse y no pasará a la historia por el, pues el personaje no evoluciona un pimiento en toda la historia, aunque tiene sus buenos momentos. Por otra parte, Clive Owen, sin comerlo ni beberlo se convierte en la némesis de ambos. Creo que se podría haber sacado algo más tanto de Owen como de Statham, pues sobre ambos recae el peso de la película, pero me gusta el sombrío papel de Owen a pesar de que se dan cuatro pinceladas de él y poco sabemos de su personaje. Bien es cierto que hay alguna que otra situación entre ambos, que se resuelve prácticamente por arte de magia y el honor y la venganza se olvidan como los fines de semana un lunes por la mañana. Ciertamente esto "chirría" un poco. Si me tengo que quedar con la interpretación de uno de los tres, me quedo con la de Owen, pues creo que para lo limitado del personaje, la interpretación es bastante buena. En el lado negativo de actuaciones metería al bueno de Dominic Purcell, al que yo nunca hubiera sacado de la carcel de Prison Break. Da vida a un mercenario que colabora con Statham y que, a pesar de ser todo un profesional, parece más un macarra de barrio robando un Seat Panda. Hacia el final tiene una escena de lo más absurda (tratándose de un asesino de élite...). No me gustó un pimiento, como tampoco me gustó Yvonne Strahovski quien interpreta a la "novia" de Statham. Realmente no se si no me gustó su interpretación (bastante fría) o el personaje en si, pues la historia romántica entre ambos, parece un añadido y está bastante forzada (no quiero ni recordar, a este respecto, el lamentable plano final...).

La historia se desarrolla esencialmente entre Londres y Omán en los años 80. Me llamó la atención que, a pesar de la buena ambientación londinense, sólo se nos mostrara una pequeña parte de Londres, prácticamente sin ninguna localización que la identificara claramente. Las escenas en Londres son siempre en tonos grisáceos, mostrando una ciudad apagada, mientras que las de Omán son brillantes y soleadas.

En el terreno de la acción, hay buenas escenas, aunque nada que ver con la sensación adrenalítica que transmite el trailer. En la primera parte hay alguna persecución y alguna que otra escena esporádica, pero hasta el tramo final los seguidores de Statham no verán nada destacable, aunque, cuando aparece, lo hace muy por debajo de las famosas escenas coregrafiadas de la saga Transporter. Aún así es digna de ver la escena frente a Owen, con una silla de por medio, o la persecución por las azoteas de Londres.

En definitiva, Asesinos de Elite es una película de acción, con toques de cine ochentero de espías, con un trasfondo bastante más serio del que habitúan a ofrecer las (en su género acertadas) gamberradas de Statham. A pesar de que me ha gustado, cuando ha terminado me ha quedado un sabor agridulce, pues, como suele pasar con los cruces de género, como película de acción se queda un poco a medias y como thriller (que quiso recordarme por momentos al fantástico Munich de Spielberg, pero no se le acerca ni a la suela de los zapatos) tampoco es ninguna maravilla. Es por ello que de darla una nota rondaría un 6, pues consigue entretener por momentos y la trama no está del todo mal, aunque deja la sensación de que todo es bastante artificial y vacío. La revisaré y veré si mejora la experiencia. De momento, para pasar un buen rato, sirve.

Lo mejor: El cara a cara de Statham y Owen con la silla de por medio.
Lo peor: Que es facilmente olvidable debido a lo vacío de su pretendido fondo.
Contenido: Acción: 3; Drama: 2; Violencia: 3; Thriller:3


Escuchando: The Lovin' Spoonful - Summer in the City

martes, octubre 18, 2011

Red State. Kevin Smith se Pone Serio.

TÍTULO ORIGINAL Red State
AÑO 2011
DURACIÓN 82 min.
PAÍS Estados Unidos
DIRECTOR Kevin Smith
GUIÓN Kevin Smith
FOTOGRAFÍA Dave Klein
REPARTO Michael Parks, Michael Angarano, Kerry Bishe, Nicholas Braun, Kyle Gallner, John Goodman, Melissa Leo, Kevin Pollak, Stephen Root, Matt Jones, Cooper Thornton, Kevin Alejandro, Marc Blucas, Ralph Garman, James Parks, Betty Aberlin, Jennifer Schwalbach, Patrick Fischler, Damian Young, Anna Gunn

Tres adolescentes con las hormonas al rojo vivo contestan a un anuncio de una mujer madura que busca sexo. Siendo chicos los chicos, se lanzan a la carretera para satisfacer sus urgencias libidinosas. Pero lo que empieza como una fantasía da un oscuro giro cuando se enfrentan a una terrorífica fuerza "sagrada" con una agenda pendiente fatal. Historia inspirada en la figura real de Fred Phelps, el líder de un grupo religioso extremista que se hacía llamar la Iglesia Bautista Westboro. (visto en FILMAFFINITY)

Lo que más me atrajo en un principio de esta película fué comprobar el cambio de registro de su director: Kevin Smith. Abanderado de los frikis de pro, Smith apareció de repente en el mundo del cine con Clerks, una historia que desde sus inicios se erigió como uno de los iconos del género indie casposo. Sus personajes y situaciones se convirtieron en la firma personal del director y posteriormente en Mallrats, Dogma y Silent Bob y Jay Contraatacan, la fórmula, aunque fué perdiendo fuelle, siguió funcionando y atrapando adeptos. Bien es cierto que hasta la fecha, mi película favorita del director es la edulcorada, pero para mi acertada, Persiguiendo a Amy, con un Ben Affleck (si, has leído bien) como protagonista indiscutible. Kevin Smith también ha escrito guiones de cómics (grandioso alguno de Batman y los de Flecha Verde) y ha aparecido en varias películas a modo cameo (a parte de en las suyas dando vida a Bob, ahora mismo recuerdo el hacker friki de La Jungla 4.0).

Lo primero que oí de Red State fué que el cambio del director, era radical. Ciertamente es así. Smith cambia las risas y el cachondeo por las situaciones incómodas, la violencia y el desasosiego con bastante acierto. Prueba de ello es el premio a la Mejor Película recibido en el reciente festival de Sitges.

Red State no es una película para todos los públicos. Su mal rollo desde el minuto uno augura al espectador una hora y media de situaciones asfixiantes e incómodas. Podríamos dividirla en tres actos: Inicio, nudo (y qué nudo) y desenlace.

La película arranca de manera bastante inocente y podría ser una teenager más durante los primeros 15 minutos. Se presenta al trío protagonista de manera un poco rápida y se nos muestra un contexto homófobo y ultrareligioso que pasea por la pequeña población en la que se desarrolla la acción.

