El Rincón de los Niños Perdidos

"No hay ensayo general, cada día es debut y despedida"

miércoles, abril 07, 2010

Homo Homini Lupus

Cada vez que veo un Telediario, mi cada vez más escasa confianza en el ser humano, se quiebra un poquito más. No es que sea un pacifista enamorado del amor ni un idealista empedernido, pero hace bastante tiempo que el antaño jovial Pepito Grillo que habita sobre mi hombro, no para de llorar de desesperación.

Es crudo mirar alrededor y encontrar violencia por todos los sitios. Por un lado la, ya desgraciadamente habitual, situación que viven países de Oriente Próximo (conflicto Palestino-Israelí, Afganistan, Iraq,...) se extiende al resto del mundo como un cáncer (11S, 11M, recientemente el metro de Moscú,...). Diáriamente se producen hechos atroces en los que siempre se ve involucrada la población civil. Daños colaterales los llaman, como si animaladas de tal calibre pudieran recibir bautizo linguístico alguno. Lo peor de todo es que no hay solución a la vista, pues dos no hablan si uno no quiere y me temo que aquí son las dos partes las que no quieren hablar (o al menos en el mismo idioma).

Igual de escalofriante me parece encontrar vídeos en las portadas de los telediarios en los que (como diría mi admirada Elizabeth Taylor en La Gata Sobre el Tejado de Zinc) pequeños monstruitos cuellicortos propinan una brutal paliza a un transeúnte, se mofan de otro escolar o humillan al profesor de mates mientras el simpático de turno graba la hazaña con su flamante móvil 3G cuatro velocidades, para subirlo luego a youtube desde casa con el ADSL de 12Mb que paga papá. A los cuatro que logran localizar las autoridades, los castigan a bajar la basura durante una semana, pero sin violencia, no se nos vaya a malear más el pobre chaval.

Y es que hay que entender a la chavalería: Tienen de todo pero quieren más. Simplemente son ambiciosos y ¿quiénes son sus mayores para cortarles las alas?. Además, tienen un gran arma que les ha dado el Estado para ello: La Fabulosa Ley del Menor. Con ella en la mano, un juez ante un escalofriante caso de homicidio como el acaecído hace cuatro días en Seseña, únicamente puede limitarse a decir las palábras mágicas:"Niño, caca. Eso no se hace" y dejar al apenado adolescente (en este caso ni eso...) internado en un centro hasta que sea mayor de edad, momento en el que volverá "al mundo real" con mucha más información de la que tenía. Del caso Marta del Castillo mejor no hablamos que me sale la vena ejecutora y no dejo uno vivo.

De la misma manera que sorprende ver a Jóvenes Castores convertidos en pequeños Charles Manson, aterroriza oir noticias del tipo: Acude a hablar con el profesor de su hija y le propina una monumental paliza (angelito). Con progenitores así es lógico encontrar lo que encontramos, máxime cuando el educador/profesor/maestro ha perdido toda potestad para exigir el respeto que merece (y ojo que no apruebo el castigo físico, pero como decía mi abuela:"más vale un cachete a tiempo").

Y por último y no por ello menos espeluznante, se encuentra la mal denominada "violencia de género" (el género no distingue sexos), conocida también como "violencia machista" o "violencia doméstica". Absolutamente todos los días alguien sufre un episodio de violencia a manos de un ser, hasta entonces supongo, querido. El incremento de este tipo de muertes, ataques o palizas en nuestro país, ha sido espectacular en los últimos años y parece seguir in crescendo, sin que víctima (si continúa respirando) o verdugo, encuentren justicia en los tribunales.

En este punto me quiero detener un momento para decir desde aquí que ciertamente la víctima suele ser femenina, por lo que entendería el término "violencia machista", pero no toda violencia es física ni toda violencia es machista. Para muestra un botón: Hace aproximadamente una semana, me encontraba guardando rigurosa fila en la panadería que alguien tuvo a bien instalar a pocos metros de mi domicilio. Delante mío había dos parejas y unas cuatro personas más. Una de las parejas la componía un agradable matrimonio de avanzada edad. Llegado su turno, la chica del otro lado del mostrador les preguntó qué querían. La, hasta entonces agradable, señora, en menos de lo que canta un gallo, dijo en voz alta dirigiéndose a su marido con un desprecio absoluto: "Dame una barra de pan hija, que este no tiene huevos ni para pedírtelo. Nació tonto". Ni que decir tiene que los que allí congregados estábamos, nos miramos con los ojos como huevos duros mientras el anciano bajaba la cabeza en silencio. Nadie resultó herido, nadie murió y la noticia nunca saldrá en un Telediario, pero violencia hubo y sinó que se lo pregunten al nudo de rabia que se formó en la boca de mi estómago o a los apaleados sentimientos del anciano. Eso también es violencia y como dijo el sabio: Violencia engendra violencia. No quiero con esta historia justificar las atrocidades que vemos día a día en las noticias, pero si puntualizar que hay más violencia de la que nos enseñan y que no siempre la mujer es la víctima indefensa.

Sea como fuere, es realmente descorazonador ver como estamos acostumbrados a vivir rodeados de una violencia que ya se ha convertido en una más de la familia. Si algo molesta, cambiamos de canal o pasamos página. En mi opinión, el problema de fondo es, esencialmente, la falta de respeto, pues creo que este y la violencia tienen una relación inversamente proporcional (más respeto, menos violencia y viceversa). El respeto se consigue con educación y esta está regida por unas leyes que hace tiempo que, paradójicamente, dejaron de ser equilibradas. Estamos entonces ante una fórmula, con muchas incógnitas y demasiadas premisas erróneas. Mientras esto siga así, la línea que traza la función de la violencia, se irá alejando verticalmente del eje de ordenadas mientras que la del respeto desaparecerá poco a poco por debajo. Tras siglos de desarrollo, en plena involución humana me encuentro. Ya lo dijo Albert Einstein:"No sé qué armas se utilizarán en la Tercera Guerra Mundial, pero en la Cuarta Guerra Mundial usarán palos y piedras. Estoy seguro".

Escuchando: Peter Gabriel & Kate Bush - Don´t Give Up

4 chismorreos:

Interesante comentario, yo he visto muchos casos así
 
"Neocon", que eres un "neocon".
 
Ciertamente hay muchos casos así Lily. Diría lo de "esperemos que vayan a menos", pero no acostumbro a decir cosas en las que no creo. Paciencia.

Estimado Jabi, desconozoco si mis palabras encajan en la ideología neocon, aunque conociendole como le conozco lo interpreto como ironía. Creo que todas las corrientes político/sociales al final, se basan en las mismas bases, pero cada uno las deforma como quiere ;-P

Un saludete a ambos y buen fin de semana.
 
Querido amigo, ante el gran publico siempre ha de oscilarse entre la ironía y el sarcasmo.
Regards.