Desde que Romero sacudiera medio mundo con su Noche de los Muertos Vivientes, el "género zombie" ha ido acaparando adeptos por allá por donde ha pasado. Bien es cierto que hay de todo y para todos los gustos y que las buenas películas son muy buenas (recomiendo encarecidamente El Amanecer de los Muertos) y las malas son rematadamente malas. Afortunadamente, Zombieland pertenece al selecto primer grupo. Yo diría que es una especie de Zombie´s Party (Shaun of the Dead) a la americana (más exagerada, violenta y gamberra) con un Woody Harrelson totalmente desatado.
En un mundo plagado de zombis, Columbus (Jesse Eisenberg) es un gallina, un joven que se encuentra aterrorizado por la situación, pero cuando te juegas el ser comido por los zombies, el miedo puede mantenerte vivo. De hecho su cobardía precisamente le ha permitido que sus sesos aún se mantengan en su cabeza. Sin embargo, Columbus se verá forzado a sacar el poco valor del que dispone para unirse a una banda de supervivientes a la que pertenece un cazador de muertos vivientes del que se hace amigo. Tallahassse (Woody Harrelson) es un macarra caza zombies cuya única determinación en su vida es lograr el último Twinkie (pastelitos de vainilla) en la tierra. Cuando ambos unen fuerzas con Wichita (Emma Stone) y Little Rock (Abigail Breslin), que también han encontrado una manera original de sobrevivir en ese caos, tendrán que elegir que es peor: si confiar los unos en los otros o sucumbir ante los zombies. (FILMAFFINITY)
No soy un purista del cine zombie, por lo que no suelo diferenciar zombies de infectados, pero por si alguien tiene la (razonable) duda, diré que estamos ante una película de infectados. Para todo aquel no ducho en tales cuestiones, diré que la diferencia esencial entre zombie e infectado es que los primeros arrastran lo que queda de ellos al paso que buenamente pueden aguantar, mientras que los segundos son una especie de Usain Bolt a velocidad crucero y con más mala leche que Belén Esteban en las rebajas. Un ejemplo de zombie serían los de La Noche de los Muertos Vivientes o el Thriller de Michael (que estás en los cielos) Jackson y de infectados el más claro ejemplo es el de 28 Días Después o la mentada El Amanecer de los Muertos. Aclarado este punto, entramos en materia.
Soy de los que creen que lo único que merece la pena (además de los sempiternos FX) de 2012 es la reconfortante intervención del amigo Woody Harrelson. Me encanta este tío, en especial cuando "le dejan suelto". En Zombieland da vida a un cowboy cuyo único objetivo en la vida es encontrar un buen puñado de Twinkies, una especie de pastelitos similares a las Panteras Rosas pero con sabor a vainilla) aunque para ello deba atravesar medio mundo (infestado de zombies, dicho sea de paso). Tengo la firme creencia de que Woody Harrelson no actúa: Simplemente es así ¡Y me gusta!. Su personaje alcanza el culmen en una secuencia en el parque de atracciones, que hará las delicias de todos los incondicionales del género. La dosis de locura que aporta mantiene gran parte de la película. La otra gran baza interpretativa la juega Jesse Eisenberg, al que ya vimos en la altamente recomendable Adventureland, dando vida a Columbus, un "especimen" que sigue vivo gracias a las reglas que se ha marcado. La relación entre ambos es un poco difusa, pero funciona y da bastante juego a la esencia cómica de la historia. Las chicas no lo hacen mal, aunque no destacan demasiado (en especial mi entrañable Abigail "Miss Sunshine" Breslin que hace un papel semi-testimonial). Y el resto del reparto sencillamente... ¡¡son zombies!! (ojo al formidable cameo de mi admirado Bill Murray).
Me parece un gran acierto la inclusión de las normas de supervivencia de Columbus en determinadas escenas a modo de luminosos, carteles o simplemente letras 3D totalmente integrados en su entorno. Y es que el montaje es otro punto a favor de Zombieland. Los títulos de crédito iniciales, a ritmo del For Whom The Bell Tolls de Metallica, son realmente brutales (a la vez que violentos) y demuestran un gran manejo de la imagen digital.