Pasados los 15 minutos, de repente todo se tuerce y lo que parecía ser una película de adolescentes con tintes de denuncia social, se vuelve un torture-porn en toda regla. No llega visualmente a las cotas de Hostel o a las de las últimas Saw, pero el trasfondo despide una violencia que despeina al más pintado y deja a las nombradas a la altura del betún. No es que no haya violencia física, que la hay (la escena de una ejecución, me resultó cruda, real y escalofriante a más no poder), pero la violencia verbal e ideológica, son bastante más dañinas y efectivas. En este tramo, he de reconocer que hay un "sermón" del pastor loco de turno, que se me antoja un poco largo. Supongo que esto está forzado a propósito para generar la inquietud y el malestar que se quieren conseguir (y se consiguen), pero a un servidor se le hizo eterno. Todo este acto me puso los pelos de punta, tanto por las palabras del pastor y sus chifladas ovejas, como por los acontecimientos que se muestran sin un solo temblor de cámara.

Tras este segundo acto, comienza el tercero con la inclusión de nuevos personajes y la película cambia de nuevo de rumbo, aunque siempre sin abandonar esas situaciones de angustia que plagan la película. Aquí el protagonismo lo asume el bueno de John Goodman, que para un servidor siempre será el chiflado Walter Sobchak. Goodman da vida a un agente federal que se encuentra ante una encrucijada moral frente al rancho/iglesia. El desarrollo de su personaje, durante los 40-45 minutos que goza de la pantalla, es plausible. Sientes sus miedos y sus dudas desde el primer momento y nunca sabes que harías en su complicada situación. Simplemente me encantó. Es una pena que este tercer y último fragmento se quede a medio camino como película de acción y no llegue a tener el pulso necesario.

En el plano actoral, están todos bastante bien, aunque destaco al mentado Goodman y a su némesis en la película, Michael Parks, que da vida al "iluminado" pastor. Ambos consiguen que te creas su personaje al 100%, transmitiendo sus miedos y dudas por un lado y su odio y fanatismo por el otro. Es una pena que el momento "duelo interpretativo" se vea reducido a unos escasos minutos, pero aún así es reconfortante. La escena final me recordó incomprensiblemente a la de Quemar Después de Leer, con la salvedad de que en esta ocasión no tuve maldita gana de reirme. La moraleja, o el poso final, como quieras llamarlo amigo lector, es igual de desasosegante que el resto de la película y cae como una tonelada de clavos sobre el indefenso espectador.

Como curiosidad comentaré que el personaje al que da vida magníficamente Michael Parks, está basado, bastante libremente, en Fred Phelps, fundador de la Iglesia Bautista de Westboro. Este tío es un pájaro de cuidado como puedes leer en la wikipedia. El personaje de la película es, con idénticas ideas, una caricatura extrema de este.

En definitiva, nos encontramos ante una película angustiosa y asfixiante que juega muy bien con los recursos que tiene para hacer pasar un mal rato al espectador. Yo la recomiendo a pesar de que me haya quedado un regustillo a que se queda a mitad del viaje y que se podría haber hecho algo más. Aún así, Red State deja patente una vez más que a veces no hace falta llevar un delantal y una motosierra para provocar verdaderos escalofríos. Kevin Smith ha conseguido que, por un momento, olvide a los cachondos de Bob y Jay y me estremezca con la inmundicia de gente corriente y moliente que, en estos momentos, puede estar respirando el mismo aire que tu y que yo.

Lo mejor: Aunque parezca irónico, lo bien que transmite el mal rollo.
Lo peor: Que parece quedarse a medio camino de thiller teen, horror-porn y peli de acción.
Contenido: Terror: 3; Drama: 3; Violencia: 4

Escuchando: Iron Maiden - The Number of The Beast

martes, octubre 04, 2011

Insidious, Lo Que Pudo Ser y No Fue

TÍTULO ORIGINAL Insidious
AÑO 2010
DURACIÓN 102 min.
PAÍS Estados Unidos
DIRECTOR James Wan
GUIÓN James Wan, Leigh Whannell
MÚSICA Joseph Bishara
FOTOGRAFÍA David M. Brewer, John R. Leonetti
REPARTO Rose Byrne, Patrick Wilson, Ty Simpkins, Barbara Hershey, Andrew Astor, Lin Shaye, Leigh Whannell, Angus Sampson
PRODUCTORA Alliance Films / Blumhouse Productions
WEB OFICIAL http://www.insidious-movie.com/
GÉNERO Terror | Thriller psicológico
SINOPSIS Josh (Patrick Wilson), su esposa Renai (Rose Byrne) y sus tres hijos acaban de mudarse a una vieja casa. Pero, tras un desgraciado accidente, uno de los niños entra en coma y, al mismo tiempo, empiezan a producirse en la casa extraños fenómenos que aterrorizan a la familia. (FILMAFFINITY)

A pesar de que tiene una obra anterior (Stygian), conocí a James Wan como casi todo el mundo, gracias a la impactante Saw (si tienes curiosidad por la saga, puedes darle un vistazo al cortometraje de mismo nombre, rodado por Wan en el 2003 y que originó la misma). Recuerdo la estupefacción y el asombro con los que abandoné la sala tras la proyección. Hubiera apostado todo mi oro del Wow a que este muchacho sería uno de los grandes y a pesar de que la fórmula Saw le ha seguido reportando suculentos dividendos extraídos de los derechos, un servidor no ha vuelto a ver una sola película de él que me haya despertado el más mínimo interés. Silencio desde el Mal (Dead Silence) contó con un trailer molón, lleno de mal rollo gótico y muñecas de esas que a ninguno nos gusta tener en la habitación. El resultado final fué un poco decepcionante. Tras esta, la venganza asilvestrada de Kevin Bacon en Sentencia de Muerte tampoco aportó mucho al cine aparte de un buen montón de cadáveres machacados. Tras tres años de ausencia, ahora reaparece con Insidious, una especie de vuelta de tuerca a las pelis ochenteras de posesiones y actividades paranormales. El trailer, con reacciones del público viendo la peli (algo que ya utilizaran Plaza y Balagueró en Sitges para promocionar la cañera REC), parecía impactante, pero no era ninguna maravilla. La película, aunque cumple, tampoco lo es.

Tanto la historia como gran parte de los planos, iconografía y demás, beben claramente de los clásicos del género. Esto se aprecia claramente en la primera hora aproximadamente. Los ruidos en el desván, las espeluznantes voces del talkie del bebé, pesadillas, planos frontales de la casa al anochecer,.. Todo ello va conformando una historia la mar de interesante, que de haber seguido por ahí, hubiera conseguido colarse entre una de mis imprescindibles del género. El problema es que en el tramo final, Wan decide dar una vuelta de tuerca y se saca de la manga un mundo inmaterial que recuerda mucho, por referencias, a un cruce entre aquel en el que estuvo atrapada la pequeña Carol Anne y el del videojuego Alan Wake. El "mundo" en si no está mal, pero la situación que se vive allí me resulta un tanto esperpéntica, desembocando en un final bastante precipitado y poco acorde a lo que vimos en la primera hora. Se podría haber aprovechado mucho más el original giro argumental que se produce al conocerse el pasado del padre. Unido a esto, aparece un personaje realmente ridículo que más que miedo da verguenza. Una especie de Darth Maul del averno, que tiene incluso una escena robada de la primera pesadilla en Elm Street con muñecas incluídas (¿tendrá Wan algún tipo de fobia para utilizar este recurso contínuamente?). El personaje en cuestión tiene toda la pinta de haber sido creado para iniciar una franquicia y vender merchandising, algo que refuerzan los momentos finales. En mi opinión no la merece.

