El Rincón de los Niños Perdidos

"No hay ensayo general, cada día es debut y despedida"

miércoles, abril 27, 2011

Scream 4. La Espera ¿Merece la Pena?

Recuerdo que corrían los noventa cuando Ghostface rasgó atropelladamente y por primera vez, las pantallas de todo el mundo con su inconfundible puñal. Quedé realmente perplejo por la simple, pero aterradora estética (esa máscara me tiene loco) y porque Scream fué una película de freaks destinada a los freaks. Preguntas sobre cine del género que la gran mayoría contestábamos en voz baja en la oscuridad del cine, las mil veces comentadas reglas de las pelis de miedo ochenteras y algún que otro homenaje a los clásicos, son detalles que aún me cuesta encontrar en todas aquellas historias que surgieron a la sombra de la obra de Kevin Williamson y Wes Craven.

Vaya por delante que me encanta la iconografía de Scream, sus giros de guión y las carreras de obstáculos que acaba disputando Ghostface tras su víctima. Aún así, me coloco un punto por debajo de lo que se considera un fan de la saga, pues, a pesar de que adoro el original, a medida que avanzan las secuelas, mi interés se va desinflando poco a poco. Creo que esto es debido a que la repetición de la fórmula no siempre es efectiva y esta cuarta parte, a pesar de que intenta disfrazar lo de siempre, es un calco de las anteriores (máxime en las múltiples "escena homenaje" y sátiras hacia la saga). Pese a todo, me he divertido.

Scream 4 comienza diez años después de la tercera entrega. Sidney Prescott ha logrado olvidar los asesinatos cometidos en Woodsboro. Convertida en una escritora de éxito, vuelve a su pueblo natal con motivo de la gira de promoción de su nuevo libro. Pero su regreso irá acompañado de una nueva ola de crímenes perpetrados por un viejo conocido: Ghostface

El arranque es realmente bueno y lo considero todo un homenaje a la legión de fans de la saga. Es divertido y "original", aunque puede acabar resultando tan repetitivo como la saga en si. Me gustó el momento absurdo de las dos chicas (Anna Paquin y Kristen Bell) viendo la película en el sofá de casa y la referencia a Robert Rodríguez en Stab. Recomendable no llegar tarde a la sala, pues para mi, el inicio es lo mejor de la película.

Tras un arranque prometedor, trancurren unos 45 minutos que logran mantener el pulso narrativo. Las pistas falsas al espectador, las apariciones de Ghostface y los politonos se suceden con bastante acierto hasta el momento en que la película comienza a desinflarse. A partir de ahí, por mucho que se intente vender la idea de "nuevas reglas" y todo cambia, la película es un calco de las anteriores pero con menos gracia. Los "homenajes" a la saga, autoparodias y un final con alguna escena absurda y exagerada hasta la extenuación (chica-cuadro-chica-mesa... une los puntos si la has visto) me defraudaron bastante. Pero si hay algo que no acabó de encajarme, es la motivación de Ghostface para cometer los crímenes. Me pareció una excusa demasiado facilona y moralista (aunque desgraciadamente bastante real). Por principios no hablaré de ello ni en spoiler, pero creo que queda claro que esta vez lo que importa no es el porqué de trayecto, sinó el cómo se desarrolla el viaje hasta allá y quien oculta su rostro tras la máscara.

A los personajes clásicos, Sidney (Neve Campbell), Dewey (David Arquette) y Gale (Coutney Cox), se une la chavaleria necesaria para relanzar la saga. Nuevos tiempos, nuevos cretinos: Tres pijas pidiendo guerra, la prima de Cindy (sobrina, en la vida real, de Julia Roberts), el ex-novio de esta y un par de freaks del cine de terror (especialmente odioso el que lleva siempre consigo una cámara web para publicar lo que ve, directamente en su blog). Seguro que olvido a alguien, pero creedme: desearás que lo maten. No hay uno de ellos que merezca ser nombrado en la Teoría de la evolución de Darwin. De las tres lolitas, salvo de la quema a Hayden Patteniere, la animadora de la serie Héroes, porque, a pesar de su horrendo peinado, sigue alegrando la vista al personal masculino. No pidáis peras al olmo. Uno de los odiosos freaks es Rory Culkin, hermanísimo del antaño adorable protagonista de Solo en Casa. La verdad es que el nivel de actuación de ambos es igual de plano. Espero que, al menos, en la vida real este sea más listo que el hermano. En cuanto a los clásicos os dejo una pregunta: ¿Porqué Dewey ha perdido su característica cojera y torpeza?. Fallo imperdonable.

Me llamó la atención el que, como ya pasara en otras sagas de terror, las muertes se han ido volviendo más visuales y explícitas a lo largo de los años. De esta manera,en esta última entrega podemos ver alguna que otra escena que pasa de puntillas sobre el género gore. ¿Nos estamos embruteciendo tanto que tenemos que mostrar todo de forma cada vez más cruda?.¡Qué daño han hecho los telediarios!. Ahí lo dejo.

En definitiva, Scream 4 es más de lo mismo pero con un descarado intento de atrapar nuevos jóvenes adeptos. La primera parte de la película convence e incluso es notable en alguna de sus escenas, pero poco a poco pierde fuerza y comienzas a desear que te muestren al asesino para poder irte a casa cuanto antes (a pesar de que a mi la identidad de este me pilló por sorpresa, al tener mi teoría erróneamente construída). Supongo que no defraude a los fanáticos de la saga y que los espectadores la encuentren entretenida, pero en mi opinión, el resultado/regustillo final no pasa de un seis sobre diez.

Lo mejor: El acertado arranque de la historia y la primera media hora.
Lo peor: Que no aporta nada nuevo.
La frase: La primera regla de los remakes es no joder al original.
La escena: La presentación de la historia.

Contenido: Violencia: 4, Terror: 3, Comedia: 1

Escuchando: David Lee Roth - That´s Life

1 chismorreos:

Ghostface siempre me provocó una inquietud notable. Hay algo en ese rostro contraido que me aterraba como pocos.

Por eso, la saga siempre ha sido una de mis favoritas, a pesar de reconocer que como ocurre con el genero, la espectacularidad de cada secuela sea inversamente proporcional a su calidad.

Habrá que buscar un hueco para echarla un ojo y para ver los estragos que el tiempo y las operaciones puedan haber hecho sobre la morbosa Neve Campbell, uno de mis iconos sexuales de los noventa.