Es por esto que la próxima semana me voy temporalmente al banquillo. Que jueguen otros que yo no tengo más sangre en las piernas. Necesito bajar la marcha para adelantar con soltura, pues el motor me está perdiendo revoluciones. Esta vez, además, la pausa viene acompañada de una gran noticia: Mañana se casa mi hermano. Eso vale para mi más que todo el descanso que uno pueda necesitar o merecer.
Mi hermano es un tío grande, aunque esté mal que yo lo diga. Es de ese tipo de personas a los que la vida les da mierda y piden dos raciones mas con una sonrisa en la boca. Optimista, generoso y amigo hasta de su peor enemigo. Desde crío apuntaba maneras y nos ha demostrado día a día que las expectativas que todos teníamos en él, se han quedado cortas. Aún no lo sabe, pero es, por derecho propio, todo un Niño Perdido. Por sus carreras en el patio del cole, por sus travesuras, por las velocidades que alcanzaba en la bici siendo un renacuajo, por las batallas de almohadas, por aquella cara de pillo que aún no se le ha borrado... Sin duda, es uno de los nuestros.
Como era de esperar, alguien tan grande no podía encontrar a su medio limón tan fácilmente. Pero todo llega. Su vida cambió hace un tiempo en las bellas tierras de Híspalis donde, por fin, pudo dar por concluida su búsqueda. Una bella astigitana, con un corazón tan grande como el suyo y unos ojos que harían palidecer de envidia a la mismísima Sofía Loren, decidió ser esa gran parte que a todo ser humano le falta de nacimiento. Sé que conformarán el limón más alegre y dicharachero de todo el limonar. No me cabe la menor duda.
Como veis, no todo en mi vida es cine, aunque en ocasiones me alegra sentir que esta supera con creces cualquier final feliz de la gran pantalla.
Hasta dentro de una semana, dejo a Lucy a cargo de las llaves. Siempre ha estado ahí y sé que cuidará, una vez más, nuestro refugio mejor que yo. Yo andaré deambulando por tierras Sevillanas y Cordobesas para ver de primera mano las maravillas que una vez quisieron arrebatarnos y que tanta sangre nos costó recuperar. Hasta mi vuelta seguid ahí, corriendo al son que marca la vida, pero recordad parar de vez en cuando para dar un vistazo a vuestro alrededor y ¿quién sabe? quizás me encontréis ahí, disfrutando del paisaje con una buena pinta de negra y espumosa irlandesa. Estaréis invitados a una ronda. Palabrita de Azid.
Escuchando: Paco de Lucía - Entre Dos Aguas
2 chismorreos:
Un saludo
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