Podríamos subdividir los sustos de la película en dos grupos: los del tramo final, basados en la banda sonora y en la subida brutal de volumen acompañada de primeros planos de niños blanquecinos, viejas marchitas y demás y por otra parte, los aparentemente inocentes. Estos, en mi opinión, alcanzan el grado de terroríficos y están diseminados por la primera hora de metraje. Los finales me parecieron más de lo mismo, sin ningún tipo de acierto y predecibles como las camistas del sargento Highway. Los buenos, los que van surgiendo poco a poco desde el inicio de la película, me resultaron en su mayoría espeluznantes (ese "niño" desconocido corriendo por la casa, las vocel del walkie talkie del bebé a lo Paranormal Activity,...). Nuevamente pienso que yo hubiera seguido la línea inquietante hasta el final y me hubiera dejado de sustos palomiteros a lo Ringu.

La pareja protagonista está bastante bien en su papel: Madre protectora y defensora a ultranza de su hijo y padre escéptico que poco a poco va viendo que algo no va bien. Sin ningún exceso ambos cumplen y dan credibilidad a la historia.

No es la peor película de terror que he visto, pero tampoco es la maravilla que vendían su trailer y las críticas. Si tuviera que darla una nota me quedaría con un 6, pues el primer tramo es muy bueno, notable diría yo, pero el final es un rollo macabeo acelerado y cogido con pinzas. Creo que se queda a medio camino de lo que podía haber sido si el loable pero fallido intento final de sorprender, hubiera sido mejor aprovechado por Wan a la hora de redactar el guión. Para achuchar a la moza en la oscuridad de la sala está bastante bien y algún sustillo te llevarás, aunque, para mi, el tramo final es un masticapalomitas de cuidado.

Lo mejor: La tensión y mal rollo de la primera hora.
Lo peor: Que la media hora final sea tan acelerada y el Darth Maul del averno.
Contenido: Terror: 3; Drama: 2; Violencia: 1

Escuchando: The Unseen - Scream Out

martes, septiembre 27, 2011

Linterna Verde y la Ausencia de Pilas

TÍTULO ORIGINAL The Green Lantern
AÑO 2011
DURACIÓN 105 min.
PAÍS Estados Unidos
DIRECTOR Martin Campbell
GUIÓN Greg Berlanti, Michael Green, Marc Guggenheim, Michael Goldenberg
MÚSICA James Newton Howard
FOTOGRAFÍA Dion Beebe
REPARTO Ryan Reynolds, Blake Lively, Peter Sarsgaard, Mark Strong, Tim Robbins, Angela Bassett, Temuera Morrison, Jay O. Sanders
PRODUCTORA Coproducción EEUU-Austrlia; DC Comics / Warner Bros. Pictures
WEB OFICIAL http://www.greenlantern.com
GÉNERO Ciencia ficción. Superhéroes.
SINOPSIS Hal Jordan (Ryan Reynolds), un piloto que prueba prototipos, adquiere superpoderes que le son concedidos por un extraterrestre moribundo. Gracias a ello es reclutado para una misión de paz intergaláctica... Adaptación a imagen real del popular personaje de DC Comics, Linterna Verde. (FILMAFFINITY)

Como asíduo lector de cómics, cada vez que las viñetas alcanzan la gran pantalla, me veo abocado a comprobar el resultado final. Como ya me pasara con Iron Man, no soy un gran conocedor del mundo que rodea a Linterna Verde, por lo que no puedo establecer ningún tipo de paralelismo entre la historia plasmada en el cómic y la que he visto en la película. De lo que si estoy seguro es de que, al contrario de lo que pasara con Tony Stark, si mi interés por el guardián del anillo verde se viera supeditado a lo que he visto en pantalla, rondaría números negativos.

Es triste que el único argumento para defender una película de estas características sea que los efectos especiales, tanto los visuales como los sonoros, son notables y resultones. A estas alturas del cuento, eso es lo mínimo exigible a una historia de superhéroes. Sin eso, no deberían ni plantearse hacer algo mínimamente decente.

Martin Campell, director de éxitos como GoldenEye, Límite Vertical, Casino Royale o las dos películas de la saga del Zorro, orquesta este despropósito esmeralda. De todas las nombradas es la que más acción necesita, pero, sin duda, es la que menos tiene. Para escribir este flojísimo guión han sido necesarios, ni más ni menos, que 4 guionistas: Tres de ellos muy versados en las series de TV y un cuarto, Michael Goldenberg, responsable de los guiones de Harry Potter y la Orden del Fénix, la fantástica Contact o la infantil pero correcta Peter Pan: La Gran Aventura. Demasiados gallos para un solo corral.

La historia en si no está mal, pero es más lenta que el desarrollo de un caracol. Comienza rápido y con bastantes posibilidades, pero pronto la acción pasa a un segundo plano y los diálogos y los infructuosos intentos de dar un poco de profundidad a los personajes, salen a la luz. Prácticamente hasta el final no hay una sola escena de acción decente. En conjunto me pareció superior, pero en cuanto a lo aburrido e insustancial de algunas escenas, me recordó a la tediosa versión de Hulk de Ang Lee.

El amigo Ryan Reynolds no da el perfil de héroe y lo peor de todo es que ni se esfuerza en darlo. La escena inicial nos deja claro que tiene razones para ser un chico atormentado y marcado por la trágica muerte de su padre. Pues bien, eso es lo único que hay de ello, porque en cuanto le pintan de verde, el hilo argumental de la pérdida del padre se disuelve completamente. Como dije al principio, no he leído mucho de Linterna Verde fuera de La Liga de la Justicia, pero Reynolds consigue crear un superhéroe más plano que Kathe Moss. Las pocas oportunidades que se vislumbran de dar un poco de cuerpo al personaje, son totalmente desaprovechadas, tanto por el guionista como por el amigo Reynolds. En cuanto a Blake Lively... está muy mona ella. Su papel es dar la réplica a unos diálogos para besugos, en ocasiones tan edulcorados que parecen escritos para Jennifer Aniston. Peter Sarsgaard tambien está muy desaprovechado. Su personaje debería estar lleno de resentimiento y odio, pero, a pesar de mostrar algo de ello, las dosis son tan bajas que en ocasiones uno piensa si su presencia es meramente testimonial.

Tras los créditos finales aparece una secuencia que deja claro que hay quien piensa en una secuela, lo cual me sorprendió enormemente. No soy muy exigente con el cine de superhéroes, pero al menos pido que me divierta, algo que Linterna Verde no consiguió ni de cerca. Para un servidor, la secuela es algo impensable.

