No es País para Viejos, ¿Quién es el Dueño?

Por lucy liu

Ficha técnica:
Director: Ethan y Joel Cohen
Reparto: Javier Bardem, Josh Brolin, Tommy Lee Jones, Woody Harrelson, Kelly McDonald, Tess Harper.
Sinopsis:Llewelyn Moss (Josh Brolin), ex combatiente de Vietnam, con un empleo y un futuro inciertos, en un caluroso día de caza se encuentra con un cargamento de heroína, dos millones de dólares y una masacre. A partir de ahí su suertes cambia, aunque en la huida con el dinero no estará solo. El sheriff Bell (Tommy Lee Jones) y Anton Chigurgh (Javier Bardem) un asesino con muy pocos escrúpulos, le seguirán los talones hasta México.
Género: drama

Es la película de la que todos hablan en estos momentos, por diferentes motivos. Unos por la incursión de Javier Bardem dentro de ella, otros por ser el tan esperado regreso de los Hermanos Cohen, y las listas de nominados y premiados parece ser que la adoran. Hasta el momento son 16 premios los que lleva acumulados Javier Bardem por su papel, además de la nominación a los oscar como mejor actor secundario, así como ocho nominaciones a los oscar que atesora la película.

Primeramente tengo que decir que no soy gran seguidora de la obra de los hermanos Cohen, pues hasta la fecha aunque me pese decirlo, solo he visto una cinta de su manufactura. Así que no puedo comparar ni discernir, si como muchos dicen han regresado a ese cine que tenían tan olvidado. Lo que si puedo decir, y sin lugar a dudas, es ante la clase de película que nos encontramos. Y es, y lo digo sin pestañear, ante una muy buena película llena de matices.

La historia, adaptada de la novela homónima de Cormac McCarthy, la cual fue todo un éxito de ventas. Nos adentra en un mundo donde la honestidad, la libertad y los valores más primigenios se mezclan con la violencia y la falta de escrúpulos.

La barrera se rompe y los esfuerzos por mantenerse integro son cada vez más débiles. ¿Hasta dónde somos capaces de llegar? ¿Estamos dispuestos a renunciar? ¿Somos dueños de nuestro destino? Ninguna de estas preguntas tiene una clara respuesta, se nos plantean tal cual, la historia está escrita y solo tenemos que seguir el camino, aunque sí tenemos la oportunidad de una libre interpretación.

Hay dos factores claves para que la historia, ya a priori interesante, enganche aún más si cabe. El primero de ellos es el enclave, el paisaje que conforma la zona fronteriza de Texas con México, casi desértica, árida y extensa nos da el marco perfecto. De hecho en alguna imagen puedes sentir cómo si uno mismo estuviese subido a lo alto de la montaña y pudieses divisar todo el horizonte. Es ahí donde te dices a ti mismo, yo también correría y si pudiera no miraría hacia atrás.

Y el segundo factor es el cuidado reparto, en el cual los personajes masculinos son estudiados eslabones de una cadena que la hacen fuerte e irrompible. A estas alturas y con toda una vida a sus espaldas, nadie duda de Tommy Lee Jones, al que igual podemos ver en la piel de un integro sheriff o yéndosele la vida en busca de extraterrestres. Josh Brolin, al que físicamente cada vez me recuerda más a su padre en la inolvidable Hotel, lleva una racha imparable, y su nombre ha vuelto a resurgir. Atrás quedaron los años en los que parecía ser solamente el reclamo de enloquecidas jovencitas, ahora la madurez , sin restarle ni un ápice de atractivo, le está dando la oportunidad de demostrar lo gran actor que es. Javier Bardem, del que nunca he tenido la duda de su gran potencial, borda en todos los sentidos su papel, dando la vuelta a la tortilla, y consiguiendo que un papel secundario haga sombra a los principales. Si alguien tenía alguna duda de que este chico valía mucho, desde el primer fotograma de la película tienen la oportunidad para despejar cualquier incógnita que les quedara. Pues, a mi juicio, sustenta el pilar central de toda la historia. Le sobran las palabras, si bien sus diálogos son parcos, pero la profunda mirada, la pose tranquila y su decisión en los actos ayudan a adentrarnos en su mente y psicología.

Aunque la historia es un drama en toda regla, más bien podríamos definirlo como una cacería y no solo la representada por Chigurgh hacia Moss, si no también la continua búsqueda que Bell tiene ante la integridad y el equilibrio de todos los parámetros de su vida.
La cinta está plagada de escenas que rebosan violencia por los cuatro costados, no escatima en detalles aunque hábilmente entrelaza un humor socarrón creando escenas dignas de enmarcar.

Todos los ingredientes agitados en la coctelera hacen de No es país para viejos una gran película, una cita con la oscuridad de la sala que no defrauda. Aunque si quisiéramos encontrar algún altibajo, podríamos dárselo al final, algo abierto e inconcluso dejando que sea el espectador el que le de su propia interpretación y al hilo de esta cuestión lo que es curioso es escuchar al público que ha acudido al cine, una vez terminada la película.

No siempre presto atención a las conversaciones ajenas, pero en esta ocasión los comentarios llegaron a mi pabellón auditivo como suave brisa. La pareja que tenía justo al lado le comentaba él a ella que no había entendido el final. Previamente ya habían sugerido que si la película les gustaba él le compraría el libro a ella para que se lo leyera, pero una vez terminada la película era él que tenía más intención de leerlo para ver si así entendía el final. Por otro lado unas mujeres de mediana edad, conversaban animadamente sobre el mismo tema, tampoco habían entendido muy bien el final, una de ellas las decía que tenías que imaginártelo. Y sí, es un final abierto, no te da todas las claves masticadas pues al fin y al cabo el destino no está escrito.

Mi puntuación: 8,5/10
Lo mejor: las interpretaciones que secundan una buena historia
Lo peor: no haber disfrutado de la voz original de Javier Bardem
La escena: Antón Chigurgh deshaciéndose de un policía en la comisaría
La frase: hay que afrontar lo venidero, lo contrario sería vanidad

Contenido: drama: 3, violencia: 4, humor: 2