La violencia está muy presente desde el primer compás de la película. Zombieland es una comedia, pero que nadie se lleve a equívocos: La sangre, mutilaciones, atropellos, mordiscos y demás están muy presentes y se muestran sin tapujos. No hablamos de una película truculenta al estilo Hostel, por ejemplo, pues la violencia suele ser tan exagerada que en determinadas ocasiones provoca hasta la carcajada, pero puede resultar bastante dura visualmente para algunos espectadores (aunque, en ese caso, un servidor no entiendería que buscan en una película de zombies).
La banda sonora, amén de los mencionados Metallica en su inicio, cuenta con gente de la talla de Van Halen, Willie Nelson, Sea Wolf, Band of Horses o The Velvet Underground entre otros. Como curiosidad menciono que contiene un temazo ochentero de los que marcaron época: GhostBusters de Ray Parker Jr. Una banda sonora a la altura de la película.
Pero no todo el monte es orégano. La película, a mi modo de ver, tiene un fallo que pesa mucho sobre el resultado final. El comienzo es adrenalítico, pero súbitamente frena en seco y no vuelve a acelerar hasta los veinte (inolvidables) minutos finales. Ese bajón de ritmo es tan pronunciado que, a pesar del acelerón final, la película no llega a remontar el vuelo, quedando un regustillo agridulce a la llegada de los títulos de crédito. La historia tampoco es para tirar cohetes, pero creo que en el género zombie es algo bastante habitual.
En definitiva, Zombieland, a pesar de estos pequeños inconvenientes, es una gran gamberrada digna de disfrutar.
Mi puntuación: 7,5/10 En un mundo plagado de zombis, Columbus (Jesse Eisenberg) es un gallina, un joven que se encuentra aterrorizado por la situación, pero cuando te juegas el ser comido por los zombies, el miedo puede mantenerte vivo. De hecho su cobardía precisamente le ha permitido que sus sesos aún se mantengan en su cabeza. Sin embargo, Columbus se verá forzado a sacar el poco valor del que dispone para unirse a una banda de supervivientes a la que pertenece un cazador de muertos vivientes del que se hace amigo. Tallahassse (Woody Harrelson) es un macarra caza zombies cuya única determinación en su vida es lograr el último Twinkie (pastelitos de vainilla) en la tierra. Cuando ambos unen fuerzas con Wichita (Emma Stone) y Little Rock (Abigail Breslin), que también han encontrado una manera original de sobrevivir en ese caos, tendrán que elegir que es peor: si confiar los unos en los otros o sucumbir ante los zombies. (FILMAFFINITY)
No soy un purista del cine zombie, por lo que no suelo diferenciar zombies de infectados, pero por si alguien tiene la (razonable) duda, diré que estamos ante una película de infectados. Para todo aquel no ducho en tales cuestiones, diré que la diferencia esencial entre zombie e infectado es que los primeros arrastran lo que queda de ellos al paso que buenamente pueden aguantar, mientras que los segundos son una especie de Usain Bolt a velocidad crucero y con más mala leche que Belén Esteban en las rebajas. Un ejemplo de zombie serían los de La Noche de los Muertos Vivientes o el Thriller de Michael (que estás en los cielos) Jackson y de infectados el más claro ejemplo es el de 28 Días Después o la mentada El Amanecer de los Muertos. Aclarado este punto, entramos en materia.
Soy de los que creen que lo único que merece la pena (además de los sempiternos FX) de 2012 es la reconfortante intervención del amigo Woody Harrelson. Me encanta este tío, en especial cuando "le dejan suelto". En Zombieland da vida a un cowboy cuyo único objetivo en la vida es encontrar un buen puñado de Twinkies, una especie de pastelitos similares a las Panteras Rosas pero con sabor a vainilla) aunque para ello deba atravesar medio mundo (infestado de zombies, dicho sea de paso). Tengo la firme creencia de que Woody Harrelson no actúa: Simplemente es así ¡Y me gusta!. Su personaje alcanza el culmen en una secuencia en el parque de atracciones, que hará las delicias de todos los incondicionales del género. La dosis de locura que aporta mantiene gran parte de la película. La otra gran baza interpretativa la juega Jesse Eisenberg, al que ya vimos en la altamente recomendable Adventureland, dando vida a Columbus, un "especimen" que sigue vivo gracias a las reglas que se ha marcado. La relación entre ambos es un poco difusa, pero funciona y da bastante juego a la esencia cómica de la historia. Las chicas no lo hacen mal, aunque no destacan demasiado (en especial mi entrañable Abigail "Miss Sunshine" Breslin que hace un papel semi-testimonial). Y el resto del reparto sencillamente... ¡¡son zombies!! (ojo al formidable cameo de mi admirado Bill Murray).
