El Rincón de los Niños Perdidos

"No hay ensayo general, cada día es debut y despedida"

lunes, diciembre 06, 2010

Entre Fogones, Fauna y Recuerdos


Un día por otro, por falta de tiempo y vacaciones de las musas no os he ido informando sobre los últimos estrenos que han caído en mis redes. Ahora ya son varios así que para no aburriros con mi perorata ha decidido haceros unas críticas Express sobre las tres últimas películas vistas en la sala de cine.
Por orden de visionado os hablaré sobre Héroes, Bon appétit y Entrelobos. Espero que si ya las habéis visto comentéis vuestro punto de vista y si aún estáis indecisos os ayuden a despejar dudas.

Héroes. Pau Freixas ha trabajado como guionista para un nutrido número de series televisivas, títulos de éxito como Hermanos y detectives lleva su sello. En el mundo del largometraje ha sido menos prolífico, y a parte del título que nos ocupa, su anterior largo fue Cámara oscura. Esta vez para llevar a cabo Héroes a escrito, al alimón, con Alber Espinosa el guión. Este dato ya me daba una pista sobre lo que podría encontrarme, pues Espinosa, más guionista que director, nos ha brindado trabajos de la talla emotiva de Planta 4ª o Tu vida en 65´

Y así ha sido, entre ambos, con Héroes nos han sacado a la luz el niño que llevamos dentro. Rodeados de un elenco actoral de la talla de Alex Brendemühl, Emma Suárez, Lluis Homar o Eva Santolaria nos trasladan a aquellos dorados años ochenta, una década en la que la que suscribe y muchos de los que nos leéis vivimos nuestra infancia. Es por ello que el recuerdo se hace latente en todos los fotogramas de la cinta, evocando canciones, vestimentas, rutinas o hasta helados. Héroes es una cinta para el recuerdo, realizada desde el recuerdo, pues además de ese guiño a nuestra infancia, es un claro homenaje a esas películas que también surgieron en aquellos años, con las que tanto disfrutamos como Los Goonies, Cuenta conmigo o la televisiva serie española Verano azul. Un canto a la amistad, a aquellos dorados veranos, a esa infancia e inocencia que se quedó por el camino de la responsabilidad y madurez pero que el fondo aún llevamos con nosotros.

Héroes no pasará a los anales de la historia como obra maestra, ni lo pretende, y además qué importa eso si lo que realmente es, es una película que apela a los sentimientos y a las emociones, y esa tarea la tiene más que lograda. Aunque la crítica y los premios no han pasado de largo por su lado, pues en el pasado Festival de Málaga se alzó con el premio del público. La que suscribe se confiesa una nostálgica empedernida y de lágrima fácil por ello no es extraño que el final se le antojara de obligada conmoción. Aunque puedo asegurar que a más de uno le ocurrirá. Una película apta para todos aquellos públicos que quieran viajar en los recuerdos y aprecien una cita con el paso del tiempo.

Mi nota: 8/10
Lo mejor: El guión y los guiños al recuerdo
Lo peor: El doblaje
La frase: ¿No recuerdas ningún verano como el más importante de tu vida?
Contenido: Drama: 3, Amistad: 4

Bon appétit. Con un claro aroma a cine europeo, David Pinillos da el salto al largo, tras su cortometraje Dolly, con una cinta de corte romántico, en la que el guión corre a cargo de él mismo junto a Paco Cabezas, otro gran cortometrajista, autor de Carne de Neón, que muy pronto veremos su versión extendida en el largo que se será su segundo trabajo tras Aparecidos, en la materia. Un debut que no ha podido ser mejor recompensado, pues en el Festival de Málaga el jurado se rindió a sus pies, concediendo a la cinta los premios de mejor actor para Unax Ugalde, mención especial a Nora Tschirner y el premio al mejor guión. 

