Crítica Los Hombres que no Amaban a las Mujeres

Por Kampanilla

El pasado lunes, aprovechando la fiesta local, me acerqué al cine a ver el libro del momento hecho película; que por cierto, como no he leído el libro, no tengo ni idea si la adaptación es fiel, o si por el contrario se han columpiado. No sé que opininará nuestro amigo Tarquin que hace un tiempo habló del libro y de su autor en su blog.

Lo primero destacable es el metraje, (dos horas y cuarto) que si tienes que madrugar al día siguiente después de un finde intenso, te pesa como una losa, vamos, lo que te pesan son los ojos. Al final entre trailers (como cuatro o cinco) y más anuncios que en la televisión, la proyección acabó a la una menos cuarto, que se dice pronto.

Además estamos hablando de cine hecho en Suecia, y vamos, que en los países nórdicos tienen su ritmo, bastante pausado por cierto. La verdad es que mis últimas experiencias con el cine nórdico no han sido muy gratificantes:

Terriblemente Feliz, que ganó el Festival de Cine Fantástico de Bilbao a principios del mes de mayo me pareció un coñazo de mucho cuidao. Que alguien me explique qué tiene de cine fantástico, hombre por Dios. Con eso de que al director le han definido como "el Cohen danés", vamos, que se ha "inspirado" en Fargo, van y le plantan un premio. Si no, no me lo explico, estando en la sección oficial películas como por ejemplo Aparecidos, que es la única que he visto de las que se presentaban. La verdad es que no me gustan los Cohen, salvo Quemar Después de Leer que me entretuvo no solo porque saliera Brad, que conste, y mucho menos me iba a gustar un danés que dicen que se parece a ellos. El Gran Lebowski fue la primera película con la que me dormí en el cine, hay gente que no lo entiende, así que tendré que volver a verla para valorar si fue como resultado de la enfermedad del sueño o, como sospecho, que me aburrí como una ostra.

Luego Déjame Entrar, también sueca como Los Hombres que no Amaban a las Mujeres, que muy buena la historia, pero me eché un par de sueños. ¡Que lenta madre mía! Es de las películas que hay que ver, pero con la mente despejada y habiendo dormido 14 o 18 horas (en mi caso). Aunque en principio podría parecer de terror por el tema de los vampiros, es un dramón en toda regla.

Centrándome en Los Hombres que no Amaban a las Mujeres, y su metraje, que por las circunstancias me resultó algo excesivo, tengo que reconocer que el ritmo, aunque lento, no decae a lo largo de la cinta. El hilo conductor de la historia, la desaparición de una chica, asesinatos no resueltos, se ha tratado en numerosas ocasiones. Bien podría tratarse de un capítulo de Caso Abierto, al investigar algo sucedido cuarenta años antes.

¿Qué hay de nuevo? La película consigue mantener la expectación desde el principio, partiendo de una desaparición que aparentemente no hay por donde coger, sin pistas y con el inconveniente del tiempo transcurrido y de que ningún otro investigador en cuarenta años ha conseguido resolver. A partir de un foto y tirando poco a poco del hilo van surgiendo indicios y lo que empieza como un posible asesinato, acaba descubriendo un secreto familiar.

Comenta su protagonista Noomi Rapace en El Mundo que "Lo más relevante de Millennium es que descubre el interior de una sociedad supuestamente perfecta. Saca al exterior una realidad dura y sucia de violaciones y maltrato a las mujeres de la que nunca se ha querido hablar para, precisamente, no romper esa imagen de perfección". Y habla de la sociedad sueca ¡los que inventaron Ikea! Tal vez esto le pueda llamar la atención a un sueco, vamos, que pase en su país, pero lo que aparece reflejado en la película, desgraciadamente, podría suceder en cualquier parte del mundo.

Me sorprende leer en este mismo reportaje de El Mundo que Stieg Larsson, autor del libro, se inspiró en Pipi Calzaslargas para crear el personaje de Lisbeth Salander "Me pregunté: ¿qué sería de Pipi hoy? ¿De qué trabajaría? ¿Sería una sociópata? Por fuerza tendría que tener una visión muy diferente de la sociedad". Sinceramente no encuentro mucho parecido entre Pipi y Lisbeth, salvo que las dos eran independientes, suecas y un poco antisociales. La que si ha vuelto a mi memoria con esta película es la protagonista de Hard Candy (Ellen Page antes de Juno, no te la pierdas). Lisberth podría ser Hayley crecida, más real y golpeada por la vida.

Porque sin duda es la protagonista, Lisbeth Salander, encarnada por Noomi Rapace, lo mejor de la película. Un personaje muy complejo, muy real, alejada de heroínas tipo Lara Croft, que da, pero también recibe. Noomi ha logrado construir un personaje tan fuerte, pero a la vez tan frágil, tan independiente, pero con tanta necesidad de otros, con una actitud en ocasiones tan "de hombre", tan "echada pa´lante" pero con esa timidez al final de la cinta tan dulce, en definitiva, con tantos matices que deslumbra y ensombrece al resto de la película.

Michael Nyqvist, que da la réplica a Noomi como periodista que dirige la investigación, mantiene el tipo frente a la protagonista absoluta, y dibuja un personaje contenido y abrumado por la personalidad de Lisbeth.

En definitiva, una película recomendable por el carisma de su protagonista, de la que espero con ansia la segunda parte, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, que se comenta se estrenará el próximo 25 de septiembre.

Mi puntuación: 7/10
Lo mejor: La protagonista Lisbeth Salander
Lo peor: El ritmo pausado
La escena: El beso final.
Violencia: 3 Sexo: 3 Drama: 2 Suspense: 2