Gomorra, Fotografía de la Cruda Realidad

Por lucy liu

Esta semana se ha estrenado en nuestro país Gomorra, que tras su paso por el Festival de Cannes obteniendo el premio del público, y ser la opción de Italia en la carrera hacia los Oscar ha ayudado a que esta producción italiana llegue hasta nuestras pantallas.

Si bien es cierto desde su estreno en su país de origen y las sendas exhibiciones en diferentes festivales, Gomorra ha suscitado casi las mismas polémicas y controversias que en su día tuvo la novela en la que se basa. Ya solo por eso era una baza más para que me decidiera a verla.

Situándonos un poco en lo que es Gomorra, cabe comenzar diciendo que Gomorra es la novela homónima de Roberto Saviano, escritor napolitano, que con tan solo 26 años publicó la controvertida novela de no ficción. Tras ver la luz la obra, Saviano debe vivir con una escolta permanente, ya que la camorra le ha amenazado de muerte. Y es que a diferencia de la película, la novela si citaba nombres y datos más precisos sobre lo que en Nápoles llaman El sistema, término al que todos conocemos como Camorra, que no es otra cosa que la mafia napolitana.

Tras el éxito obtenido por la novela en estos dos años, el director Matteo Garrone ha sido el artífice de llevar a la pantalla grande esta historia. Aunque según palabras del director en ningún momento ha querido posicionarse ni en contra ni a favor de la camorra, más bien ha querido contar unas historias entrelazadas de lo que son temas universales como la amistad, la guerra, la muerte o la contaminación contados desde dentro.

Gomorra nos muestra cinco historias ambientadas en diferentes puntos de Nápoles, cada una de ellas centrada en un problema, que a la vez se entrecruzan y muestran un denominador común. Nos muestra los problemas del barrio de Secondigliano, el barrio del Sistema, nos muestra Scampia, que se ha convertido en el mayor mercado de la droga; en Tersigno la industria textil es el mayor motor, los talleres de bajo coste y las amenazas están a la orden del día. Las zonas de Casertano y Campania lideran los vertidos de residuos tóxicos sin ningún control, mientras en Casal del Príncipe dos jóvenes sueñan con convertirse en el próximo Toni Montana.

Garrone ha contado con actores en su mayoría no profesionales que ha combinado con otros como Toni Servillano, actor de gran renombre en Italia, que este año también estrenó Il Divo, otra de las apuestas fuertes de Italia, para dar vida a los protagonistas de esta cinta. Además quiso rodar en los propios escenarios de la realidad para dar mayor veracidad a los hechos, veracidad que también consigue con el hecho de estar rodada en napolitano. Detalle que se puede apreciar si veis la cinta en V.O, y que aunque no se sepa más que una palabra de italiano se aprecia el dialecto a la perfección.

Cierto es que la cinta tiene un tratamiento casi documental, muy alejado de las típicas películas sobre la mafia que todos tenemos en la memoria. Se aleja de la perfección, del glamour, para mostrarnos una realidad descarnada. Posiblemente tan descarnada como cualquier documental de los telediarios. Y ese ha sido el punto fuerte y a la vez el débil para mí. Cada día vemos horrores en los noticiarios, la realidad está en las puertas de las casas, y los escrúpulos para mostrarnos imágenes aterradoras se han dejado a un lado.

Sabemos lo que ocurre en nuestro país y también fuera de nuestras fronteras, y aunque echemos la vista a un lado no somos indiferentes a ello. Por eso mismo las imágenes que podamos ver en Gomorra no nos van a impactar mucho más de lo que puedan hacerlo las que veamos en un telediario de cualquier día o en reportaje de a fondo.

Las interpretaciones sí son bastante correctas y creíbles, y el hecho de ser actores poco o nada conocidos resulta en mayor medida efectivo. Tan efectivo que en ocasiones la supuesta ficción traspasa las pantallas. Un punto que si me ha gustado ha sido su banda sonora, según el director comentaba que cuando estuvo analizando que tipo de música debía incluir cualquier sonido diferente al de la televisión de fondo o canciones típicas de la música italiana le sonaban disonantes, y creo que acertó de pleno al incluir varios temas que dotan de un aire cálido a las escenas.

En conjunto no puedo decir que sea una mala película ni que no merezca la pena verla, pero me he sentido defraudada. Si la critica especializada se empeña en resaltar solamente la crudeza de las imágenes como punto fuerte a la calidad de la película debo decir que no es razón suficiente para elevarla a los altares. El cine como arte tiene la posibilidad y la magia de hacernos creer que la ficción es realidad, cuando la realidad traspasa esa frontera la magia se esfuma, y estamos ante un documental. Son detalles muy sutiles que hacen que la delgada frontera se rompa, y que a mi personalmente me sirven para catapultar a una cinta.

Mi Puntuación: 6/10
Lo mejor: los actores y la banda sonora
Lo peor: no impactarme tanto como pensaba
La escena: los dos chicos de Casal del Príncipe celebrando su botín
La frase: Somos grandes, ganaremos la guerra. Los demás no son nadie

Contenido: violencia: 3, drama: 3, acción: 3