Es cierto que películas malas de superhéroes hay cientos. Recuerdo incluso unas cuantas peores que esta: Daredevil, Elektra, Hulk, El Motorista Fantasma, Superman Returns,... Lo peor que puedo decir de una historia de superhéroes es que me haya aburrido y esta lo ha hecho bastante bien. A mi modo de ver, la falta casi todo lo necesario para contar una historia, salvo los efectos especiales espectaculares, que aparecen en muy contadas ocasiones. No tiene emoción, no tiene adrenalina y lo peor de todo: no tiene interés. El verde, por el momento, no es mi color.

Lo mejor: Los FX.
Lo peor: Que aburre a una seta.
Contenido: Acción: 2; Ciencia Ficción: 3; Comedia: 3

Escuchando: Gary Jules - Mad World

jueves, septiembre 15, 2011

The Raid, La Peli Bruta del Año

Gareth Evans, director al que hasta la fecha no conocía, nos traerá en breve The Raid, protagonizada por Iko Uwais, la nueva promesa oriental de las artes marciales. La historia no es nada del otro mundo: Un grupo de policías de élite entran en un edificio de 20 plantas en cuya azotea reside un señor de la mafia. Tras enterarse de su inminente arresto, el delincuente ofrece a los residentes del edificio una gran recompensa por cada policía muerto. Sólo tienes que ojear un poco el trailer para ver que se lía una peor que en el Sálvame de Telecinco.

No se si esta película llegará a ser una bomba, si por estos lares tendrá el éxito abrumador que ha cosechado en el Festival de Toronto o si valdrá la pena ver algo más que el trailer. De lo que si tengo certeza absoluta, es de que es burra a más no poder. Hacía tiempo que no veía nada tan violento, brutal y enfermizamente adrenalítico en pantalla grande. Además de eso, tiene pinta de tener más bien poco diálogo y muchas toñinas (en absolutamente todos los puntos del cuerpo).

Aún no se sabe si se estrenará en salas comerciales de España o saldrá direta a DVD, pero aviso que podrá verse en el inminente Festival de Sitges (6-16 Octubre).

Aquí abajo os dejo el trailer en cuestión. Por cierto, la música que suena en el vídeo es de Mike Shinoda, uno de los componentes del grupo Linkin Park, que ha compuesto parte de la banda sonora.

Seguiremos informando... Aparta que salpica.


Escuchando: Children of Bodom - Hellbounds of My Tail

miércoles, septiembre 14, 2011

Conan, El Bárbaro sin Alma

TÍTULO ORIGINAL Conan the Barbarian
AÑO 2011
DURACIÓN 112 min.
PAÍS Estados Unidos
DIRECTOR Marcus Nispel
GUIÓN Thomas Dean Donnelly, Joshua Oppenheimer (Personaje: Robert E. Howard)
MÚSICA Tyler Bates
FOTOGRAFÍA Thomas Kloss
REPARTO Jason Momoa, Rachel Nichols, Stephen Lang, Rose Mcgowan, Ron Perlman, Bob Sapp, Leo Howard, Saïd Taghmaoui, Steve O’Donnell, Raad Rawi, Nonso Anozie, Milton Welsh
PRODUCTORA Lionsgate Films / Nu Image Films / Paradox Entertainment
WEB OFICIAL http://www.conanlapelicula.com/
GÉNERO Fantástico. Acción. Aventuras. Espada y brujería.
SINOPSIS Nueva adaptación de la historia de Conan el bárbaro y sus aventuras a través del continente de Hiboria. Un niño que habita en una aldea bárbara graba en su memoria los rostros de los guerreros que matan a su familia y le entregan como esclavo a unos mercaderes. Años después, el joven se convierte en un forzudo y valiente guerrero. (FILMAFFINITY)

Mick LaSalle, crítico del San Francisco Chronicle, dijo sobre esta adaptación.: "Coge una película mala en dos dimensiones, ruédala en tres y ¿qué es lo que hay?: Tres completas dimensiones de basura". No pienso que Conan sea una basura, pero si que pienso que, una vez más, la estética y las lucecitas se imponen al fondo, creando un conjunto soso, lleno de acción y vacío de sentimientos y épica.

Para ver las últimas aventuras de Conan hay que intentar entrar en la sala sin demasiadas pretensiones e intentando no establecer comparaciones ni con la conocida película de John Milius (con Arnold como cabeza visible) ni con las novelas de Robert E. Howard. Para mi, estas dos últimas condiciones son imposibles de afrontar. El nuevo Conan no tiene nada que ver con lo que todos conocíamos del personaje, salvo su afán aventurero. Su historia se basa en un guión bastante acelerado (en ocasiones inconexo) que parece haber sido escrito a tramos y enlazado luego en la sala de postproducción. Aún así, divierte y puede verse como una corriente película de aventuras en la que el protagonista bien podía haberse llamado de cualquier manera menos Conan y hubiera funcionado igualmente.

Habrá quien diga, con acierto, que el Conan con el que encandiló el amigo Arnold al respetable, tampoco era fiel al personaje de Howard, pero al menos, el enorme austriaco le dotó de un carisma imborrable, algo que perdura hasta nuestros días.

Momoa da vida a un Conan "raro". El Conan de los libros es un bárbaro avispado y bastante más espabilado que el que mostró Arnold, pero tampoco hablamos de un premio Nobel. En ese aspecto, Momoa aprueba. Pero eso es en lo único, junto al buen físico, en lo que le puedo aprobar. La persona que me acompañó a ver la película hizo diana cuando dijo:"El Conan niño tiene mucho más carisma que el Conan adulto". El mensaje está claro:"Momoa se pasea con una espada por una pretendida Hyboria, buscando venganza y poniendo caras de odio". No hay una escena en la que, siendo adulto, estalle la rabia y la furia que debiera mostrar el personaje. Sin embargo, esto si que se ve en los ojos del joven Leo Howard, quien adopta el papel de Conan "niño" con la fiereza y odio necesarios para darle al personaje la fuerza que necesita. Momoa busca venganza como quien busca unas zapatillas en el mercado, sin la imperiosa necesidad de encontrarlas (o al menos no lo transmite).

Por otro lado, debo hacer un apunte sobre un detalle pésimo del doblaje español. Si durante la proyección cierras los ojos, te darás cuenta de que esa ridícula ronquera del Conan adulto, bien se parece a la (igualmente ridícula) que sufre Bruce Wayne cuando se pone el traje de luces para defender Gotham. No entiendo muy bien este punto, pues a mi parecer, en lugar de embrutecer al personaje, lo caricaturiza (de lo que hace con Batman mejor no hablamos).

El resto de personajes están ahí porque sinó esto sería un monólogo (y de lo dicho, presumo que bastante malo). Ron Pelman cumple su función de jefe de tribu a la vez que de padre brutote y bárbaro. No es un papel para mucho lucimiento, pero cumple. Rache Nicols queda perfecta como chica florero a la que todos buscan y Conan proteje una y otra vez. Su papel consiste en estar ahí. Las pocas emociones que despide son bastante ténues y debido a ello su credibilidad se ve bastante mermada. Los malos de turno, padre e hija, son los típicos malotes con look Matrix, que de malos que son dan risa (en especial Rose McGowan). Sobre esta última diré que nunca podré explicarme cómo una poderosa hechicera, conocedora de mil embrujos y hechizos, en la batalla final se lanza a dar bofetadas a mano abierta sin usar ni un momento la magia. Ambos adolecen del mismo mal que Momoa: falta de carisma.

