El Rincón de los Niños Perdidos

"No hay ensayo general, cada día es debut y despedida"

miércoles, febrero 18, 2009

Retorno a Crystal Lake

Por AzidPhreak

Nunca fuí un gran admirador de la saga que comenzara allá por 1980 Sean S. Cunningham, aunque reconozoco que he visto todas las películas de la bestia de Crystal Lake. Siempre me parecieron más de lo mismo repetido hasta la saciedad. Lo que es indudable es que Jason se ha convertido en todo un icono de la cultura de los ochenta.

Pocas expectativas tenía puestas en este mal denominado remake, quizás haya sido eso lo que ha propiciado que mi impresión tras ver la película no haya sido tan frustrante como en un principio se me antojaba. Digo que yo no la denomino remake porque realmente lo único que tiene que ver esta historia con el resto es que llega gente al bosque, sale Jason, se acaba la gente y vuelta a empezar. Para mi es más un homenaje, pues si que hay agradables guiños al resto de las películas, pero nada más.

Buscando a su hermana desaparecida, Clay se dirige al espeluznante bosque del legendario Crystal Lake, donde tropieza con los viejos y decrépitos restos de una cabaña que yace detrás de unos árboles cubiertos por denso musgo. Y esto no es lo único que se esconde entre la maleza… En contra del consejo de la policía y las advertencias de los habitantes de la zona, Clay continúa con su búsqueda, ayudado por una joven mujer que ha conocido entre un grupo de jóvenes estudiantes preparados para pasar un emocionante fin de semana. Sin embargo, ellos están a punto de encontrar algo más que no habían tenido en cuenta. Lo que menos se imaginan es que han entrado en el dominio de uno de los más terroríficos espectros de la historia del cine americano.

En el apartado de cosas que me agradaron debo incluir el prólogo que supone el arranque de la película. Va directa al grano y se deja de presentaciones. Los fans de Viernes 13 quieren ver a Jason cuanto antes y eso es algo que Nispel parece haber aprendido tras su (para mi) frustrante remake de La Matanza de Texas. Antes de que aparezcan los títulos iniciales de la película, los fans ya han tenido dos sorpresas. Por un lado el mencionado prólogo donde asistimos al final (grabado de nuevo) de la versión de Cunningham y unos quince minutos más que ya nos hacen vislumbrar como será el resto. Pero la mayor de las sorpresas, al menos para mi, es que Jason ya no es un tipo lento y tosco. Ahora corre y es una verdadera bestia parda. Supongo que los puristas, como ya pasara con 28 Días Después, no habrán aceptado de buen grado este cambio motriz en nuestro amigo Jason, pero a mi me ha asustado más verle correr como un gamo y hacer el salvaje de esa manera, que verlo andar tranquilamente machete en mano. Para mi Jason ha ganado muchos enteros y me resulta más aterrador visto por los ojos de Marcus Nispel.

Jason es, como de costumbre, el centro de la atracción. En un claro homenaje a la saga, comenzamos viéndole cubrirse el rostro bajo un saco con dos agujeros a la altura de los ojos (como en el capítulo 2 y 3) y posteriormente encontrará la famosa máscara de hockey (como hiciera en la tercera entrega) que se ha convertido en todo un símbolo de los amantes del terror. Para dar vida al musculoso mastodonte de Crystal Lake, Marcus Nispel ha contado con la inestimable ayuda de Derek Mears, un tiarrón de 1,96m de altura y cara de pocos amigos, habitual secundario de películas como Men in Black II, Dragon Wars o la reciente Las Colinas Tienen Ojos II. Para mi, todo un acierto.

Las escenas de los asesinatos son bastante explícitas sin llegar a ser excesivamente truculentas para alguien que haya visto las otras partes, aunque a mi modo de ver Jason es aún más salvaje de lo acostumbrado. Básicamente podríamos decir que Nispel ha exagerado todo lo que contenían las películas anteriores (violencia y sexo esencialmente) y lo ha plasmado en la pantalla.

En el apartado de cosas malas debo incluir la tontería de guión (lleno de incoherencias y fallos), que siguiendo lo acostumbrado en la saga, se limita a poner carne en el bosque para que Jason haga ejercicio. Que nadie espere giros, sorpresas o sustos novedosos. Esto es lo de siempre con más velocidad, más efectos y alguna que otra teta extra. Tampoco me gustó algún que otro chiste que alguien podría interpretar como racista, al encontrarlo falto de gracia y totalmente fuera de lugar. Y desde luego, la muchachada que usa Jason para entrenar para los juegos olímpicos es de lo peorcito que se puede llevar uno a la cara (tanto personajes como actores).

En definitiva, si tengo que puntuar la película ateniéndome a la calidad de los actores y de la historia, dificilmente podría darla más de un tres, pero creo que cuando alguien va a ver una película como Viernes 13, busca algo como lo que he visto: gente corriendo, sustos y un Jason en estado de gracia. Es por ello que he decidido ponerla un 6, porque a mi me entretuvo y creo que da lo que promete, que ya es más de lo que hacen muchas películas actualmente. Además:ME DIERON MI CAMISETA.

Mi nota: 6/10
Lo mejor:
la animalización de Jason
Lo peor:
que a pesar de ser una historia sencilla (por decir algo) tenga tantos fallos.
La escena: el ataque a las tiendas de campaña.

Contenido: Terror:3, Violencia:4; Comedia: 2; Sexo:2
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Escuchando: Iron Maiden - The Number of the Beast
via FoxyTunes

2 chismorreos:

Quien vaya a ver "Viernes 13" no puede llamarse a engaño. Seguro que da lo que promete.... ¿quién necesita más?

Por cierto, he localizado un reportaje presentado con mucho humor nego por Tom Savini que, bajo el nombre de "His name was Jason" recorre las tropecientas secuelas de la serie con entrevistas a actores, directores y técnicos que han pasado por la franquicia, tomas falsas, trucos de rodaje y un buen montón de secuencias que es un aperitivo ideal antes de visitar Crystal Lake de nuevo. Muy recomendable.
 
Acabo de recibir por correo urgente el documental que me comentas. El primer vistazo ha sido plenamente satisfactorio. Tendré que sentarme a verle completo sin falta.

Saludete.