Siete Almas. ¿Cuál es el camino hacía la redención?

Por lucy liu

Gabriele Muccino, director italiano, se dio a conocer en nuestro país con la cinta El último beso, pero fue con su anterior película, En busca de la felicidad con la que realmente se hizo un nombre dentro del panorama hollywoodiense. Para aquella búsqueda de la felicidad se alió con Will Smith y la fórmula parece que dio sus frutos, así que no es de extrañar que para Siete almas sea el mismo actor quien la protagonice.

Exceptuando en Busca de la felicidad y Siete almas no he tenido el gusto de ver ninguna otra obra de la carrera de Muccino pero a juzgar por estas dos creo que este director es bastante amigo de mostrarnos dramas lacrimógenos. Y es que básicamente eso es lo que es Siete almas un "dramón de tomo y lomo". El pasado viernes os lo adelantaba aunque a ninguno creo que pille por sorpresa tras echar un pequeño vistazo al trailer. Y tras ver la cinta no puedo más que corroborar lo ya escuetamente vaticinado.

Will Smith es un actor al que he visto en varios tipos de recursos, aunque siempre han primado las comedias o la ciencia-ficción, sin por ello menospreciar su buen hacer en cuanto a dramas se refiere. De hecho, a mi juicio, una de las mejores interpretaciones que le conozco es la de Ali, por la cual la Academia no le supo reconocer el mérito. En Siete almas es Smith quien realmente lleva el peso de la trama dejando al resto de elenco como meros comparsas que le permiten desarrollar la intriga. Pero sale airoso del cometido. Verdaderamente sus caras y gestos son todo un poema, y puede ser que su pose de compungido sea su mejor baza, de hecho a mi me conmovió y me produjo empatía con el personaje que estaba viendo. Factor a tener en cuenta, ya que uno de los aspectos que valoro al ver una película es que sus actores me sean creíbles. Así que por este lado no tengo nada que objetar, Smith está más que correcto, y aunque el resto del casting no tengan el mismo peso dentro de la historia, no desdicen en mucho del protagonista. Rosario Dawson, a la que recordando he visto en varias películas, cumple bien la función de su papel, aunque como ya he dicho el único que verdaderamente parece sobresalir es Smith.

Lo que cabe destacar de la cinta es a todas luces su planteamiento; la historia no es lineal y está plagada de una serie de flashbacks que poco a poco nos van desenredando la madeja de la historia. Posiblemente planteada de otra forma no tendría el mismo interés. Por eso mismo ésta es una de esas películas a que es mejor llegar lo más virgen posible. No en lo que a opiniones se refiere, ya que al fin y al cabo una opinión no desvela mucho más que un gusto, pero si en cuanto a lo que argumento se refiere. Esa es la magia que tiene, si uno poco sabe sobre los entresijos de la historia ésta te va atrapando a lo largo de las dos horas de metraje, para una vez llegado al clímax de la trama poder comprender y emocionarnos con los que anteriormente hemos ido viendo. En conclusión una película a la que la salvan dos factores, el planteamiento de la historia y la interpretación de Will Smith. Pues de otra manera simplemente sería un drama más.

Una película que aconsejo ver a todos aquellos amantes de los dramas más descarnados y lacrimógenos. ¿Qué estaríamos dispuestos, cada uno de nosotros, a hacer por redimir nuestra alma?

Mi nota: 6,5/10
Lo mejor: el planteamiento de la historia y Smith
Lo peor: no todo el reparto tiene la misma relevancia
La escena: Smith en la bañera cubierto de hielo
La frase: En siete días Dios creó el mundo y en siete segundos yo hice añicos el mío

Contenido: Drama:4, Amor:3