Alfombra verde

Por Kampanilla

La alfombra verde, todavía no me acostumbro, nos ha regalado un sinfín de modelitos que admirar y criticar. Impresionante Silvia Abascal, con un modelo vaporoso en tono perla, con una gran cola y un generoso escote cruzado. Perfecta Belén Rueda con un vestido rojo de Carolina Herrera, escote corazón y cola, cuyo única pega era el peinado, muy desdibujado. Me ha llamado la atención Cuca Escribano, que actualmente forma parte del reparto de la controvertida serie Sin tetas no hay paraíso, que llevaba un vestido dorado, con escote palabra de honor, corte imperio y volumen bajo el pecho. Elsa Pataki lucía un vestido de Versace en tonos maquillaje con un generoso escote, cola y mangas de gasa abombadas. Maribel Verdú, muy guapa con un vestido plata vieja plisado.

Nawya Nimri, en su línea con un vestido raro, blanco, estilo bata, arrugado, con mucho escote, hombreras y dos tallas más grande. Blanca Portillo llevaba un vestido modelo carcelario de David Delfín, cuyo estampado repitió alguna asistente más.

En la parte menos elegante, Neus Asensi con un modelo de lentejuelas plata, corto y atado al cuello de John Galliano, no entiendo por qué algunas actrices eligen vestidos cortos para una gala de noche. Claudia Molina con un modelo de lentejuelas negro que parecía un disfraz de Halloween. La parte friki, la protagonizó Leticia Sabater, que inexpicablemente asistió a los Goya. Oí algo durante la gala, y pensé que era un bulo, pero ahí esta la foto para atestiguar su asistencia. Lucía, es un decir, un vestido de flores, que más que flores me recordaban a unos huevos fritos, con una apertura lateral, para que la moza enseñase cacha.

En cuanto a parejas, muy bien Juana Acosta con vestido rojo de raso y Ernesto Alterio con traje de Dior Homme, camisa blanca y corbata estrecha.

En el apartado hombres, me encantó Unax Ugalde, con traje y camisa negra. Alejo Sauras, se pasó con esa pedazo pajarita y Hugo Silvas, se quedó corto con la camisa desabrochada y barbota de guarrete, ambos tan diferentes, pero los dos vestidos por Hugo Boss. Santi Millán me espantó con un traje plateado y camisa negra, que como él mismo dijo, hubiese llevado Frank Sinatra, en otros tiempos. Y para terminar, Juan José Ballesta, acompañado por su embarazadísima novia, más chulo que un ocho, en camisa con la chaqueta en la mano y con pelos de delincuente juvenil, no sé si por exigencias de algún rodaje, o no...