Corre Tom, Corre

Por AzidPhreak

Para comenzar he de decir que soy un bicho raro, pero me dormí como un lirón viendo El Código da Vinci y nunca pasé de las 100 primeras páginas del libro. Simplemente no me pareció “la bomba” que parece ser (tanto el libro como la película). Es por ello que mis expectativas con Ángeles y Demonios yacían en el subsuelo y si me arranqué a verla en pantalla grande este pasado domingo, fue porque el precio de la entrada me pareció razonablemente sugerente (3 euros tuvieron la culpa). Dicho esto apuntaré que posiblemente sean los euros mejor invertidos en una entrada de cine en mucho tiempo. Si lo que quería era entretenerme un buen rato, lo conseguí superando además por un amplio margen mis expectativas.

Ángeles y Demonios es la segunda aventura cinematográfica (y primera literaria, pues el libro de Dan Brown es anterior a El Código da Vinci) del profesor Robert Langdon. En ella este profesor de simbología religiosa se ve pronto sumido en la búsqueda de secretos de una antigua secta satánica denominada Illuminati y por la búsqueda del arma más mortífera de la humanidad (antimateria) que estos han puesto en el Vaticano. Con unas pocas horas para evitar el desastre, unos misteriosos ambigramas y con un asesino que siempre lleva la delantera, Langdon y una científica italiana se ponen en una carrera contra el reloj... Tras "El código da Vinci", Tom Hanks vuelve a interpretar el profesor Langdon en la adaptación del segundo best-seller más conocido de Dan Brown (autor que vendió los derechos de ambas novelas a la Sony, en el año 2003). La dirección y la adaptación vuelven a estar a cargo de Ron Howard y Akiva Goldsman, respectivamente. (FILMAFFINITY)

Soy un ser de naturaleza curiosa y el mundo del clero (jerarquía, costumbres y demás) no me es del todo desconocido, pero me ha gustado poder aprender un poco más sobre las ancestrales costumbres vaticanas. La película comienza con la muerte del Santo Pontífice y la primera media hora (de las dos y veinte que dura la gymkana de Tom Hanks por Roma) detalla con bastante acierto los pasos que da el clero para sustituir al que será el próximo timón de la Iglesia. Creo que todos conocemos la famosa fumatta, pero había datos que a un servidor se le escapaban y que agradezco hayan pasado a formar parte de mi culturilla popular. En ese punto la película me “llenó” bastante.

La historia no es para tirar cohetes: Los malos (Iluminatti) roban la antimateria (un agujero negro tamaño portátil y bastante inestable) y pretenden hacer volar el Vaticano (y aledaños) con ella para escarmentar a la Iglesia por un hecho acaecido siglos atrás. Hasta ahí bien. La cosa se complica cuando llaman a Langdon (un cruce entre Indiana Jones y el Nicholas Cage de La Búsqueda) para que meta horas extra en el Vaticano e impida que a nuestra amada Europa le salga un lunar del tamaño de Wisconsin. A partir de ahí todo se precipita y la película se convierte en una gran pista americana en la que el amigo Langdon corre de un lado para otro resolviendo enigmas casi instintivamente. Este último punto si que me resultó molesto. Por muy profesor experto que sea este buen hombre, aún no entiendo como los malos son tan tontos y él tan listo. Resuelve los problemas con tal facilidad que hace que uno deje de sentirse un genio por hacer el sudoku del dominical. No digo que debería ser un inepto, pero hombre… que se lo curre un poquito y le cueste, que al final más que un enigma parecen los 400 metros vallas. Pero bueno, en el fondo me gustó ver sudar a Hanks.

En el plano interpretativo Hanks es el que lleva la batuta. A mi no es un actor que me entusiasme. Podría decir incluso que evito sus películas. Será buen actor, pero todos tenemos prejuicios extraños, así que reflexiona antes de tirarme tu piedra al cráneo. A pesar de mis animadversiones, Hanks da vida con soltura a un personaje que no es de lo mejor que ha interpretado, pero que cumple con las exigencias del guión (salvando claro está, esos momentos de iluminación o genialidad). Ayelet Zurer se limita a ser prácticamente la chica que corre junto al héroe y deja caer de vez en cuando alguna frase ingeniosa. Sin más. Por otro lado el amigo Ewan McGregor da vida a la figura del camarlengo (figura que servidor desconocía y que me sorprendió gratamente). Digamos que también cumple su papel, a pesar de haber una escena en el tramo final en la que por exigencias del guión, el personaje para mi pierde toda la credibilidad (no saca el sable láser de milagro). Aún así, el elenco actoral cumple su papel y aportan dinamicidad a la historia.

Algo que me llamó la atención fueron los puntuales pero resultones efectos visuales. Gran calidad y muy bien encajados no llegan a chirriar, deslumbrando en una gran escena hacia el tramo final y aportando su dosis de violencia justa en los distintos asesinatos que se producen a lo largo de la historia. Sinceramente me sorprendieron. Además hay que tener en cuenta que el Vaticano denegó el permiso para poder rodar en numerosas localizaciones que aparecen en la película, por lo que un buen número de dependencias están recreadas al milímetro o generadas por ordenador sin que se note en un solo momento. Realmente espectacular.

En resumen, el señor Ron Howard ha sabido remontar el vuelo desde la sosa primera aventura y ha dirigido una segunda historia más trepidante, mejor llevada y destinada esencialmente a todos aquellos que quieran pasar un rato entretenido sin muchas más pretensiones. A mi me entretuvo y me mantuvo intrigado hasta el final, algo que desgraciadamente es novedad en estos tiempos grises e inciertos.

Nota: 6,5/10
Lo Mejor: El ritmo y la genial recreación del Vaticano.
Lo Peor: Que cualquiera pueda pilotar un helicóptero.
La Escena: El desenlacel (si no has leído el libro).

Acción:4; Suspense:3; Violencia:3
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Escuchando: Ennio Morricone - On Earth as It Is in Heaven
via FoxyTunes