Reconozco que muchas veces al oír película romántica me da un subidón de insulina y me agarro a la butaca pensando que será una película más, empalagosa y pastelosa. Pero hay ocasiones, como ésta, en la que reconozco un buen trabajo. Pues Bon appétit, además de ser una cinta gastronómica de amigos que se besa, como reza el director, es una película romántica poco edulcorada. Con ese halo europeo que tanto me gusta. Sabor europeo que se degusta desde los actores, con un elenco internacional en el que encontramos nombres como el de la alemana Nora Tschirner, a la que se la ha visto en cintas como Un conejo sin orejas o Kebab connection, el italiano Giulio Berruti visto en Melisa P, el también germano Herbert Knaup, que algunos recordarán por La vida de los otros y el español Unax Ugalde, que poco ya puedo decir de él; Hasta en la ambientación, ya no solamente por los paisajes en los que está rodada, que nos deja bellas imágenes de la ciudad de Zurich o Bilbao, sino por la fotografía y su color, grisácea con matices azulados que nos trasportan al frío y agridulce de los sentimientos. Pues, a tenor de no querer desvelar nada de la trama, hay que subrayar que Bon appétit, no es una cinta romántica con un final de esos de comieron perdices, tiene el final que se merece y el que inequívocamente tiene que ser. Una cinta para disfrutar tanto solo como en compañía y acercarnos a nuestro rinconcito del corazón, aquel donde se guardan los sentimientos y los anhelos de los primeros y los últimos besos.

Mi nota: 7,5/10
Lo mejor: No caer en el romanticismo empalagoso
Lo peor: Que algunos piensen que es una película romántica más y no la den una oportunidad.
La frase: La vida no es como te la cuentan en las películas
Contenido: Amor: 4; Drama: 2

Entrelobos. Dirigida por Gerardo Olivares artífice de títulos como 14 kilómetros o La gran final y un nada desdeñable número de diversos documentales, y con guión de la misma mano, nos adentra en la recreación de las vivencias reales de Marcos Rodriguez Pantoja, un cordobés, hoy en día afincado en un pueblecito de Orense, que en los años 50 fue vendido por su padre a un cabrero y tuvo que sobrevivir en el bosque durante doce años. Unos años que le llevaron a una especial comunión con la naturaleza y la fauna del lugar.

En frecuentes ocasiones frente a una película basada en hechos reales nos dejamos llevar por las folletinescas cintas de sobremesa y esos dramas llevados al exceso de retos personales que nos alejan del fantástico mundo del celuloide, pero en esta ocasión con Entrelobos se cumple la premisa de un acercamiento a la historia real sin perder un ápice del buen manejo de la cámara y el guión. Pues ayudados por las interpretaciones de unos soberbios Carlos Bardem y Sancho Gracia, mención a parte tiene la del niño Manuel Camacho, que da vida a Marcos en su niñez, parte más extendida, de hecho, del metraje. En cuanto a Juanjo Ballesta está correcto en su papel, y protagoniza un par de escenas remarcables, pero su aparición en la cinta es más de nombre que de minutos. Aspecto que me desorientó tras su continuo marketing. Pero dejando este aspecto a un lado, hay que decir que la cinta tiene una excelente factura, tanto como ya he dicho en el plano interpretativo, como el de fotografía. 

Tomando de fondo los bellos parajes de la sierra cordobesa, nos encontramos ante unas imágenes dignas de El hombre y la tierra, el trabajo llevado a cabo con toda la fauna protagonista, pues no debemos de olvidar que ella es también protagonista de la historia, es de meritoria consideración. Aunque en ocasiones algunos puedan pensar que estamos ante un documental de flora y fauna autóctona, más que ante una película. Pero yo destacaría en cambio esa perfecta comunión entre fauna, flora y ser humano que nos lleva a comprender el cómo el ser humano es capaz de adaptarse al medio, de formarse un modo de vida, y sea cual sea ese medio sentir un profundo desarraigo cuando es desposeído del mismo.

Mi nota: 8/10
Lo mejor: la sabia comunión Tierra y Hombre
Lo peor: no exprimir más la edad adulta del personaje.
La frase: Los aullidos
Contenido: Drama: 4, Naturaleza: 4

Escuchando: Forever young - Alphaville