300, una maravilla visual

Por Azid Phreak

Cuando oí por primera vez que la obra de Frank Miller iba a ser llevada a la pantalla me temblaron más las piernas que a Rambo en un arrozal del vietcong. Nunca creí que el señor Zack Snyder diera en el blanco con tanta precisión. Nunca, hasta ahora.

Para situar un poco la trama hay que remontarse al año 480 adC. Por aquel entonces Jerjes I, emperador persa, decidió conquistar Grecia. Los griegos, temerosos del gran ejército persa (hay quien lo cifra en un millón de efectivos), consiguieron convencer a Leónidas I para que detuviera a Jerjes. Leónidas decidió tomar posiciones en el Valle de las Termópilas, pensando que al ser un paso angosto, el ejército de Jerjes perdería su ventaja numérica. Estaba en lo cierto y durante tres días los griegos diezmaron el numerosísimo ejército persa. Al tercer día un hecho supuso un cambio de rumbo radical en la batalla. Si quieres saber el final y no eres buen lector, acércate a una sala donde proyecten 300. No te defraudará.

La película en sí es una obra de arte visual. Está rodada sobre pantalla azul, al igual que Sin City, la anterior adaptación de un cómic de Miller a la pantalla. Esta técnica consiste en rodar a los actores sobre un fondo azul y posteriormente añadir sobre la película digital rodada los decorados y efectos especiales. El resultado es espectacular. Las batallas son coreografías maravillosamente orquestadas y el sonido es realmente atronador. Bien es cierto que, en un principio, me resultó chocante la banda sonora metalera en las batallas, pero pronto me acostumbré e incluso hubo momentos en los que tuve que reprimirme para no saltar de la butaca espada en mano a defender Esparta. Si he de comparar la sensación en cuanto a calidad visual, no sentía algo así desde que Matrix revolucionó la industria del cine con su "tiempo bala".

En el plano de actuaciones destaco a los dos personajes principales a mi modo de ver: Leónidas (Gerard Buttler) y su esposa, la reina Gorgo (Lena Headey). Buttler realmente te hace ver a un líder nato defendiendo a sus tierras y su gente. Rebosa carisma por los cuatro costados y es un retrato fiel al Leónidas de Miller. Aún se me ponen los pelos como escarpias de la emoción cuando le oigo arengar a las tropas (¡¡¡ESPARTANOS!!!!). Ella es una mujer adelantada a su tiempo, amante incondicional de su rey y tan guerrera como el propio Leónidas. Me encantó su personaje. El papel de Jerjes (al que da vida un irreconocible Rodrígo Santoro) no es que de para mucho, pues en total son dos apariciones de cinco minutos que no acaban de aportar nada especial.

Y finalmente destaco la pulcritud con la que se ha trasladado el cómic a la pantalla. Todo lector del cómic que se adentre en la joya que ha filmado Snyder sentirá como las viñetas cobran vida en la pantalla. Para muestra, un botón:

Quiero puntualizar que he oído que la película es un reflejo histórico de la batalla y no puedo estar de acuerdo. Bien es cierto que los hechos principales si coinciden con la historia real -la batalla en si ocurrió, el desenlace es el mostrado, los personajes principales existieron como tales, etc..-, pero hay factores que Miller incluyó (y otros ocultó) para darle agilidad y fuerza a la historia. El más sonado es que no fueron sólo los 300 espartanos los soldados que allí lucharon. Fuentes históricas cuentan que fueron cerca de 6000 griegos (entre ellos los 300 espartanos) los que plantaron cara a Jerjes. Bien es cierto que cuando las cosas se pusieron feas, el número de ellos se redujo a 1000. Este incremento del número sólo pretende destacar la enorme inferioridad numérica de los griegos. Quien busque una película histórica no encontrará aquí su objetivo. 300 es una película de acción, repleta de violencia (la sangre salpica la pantalla continuamente) y de una majestuosidad visual apabullante.

Y para finalizar quiero desde aquí, nuestro pequeño rincón, ponerme en contra de las voces que se han alzado en contra de la película tachándola de "instrumento militarista de Bush". La historia muestra como unos pocos dieron todo por su tierra y su libertad frente a un ejército inmenso. En mi opinión, el ejército de Bush poco, por no decir nada, se parece al de los nobles guerreros espartanos, mientras que guarda gran similitud con el devastador ejército de Jerjes. La idea con la que me quedo de la película es la de la cantidad de sacrificios que ha hecho tanta gente antes de nuestros días, para que nosotros lleguemos a conocer la palabra democracia. Sin duda han sido muchos y Leónidas fue uno de ellos.

Contenido | Violencia:4; Acción:4; Drama:3; Romance:2