La historia en si, no está mal, recordando por su temática a la segunda (e infame) aventura cinematográfica de Conan (Una chica, a la que quieren hacer de todo para que el malote llegue a ser Master del Universo, se cruza con Conan que tiene una cuenta pendiente con dicho elemento). Lo que la desgracia es lo rápido que sucede todo. A un servidor le dió la impresión de que las escenas se habían rodado por separado y luego se habían montado a toda prisa para el estreno. Las transiciones entre escenas son casi inexistentes, recordándome por momentos a la decepcionante sensación que tuve al ver el deplorable remake de Furia de Titanes (buenas escenas de lucha y acción unidas con un fino esparadrapo, acaban configurando una historia que chirria por los cuatro costados).

La única parte buena del nuevo Conan es sin duda la palomitera. Los efectos están muy bien conseguidos (¡qué menos!), las coreografías de lucha también y hay desmembramientos, cabezas aplastadas y salpicaduras de sangre a gogó. La acción está presente y no para de principio a fin, por lo que si todo lo comentado anteriormente te da igual, Conan te gustará, aunque la olvidarás pasada una semana.

Su banda sonora tampoco está nada mal, aunque tampoco es para tirar cohetes. Fotografía, sencillamente inexistente.

En definitiva: Si buscas ver una película que refleje al personaje de Conan en pantalla, sigue esperando mientras lees tu colección de La Espada Salvaje de Conan. Si lo que quieres es ver una película de aventuras, sin muchas pretensiones, del estilo de todas aquellas que salieron a la estela del Conan de Milius (Ator el poderoso, El Señor de las Bestias,...), pero con bastante presupuesto y efectos especiales, esta es tu película. Es divertida si, pero no veo la necesidad (aparte de la económica) de que hayan involucrado a Conan en todo esto. Yo no la doy el aprobado pero entiendo que haya quien disfrute de ella.

Lo mejor: Alguna escena de mamporros.
Lo peor: Que tenga menos vida que los ojos de Espinete.
Contenido: Acción: 3; Aventuras: 3; Violencia: 3

Escuchando: John Lennon - Instant Karma

martes, septiembre 06, 2011

Attack The Block, El Reverso Tenebroso de Super 8

TÍTULO ORIGINAL: Attack The Block
AÑO 2011
DURACIÓN 80 min.
PAÍS Reino Unido
DIRECTOR Joe Cornish
GUIÓN Joe Cornish
MÚSICA Steven Price
FOTOGRAFÍA Thomas Townend
REPARTO John Boyega, Jodie Whittaker, Alex Esmail, Franz Drameh, Leeon Jones, Simon Howard, Luke Treadaway, Jumayn Hunter, Danielle Vitalis, Paige Meade, Sammy Williams, Michael Ajao, Nick Frost
PRODUCTORA Studio Canal / Film4 / UK Film Council
WEB OFICIAL http://attacktheblock.com/
GÉNERO Ciencia ficción / Terror / Acción Comedia de terror
SINOPSIS Un grupo de delincuentes juveniles de un suburbio de Londres, tendrá que vérselas con toda una invasión de violentos alienígenas.

Hay veces en la vida en las que el dinero no lo es todo. Esta, sin duda, es una de ellas. Con cuatro euros, el amigo Joe Cornish se ha sacado de la manga una de esas historias de las que va a hablar en breve todo el mundo.

Joe Cornish, para todo aquel que no lo conozca, ha sido productor (y actor) de las imprescindibles Zombies Party y Arma Fatal. De ellas ha heredado toda esa mala leche y cachondeo que las caracteriza. Hay quien se aventura a decir que Cornish, ahora que Edgar Wright se ha ido a Estados Unidos (con bastante poco éxito con su mediocre Paul), es el relevo que necesita Europa. Lo siguiente que veremos de Cornish será el nuevo pelotazo de Spielberg: Las Aventuras de Tintin, de la que ha sido guionista.

Attack the Block despide serie B ochentera y acción por todos los costados. Viéndola uno puede recordar títulos como Critters o la más reciente Evil Aliens, aunque su estética y ritmo están bastante más cuidados que en aquellas. Como dijo mi gran amigo Mr.Felt al recomendármela: "podría ser el reverso tenebroso de Super 8". Y es cierto, pues aquí los amables jovenzuelos de la última maravilla de Spielberg & Abrams, son delincuentes juveniles en toda regla, con sus navajas, bates, scooters y mala baba. Por otra parte, los alienígenas atacan y devoran con violencia todo lo que encuentran a su paso, brindando al espectador alguna que otra sangrienta escena truculenta que hubiera empañado las correctas gafas del Sr. Spielberg.

El ritmo no decae de principio a fin y la acción es contínua sin ningún parón. Todo acontece en unas horas de noche y en ese aspecto bien podría considerarse un ejercicio del dogma con el que jugara durante algún tiempo el amigo Lars von Trier. Las persecuciones y peleas son bastante reales y trepidantes a pesar de que la falta de presupuesto es evidente en alguna de las secuencias infográficas (sin llegar a chirriar demasiado). Los efectos especiales son bastante resultones para ser una película que no ha necesitado un gran presupuesto. Acostumbrados a ver bichos azules, estraterrestres de 8 patas y demás maravillas, generadas con millones de dólares, lo que ha hecho este equipo con cuatro euros mal contados es encomiable.

La acción también deja un pequeño hueco a la crítica social y a la moralina, que no molesta en absoluto, del estilo de "siempre pagan el pato los mismos".

La comedia, como no podía ser menos, también está presente, aunque de una manera más desdibujada que en la gamberra Zombies Party. En este aspecto, el personaje de Nick Frost, tiene un par de escenas bastante buenas (en especial la que cierra el trailer adjunto). Los comentarios de los chavales sobre "Gollums caídos del cielo" o referencias a Gears of War y temas similares, demuestran la clara orientación freak de la historia, aunque no es necesario estar empapado de dicha cultura para disfrutar de la historia. Me resultó de lo más acertado el que los chavales, como si estuvieran en un juego, estén más preocupados por qué ganarán destruyendo aliens que por sobrevivir.

En el aspecto negativo hay algún que otro perdonable aspecto de guión. Con todo lo que se monta en un bloque de 20 pisos de altura, no hay vecinos que se extrañen de los ruidos y aparezcan por la zona, además que la policía parece vivir en un universo paralelo. Pero como digo, son aspectos que, a no ser que seas un maldito polilla con estas cosas, pasarás por alto.

En definitiva, Attack The Block es, salvando las distancias, una especie de revisión de aquellas pelis de videoclub tipo Critters, llevada a nuestro 2011 con bastante acierto. No hay grandes efectos especiales, ni naves destrozando un Londres apocalíptico, pero es sincera al 100% y da mucho más de lo que podría esperarse de una serie B casposilla y gamberra. Apostaría mi colección de Xbox a que algún día será una obra de culto, pues para el que suscribe, ya lo es.