Me parece un gran acierto la inclusión de las normas de supervivencia de Columbus en determinadas escenas a modo de luminosos, carteles o simplemente letras 3D totalmente integrados en su entorno. Y es que el montaje es otro punto a favor de Zombieland. Los títulos de crédito iniciales, a ritmo del For Whom The Bell Tolls de Metallica, son realmente brutales (a la vez que violentos) y demuestran un gran manejo de la imagen digital.
La violencia está muy presente desde el primer compás de la película. Zombieland es una comedia, pero que nadie se lleve a equívocos: La sangre, mutilaciones, atropellos, mordiscos y demás están muy presentes y se muestran sin tapujos. No hablamos de una película truculenta al estilo Hostel, por ejemplo, pues la violencia suele ser tan exagerada que en determinadas ocasiones provoca hasta la carcajada, pero puede resultar bastante dura visualmente para algunos espectadores (aunque, en ese caso, un servidor no entiendería que buscan en una película de zombies).
La banda sonora, amén de los mencionados Metallica en su inicio, cuenta con gente de la talla de Van Halen, Willie Nelson, Sea Wolf, Band of Horses o The Velvet Underground entre otros. Como curiosidad menciono que contiene un temazo ochentero de los que marcaron época: GhostBusters de Ray Parker Jr. Una banda sonora a la altura de la película.
Pero no todo el monte es orégano. La película, a mi modo de ver, tiene un fallo que pesa mucho sobre el resultado final. El comienzo es adrenalítico, pero súbitamente frena en seco y no vuelve a acelerar hasta los veinte (inolvidables) minutos finales. Ese bajón de ritmo es tan pronunciado que, a pesar del acelerón final, la película no llega a remontar el vuelo, quedando un regustillo agridulce a la llegada de los títulos de crédito. La historia tampoco es para tirar cohetes, pero creo que en el género zombie es algo bastante habitual.
En definitiva, Zombieland, a pesar de estos pequeños inconvenientes, es una gran gamberrada digna de disfrutar.
Lo mejor: Harrelson y las escenas de acción.
Lo peor: El parón que sufre a los 30 minutos de película.
La escena: El parque de atracciones.
La frase: Regla Nº32: Disfruta de las pequeñas cosas.
Contenido: Comedia: 3; Acción: 3; Violencia:4
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Escuchando: AC/DC - Big Gun
via FoxyTunes
7 chismorreos:
Respecto a la película, tengo unas ganas locas de verla, pero la señora Winot se resiste, por lo que quedará relegada a alguna sesión nocturna particular. Seguiremos informando.
Saludos
Cuando llegó a España no dejé de recomendarla.
Lucy, el amigo Woody es todo un Vitorino (y en esta peli más). Me alega que hayamos coincidido.
Elisabeth, yo también la tenía vista en versión original y ya me pareció genial, pero quise esperar a verla doblada para ver que tal resultaba. Estoy de acuerdo con que parece terminar un poco coja y deja con ganas de más (es cierto que se habla de secuela). Esperemos que si hay continuación, mantenga la frescura (y al amigo Woody!!). Muchas gracias por comentar y se bienvenida.
Abrazos post-navideños a todos!
Puestos a comparar, por crear algo de debate, me quedo con "Shaun of the Dead", pero Zombieland tiene muy buenos momentos.Grandes Harrelson y Murray!
Con ambas me reí un puñado. De visionado obligado ambas.
Un saludo!
Pero en líneas generales obtienes lo que has ido a ver aunque quizás en dosis más pequeñas y menos escandalizadoras de lo que se querrías pero no por ello es mala.
Por si os interesa, os dejo mi crítica siguiendo mi nombre.
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