Attack the Block fué estrenada en Reino Unido el 11 de Mayo de este año y en USA el 29 de Julio. Aún no tiene fecha confirmada de estreno en España y no se sabe si se estrenará en cines o directamente en DVD. Los que no podáis esperar... ya sabeis que hacer. Dad un paseo por la página oficial o dadle un vistazo al trailer que dejo por aquí ("desgraciadamente" en versión original sin subtitular) para terminar de convenceros de que no la podeis dejar pasar.





Lo mejor: Que no para un segundo.
Lo peor: Que se note la falta de presupuesto en ocasiones.
Contenido: Acción: 4; Comedia: 2; Ciencia Ficción: 4; Violencia: 3

Escuchando: The Clash - London Calling

lunes, agosto 29, 2011

El Invierno de Frankie Machine

Editorial: MARTINEZ ROCA
15.0x23.0 cm
Nº páginas: 416 pags
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788427036437
Año de edición en España:2010
Plaza edición: MADRID

Frank es un hombre tranquilo. Tiene 62 años, vive retirado en la costa de San Diego —donde regenta una tienda— y es todo un caballero. Le gusta dejar reposar el café durante cuatro minutos exactamente, los cuales emplea en vestirse; el bocadillo que prepara con una fina lámina de mantequilla todas las mañanas tiene que envolverse en una servilleta de hilo para que no se enfríe; tiene un par de abonos para la ópera, a la que acude con su novia, Donna; posteriormente la invita a cenar no en cualquier restaurante; su hija, Jill, es una prometedora estudiante de Medicina en UCLA. Frank siempre está dispuesto a ayudar a todos y a dar un buen consejo... hasta que, claro, le tocan la familia. Entonces no querrás haberle conocido ni haberte cruzado jamás con él, ni saber por qué en el mundo de la mafia se le conocía como Frankie, la Máquina, una auténtica leyenda...

Esta fué la primera novela de Don Winslow que cayó en mis manos (gracias a mi amigo Mr. Felt). Reconozco, a pesar de su renombre mundial, que no había oído hablar nunca de él. Un tipo peculiar el neoyorkino: Ha trabajdo de actor y director de cine, guía de safari, investigador privado y como consultor para bufetes de abogados y compañías de seguros durante más de quince años. Es lo que llamaríamos en mi pueblo un "culo inquieto" y lleva una buena cantidad de premios literarios a sus espaldas. Sus novelas siempre están inmersas en el mundo de las mafias, las drogas y los ajustes de cuentas (generalmente en la zona de la frontera entre San Diego y México). Hasta el momento llevo leídas esta (la que más me ha gustado), El Poder del Perro (que dicen es su mejor novela y a un servidor no le gustó demasiado por el precipitado y brusco final), Salvajes (muy flojilla) y Vida y Muerte de Bobby Z, que está bien, aunque sin demasiadas pretensiones. Esta última fué llevada al cine (al parecer con poco éxito) en 2007 y fué protagonizada por Paul Walker y Laurence Fishburne (intentaré hincarla el diente).

En un primer momento, quizás lo que más me animó a acercarme a la trepidante historia de Frank Macchiano fué que Robert de Niro se había hecho con los derechos de la obra para su adaptación cinematográfica. La red de rumorología internetil añadía que la dirección estaría a cargo de mi adorado Michael Man, lo cual añadió los pocos puntos que necesitaba ya para animarme a conseguir la novela. No me he arrepentido, pues seguramente, este sea uno de los mejores libros que he leído en mucho tiempo.

La historia comienza despacio, como toda buena ópera y va creciendo en intensidad hasta alcanzar una velocidad endiablada. La detallada y pausada presentación de personajes, en especial la parte de Frank, se puede hacer un poco lenta en los primeros compases. Los flashbacks son constantes y vitales para llegar a comprender la personalidad de Frank y de los que le rodean. En parte, es este reposado arranque de la historia el que hace que se te contagie la tranquila rutina de Frank y que acabes estableciendo una gran empatía con él. Por otra parte, su código ético y la visión de la vida que le otorgan sus más de 60 años, hacen el resto. Un personaje entrañable. Todo el mundo quiere a Frank, el vendedor de cebo.

Una vez que comienza la acción, todo se acelera y no puedes, literalmente, soltar el libro. Las escenas se suceden como si estuviéramos disfrutando de una trepidante película de cine negro, pues la novela tiene un marcado aire cinematográfico. Las situaciones se tuercen y se entrecruzan de tal modo que piensas que no puede haber jamás una solución real a la trama. Y de ahí parte el único problema que veo a la historia (que hago extensible a toda la literatura de Winslow). Winslow comienza todas sus historias muy poco a poco. Posteriormente acelera hasta que crees que no vas a poder frenar y así te mantienes hasta las 10 últimas páginas del libro, donde "por arte de magia" todo se resuelve. Las resoluciones de Winslow son aún más rápidas que sus novelas y suele dar la sensación de que la historia se le está escapando y hay que cerrarla "como sea". Esto, aunque en menor medida que en el resto de sus obras, también ocurre en El Invierno de Frankie Machine. En otras novelas, como en El Poder del Perro, es más molesto y defraudante, pero digamos que aquí "solo chirría un poco".

Pese a todo, os recomiendo encarecidamente la lectura de esta novela: Mafia, acción y personajes de esos que dejan huella (en especial mi recomendación viene por esto último). Si el señor de Niro consigue llevarla al cine con Michael Mann al frente, será un peliculón de esos que pasarán a la historia.

Escuchando: Antonio Vivaldi - El Invierno

martes, agosto 23, 2011

Super 8. Spielberg Reina de Nuevo.

Título: Super 8
Título original: Super 8
Dirección: J. J. Abrams
País: Estados Unidos
Año: 2011
Fecha de estreno: 19/08/2011
Duración: 1 hr. 52 min.
Género: Ciencia ficción
Reparto: Elle Fanning, Kyle Chandler, Amanda Michalka, Ron Eldard, Noah Emmerich, Gabriel Basso, Katie Lowes, Joel Courtney, Zach Mills, Marco Sanchez
Web: www.super8-movie.com

En el verano de 1979, un grupo de jovenes de un pequeño pueblo de Ohio son testigos de un choque de trenes catastrófico mientras rodaban una película en super 8. Cuando comienzan una serie de desapariciones irregulares y eventos inexplicables, los chicos sospechan que no fue un accidente y el jefe de policía intentará descubrir la verdad.

Cualquiera que haya dado un paseo por la red en busca de respuestas sobre la esencia de Super 8 habrá encontrado una y otra vez referencias a la maravillosa obra ochentera de Richard Donner: Los Gonnies. Bien es cierto que más de dos décadas separan ambas producciones, pero quizás sea eso lo que menos importa, pues comparten un eje central indudablemente: un grupo de chicos enfrentándose a un problema al que la mayoría de los adultos no saben hacer frente. Esa es, para mi, la esencia de ambas. Evidetemente la estereotipada pandilla de pequeños freaks, sufre mil y un aventuras para llegar al meollo del asunto. Aventuras, amiguetes de la infancia, bicicletas y mucha ciencia ficción se dan cita en esta historia que bien podría ser una actualización de las aventuras de la pandilla de la bahía de Goon.

Los chavales están francamente bien y si bien el peso de la historia recae en el protagonista (Joel Courtney) y su idolatrada compañera de aventuras (Elle Fanning), el resto no se queda atrás. Quizás los momentos más cómicos se los puede apuntar el joven Ryan Lee, por su papel de Cary, un pequeño arrubiado con un amor desmedido por los petardos y las explosiones. Sus momentos zombie son igualmente desternillantes. Riley Griffiths da vida a Charles Kaznyk, el inseparable amigo de nuestro joven protagonista. J.J. Abrams ha declarado que intentó reflejar en él retazos de su propia infancia, en la que su amor desmedido por el cine fué una constante. Volviendo a los protagonistas, diré que, a nivel interpretativo, la jovencísima Elle Fanning, hermana de la ya famosa Dakota, demuestra en cada escena que no se ha equivocado de oficio. La escena en la que actúa por primera vez en la película super 8 que ruedan los chavales y las que comparte con Joel Courtney, en especial aquella en la que ella le habla del accidente de la fábrica que intuímos al comenzar la película, tienen una fuerza que pocos actores adultos pueden transmitir tan bien. Me ha encantado verla en pantalla y creo que la veremos más a menudo a partir de ahora. Su "compañero" también hace un excelente trabajo, en especial con todo aquello que necesita de la expresividad para transmitir con fuerza. En cierto modo, no se si será cosa de que Spielberg anda al timón junto a Abrams, me ha recordado al Elliot de E.T. en bastantes escenas del tramo final de la película, aunque el personaje de Courtney tiene un componente dramático mucho mayor y mejor resuelto que el de su "homólogo" ochentero. Felicidades también para él.

Los adultos están correctos y creo que toman un intencionado segundo plano para que sean los niños los protagonistas. Se podría decir que vivimos los problemas de los adultos por medio de cómo afectan a los niños, como en un espejo. No se trata en profundidad a ninguno de los padres, a pesar de que hay una trama troncal en la historia que podría haberse tocado más con los personajes adultos y en mi opinión con acierto, se deja a los niños desarrollarla.

Cuando Spielberg anda por medio, los efectos especiales no fallan. El accidente del tren, los tramos finales de la historia y algún que otro detalle, son manejados espectacularmente por el Midas de Hollywood. Siento no poder entretenerme en los pormenores, pero estamos en ante una película en la que cuanto menos sepas lo que vas a ver, más te gustará el resultado final. Sólo diré de la parte que no quiero hablar por evitar los spoilers, que me recordó a un blockbuster de J.J. Abrams, aunque a menor escala. Si viste Super 8 ya sabrás de lo que te hablo.

Otra cosa que me llamó mucho la atención son los reflejos azulados de las luces nocturnas. Es algo extraño de explicar, pero en la escena en la que mejor se aprecian es cuando los chicos se disponen a rodar una escena nocturna de su película en la estación de tren. Las ténues luces que rodean la estación, emiten una especie de reflejos azulados que se asemejan a las que produce la luz al reflejarse en la lente de la cámara. No soy un entendido en fotografía y no se explicar a que es debido esto, pero el efecto es realmente bonito y en mi caso iba acompañado de una sensación de paz y tranquilidad increíble.

Las referencias a películas de culto de la ciencia ficción son constantes (posters del Halloween de Carpenter, uno de los personajes de la película de zombies que ruedan los chicos se llama Romero, en clara alusión a George A. Romero, alguien podría ver algo de E.T., Encuentros en la Tercera Fase, Alias,...)

Para finalizar, una gran banda sonora a cargo de Michael Giagghino, compositor de grandes bandas sonoras como la de Up, Cars 2 o La Red Social. El tema central es bastante tenebroso y enigmático, pero conforme va desarrollándose la acción, va acelerándose y volviéndose más y más orquestal para desembocar en un fantástico colofón final que ofrece una calidad tal que podría haber sido firmada por el mismísimo John Williams. Junto al score de Giaggino, aparecen acertados temas pop de la época, para transportarnos a aquellos preludios de lo que serían los años ochenta: Don´t Bring me Down (Electric Light Orchestra), My Sharona (The Knack), Heart of Glass (Blondie),...

Super 8 me ha hecho añorar aquellos tiempos en los que empezaba a salir con los amigos, aquellos veranos en los que entrabas en fincas ajenas a robar peras de agua (a riesgo de que te azuzaran los perros), las bicis a toda velocidad colina abajo, el barro, las rodillas llenas de arañazos, las tertulias a la luz de la luna, la playa, los primeros guiños a las chicas,... Además, tiene un componente de aventuras y ciencia ficción envidiable, que hará que tanto niños como adultos, pasen un rato formidable (unos soñando con sus futuras aventuras y otros rememorando las pasadas). Creo no equivocarme al decirte que no la puedes dejar pasar y que seguramente, se convertirá en un clásico generacional.

Por cierto: Si eres de los que se levantan nada más aparecer la primera letra de los títulos de crédito, te aconsejo que no lo hagas en esta ocasión, pues al minuto de comenzar, te llevarás una grata (y desternillante) sorpresa.


Lo mejor: Que te atrapa desde el primer momento y sales del cine con la sonrisa puesta.
Lo peor: Que el "drama adulto" se resuelva por arte de magia en 2 minutos.
La escena: El espectacular accidente de tren.

Contenido: Aventuras: 4; Comedia: 3; Ciencia Ficción: 4; Romance: 2; Violencia: 2

lunes, mayo 30, 2011

Desencanto Cinéfilo

Desde que tengo uso de razón, he sido un ferviente seguidor del mal llamado séptimo arte (pues para mi ocupa un lugar mucho más alto en dicha escala). Recuerdo como mi ya difunta abuela repasaba conmigo todos los sábados la cartelera de Santander para establecer la película que podía ver y la que no. Eran tiempos aquellos, mi joven padawan, en los que un crío de 12 años podía entrar en las salas en las que proyectaran películas Aptas para todos los públicos o haciendo un esfuerzo, a las No Autorizadas a Menores de 13 años. El señor de la gorra, que rasgaba con cierto aire de misticismo las entradas, no solía atender a razones si un renacuajo pretendía entrar a una proyección no autorizada para menores. Eran tiempos en los que Rambo, Cobra o Commando eran películas que reventaban las cajas de los videoclubs. Cualquier muchacho de mi edad las había visto, al igual que yo, en una de esas quedadas un fin de semana en casa del amigo de turno al que los padres dejaban a cargo de unos hermanos mayores que tenían otras inquietudes que ahora no vienen a cuento, pero que luego todos fuimos conociendo. Eran tiempos bonitos. Recuerdo haber visto películas de todo tipo, de todo género y de todas las calidades posibles, pero siempre recordaré la satisfacción de haber visto “algo prohibido”. En este aspecto recuerdo incluso haber visto a los 14 la casposilla Holocausto Caníbal, que a ciertas edades, máxime con su leyenda de veracidad, puede impactar bastante. Aún recuerdo a toda la panda que estábamos ante el televisor con aquellas de caras de “a mi esto no me impresiona”, seguramente en un intento de ensalzar la hombría que traía implícita la pubertad, a pesar de que, por dentro, como años después reconocimos, todos deseábamos apartar la mirada de aquel esperpento sin sentido de sangre y vísceras.

Recuerdo también con mucho cariño a mi difunto abuelo dando propina a los acomodadores. Porque si amigo mío, existieron y soy de los que piensan que nunca debieron irse. Daban ese golpe de elegancia y magia a las salas, el mismo que posteriormente se ahogó en las palomitas, las cocacolas de litro y los pies sobre la butaca. Eran gente amable con los que, a base de ir casi de continuo al cine, entablé una bonita relación con los años. Cuando a los 18-20 años iba al cine, lo hacía en muchas ocasiones solo. Siempre entraba un rato antes para conversar con alguno de ellos sobre qué tal era lo que iba a ver, que estrenaban en breve o simplemente sentirme un poco más cerca de toda aquella magia que siempre representó para mí el trabajar en un cine. Ir al cine era, más que el pasatiempo actual, un acto social donde encontrabas juntos al abnegado padre con sus hijos (gracias papá), al señor sexagenario con su elegante señora envuelta en pieles y al gafapasta de los ochenta, pero todos ellos con un enorme respeto convivían en la oscuridad de la sala y hacían que la magia siguiera haciendo girar las bobinas en el proyector. Desde luego, había veces que veías una gran película y había otras que no te dormías por pudor, pero la emoción y la magia del cine siempre estaban ahí.

¿Y a qué viene esto Azid? se preguntará alguno. La respuesta es simple: No sé muy bien porqué ni como, pero a mis casi treinta y siete, la magia se ha ido. Así sin más. Las salas de cine me parecen, cada día más, los peores sitios donde disfrutar de una buena película. Su afán consumista (palomitas, butacas VIP, Dolby Pro Logic Hipersound, el maldito 3D, ¡esos precios!!…) y la falta de educación que tenemos con quienes quieren disfrutar de la película y no vienen a pasar el rato (pies sobre la butaca delantera, comentarios pretendidamente graciosos a viva voz, el masticar de palomitas con el “modo hormigonera ON”, esos malditos móviles y sus chistosas melodías,…) han terminado, para mí, con el cine como tal. La única manera de disfrutar de una buena historia es poder verla en casa, pero el encanto y la magia de la sala de cine se desvanecen.

No sé que fue antes, si el huevo o la gallina, pero creo que la falta de originalidad y la cantidad de basura cinematográfica va estrechamente ligada a esto que he comentado. Está claro que los blockbusters siempre han existido, que películas con 100.000 tiros y ninguna frase coherente nos han hecho saltar de emoción en la butaca y que no ves la vida igual con 15 que con 37, pero esto del “todo vale” tiene que terminar. Se hacen películas como churros y unas recuerdan a otras y las historias que has conocido ubicadas en Galicia, en un año las ves casi calcadas en la India (véase el futuro remake de Mar Adentro). Por otra parte parece que los magnates del cine persiguen, con su cine, potenciar el hecho de que las salas sean enormes y frías cajas en las que asistamos a películas sin argumento llenas de explosiones y persecuciones al límite, que sacan provecho al 100% del megasonido y la pantalla panorámica (cuanto más grande mejor). Si no es por la pasta, no acabo de entender el porqué se distribuyen cada vez más copias de películas efectistas y vacías y se “esconden” las historias que hacen que uno vuelva a encontrar una brizna de magia en la sala de un cine. Tengo la firme creencia de que el cine tiene parte de magia y parte de negocio, pero de un tiempo a esta parte, el negocio aplastó a la magia a golpes de FX, Dolby Pro-Logic y 3D.

No me vale la doctrina que defiende que el cine da lo que pide el público. Hace años, las salas urbanas proyectaban “lo que llegaba” y los cines se llenaban. Desde la aparición de las multisalas en los centros comerciales del extrarradio, los cines de verdad desaparecieron al carecer de la multioferta y una vez que ellas cogieron el monopolio, te puedes encontrar que en 3 de las 7 salas proyectan la misma película llena de monstruos azulados o piratas amanerados. ¿Qué opciones tiene un cinéfilo de ver películas como Las Vidas Posibles de Mr. Nobody (a mis efectos una de las maravillas del pasado 2010) en una sala de cine? Escasas. Si por el contrario te unes a la masa y acudes a ver un blockbuster, puedes escoger la sala en la que menos a disgusto disfrutar de tu kilo de palomitas con Coca Cola. Es cuestión de mercado, de acuerdo, pero el mercado, como te digo amigo mío, se ha impuesto a la magia y la ha hecho desaparecer prácticamente.

No me gustaría que esto se entendiera como un ataque a los blockbusters, porque no lo es. Considero que hay, en su género, peliculones como Iron Man o las originales de Piratas del Caribe y Transformers, entre otras, que son dignas de ver en la oscuridad de la sala, aunque sus secuelas den más pena que otra cosa.

He perdido las ganas de hablar de cine, de esperar tal o cual estreno, de entusiasmarme escribiendo la crítica de lo que vi la pasada semana. Ya no hay ganas, no hay fuerzas, no hay magia. Seguiré por aquí intentando hablar de lo que se tercie, aunque el cine seguirá siendo algo recurrente por uno u otro motivo, aunque quizás otros temas me hagan recuperar las ganas de colgar algo por aquí todas las semanas.

Aún así, es bonito, en este panorama desolador, encontrar pequeñas joyas que te hacen seguir abrazando la esperanza de que algún día todo vuelva a la normalidad, que no todos los cineastas han decidido abandonarse y que sigue habiendo gente muy válida que cree en lo que hace sin dejarse condicionar por lo que esto va a reportar a su cuenta bancaria.

Este es el caso de Kaydara, un mediometraje francés inspirado en la saga Matrix, realizado con maestría por Raphaël Hernández y Savitri Joly-Gonfard, del que un servidor no tenía noticia. Ha llegado a mis pupilas gracias a otro (y van…) generoso correo de mi gran amigo Mr. Felt. En él me escribía: “Casi una hora de lo que falta en el cine actual: Talento”. El vídeo dura 55 minutos pero es una delicia de principio a fin y me he decidido a compartirlo con vosotros como colofón a este post, un tanto errático, un tanto pesimista, con el fin de intentar ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío, pues creo que esa es la postura que debemos adoptar los que alguna vez sentimos la magia.


KAYDARA official film

PD1: Si queréis verla con los subtítuos en castellano, en la parte superior del video aparece la opción Subt., lugar donde podréis escoges ES (español).

PD2: La página web de esta maravilla os la dejo por aquí.

Escuchando: Wolfgram Amadeus Mozart - Lacrimosa