El Crepitar del Látigo

Por AzidPhreak

El pasado viernes, con objeto de disipar cualquier duda al respecto y evitar asistir a la lluvia de spoilers que se nos viene encima, asistí raudo y veloz a disfrutar de la última aventura de Indiana Jones. Como anticipo diré que me gustó, que Indy no ha perdido su carisma y que el tándem formado por Ford y LaBeouf funciona, pero creo que hay un tufillo bastante lamentable de intento de captación de nuevos fans para las películas venideras. Eso de poner animales digitales haciendo monerías en secuencias de relleno, me parece que sobra (y molesta). Pero vayamos por partes.

La nueva aventura de nuestro arqueólogo favorito comienza en el desierto del suroeste Estados Unidos en plena Guerra Fría. Indy y su amigo Mac acabar de escapar por los pelos de las garras de unos infames agentes soviéticos en un remoto aeropuerto. El profesor Jones regresa a casa y se entera de que las cosas van de mal en peor. Su mejor amigo, el decano de la Universidad, le dice que muchos sospechan de las últimas actuaciones de Indy y que el gobierno presiona a la Universidad para que le despidan. Indiana, a punto de irse, conoce a un joven rebelde llamado Mutt, que le propone un trato. Si el arqueólogo le ayuda a resolver un problema personal, podría hacer uno de los descubrimientos más espectaculares de la historia; se trata de la Calavera de Cristal de Akator, un objeto legendario que despierta la fascinación, la superstición y el miedo. Indy y Mutt viajan al rincón más perdido de Perú, tierra de antiguas tumbas, exploradores olvidados y rumores de una ciudad de oro. Pero no tardan en descubrir que no están solos; los agentes soviéticos también quieren apoderarse de la Calavera de Cristal. Los miembros de una unidad militar de élite, dirigidos por la fría, calculadora y letalmente bella Irina Spalko, quieren apoderarse de la Calavera, convencidos de que ayudará a los soviéticos a dominar el mundo... si consiguen descifrar su secreto. Indy y Mutt deberán despistar a los despiadados soviéticos, seguir la pista de un misterio insondable, sortear a enemigos y amigos dudosos y, sobre todo, impedir que la Calavera de Cristal caiga en las manos equivocadas.

La historia, a priori, se presenta de lo más prometedora, llena de viajes, peligros y demás, pero a mi me pareció, sobre la pantalla, mucho más simple que las entregas anteriores. Reconozco que hay escenas que recuerdan al espíritu de la saga (el comienzo en el hangar, la persecución de la moto y los jeeps y alguna que otra más), pero yo salí con un regustillo a que me "habían vendido la moto". Me faltaron enigmas, trampas y peligros y me sobraron muchos efectos digitales que, siempre a mi parecer, no vienen a cuento.

Ante todo he de decir que esto no puede ser una crítica demasiado rigurosa, pues uno de mis principios es no dejar caer un solo spoiler y una de las cosas que menos me gustaron fue precisamente el final de la historia. Tranquilos, no lo revelaré, pero a mi "me sacó" completamente de la línea argumental que llevaba la saga. Ya hay quien habla de una nueva película de Indy en la que éste asumirá el papel de Sean Connery en la tercera de la saga, mientras que Shia Labeouf llevará el peso de la acción. Espero que recuperen el aire aventurero de anteriores entregas y que prevalezca la aventura sobre los efectos especiales.

Pero no todo me "disgustó". La película tiene varios aciertos. El principal es, como no, el propio Harrison Ford. Dicen que los años no pasan en vano, pero Indy sigue conservando su aire aventurero, su sarcasmo y un gran sentido del humor. Harrison Ford nos regala un Indy por el que parece que no ha pasado el tiempo. Sigue teniendo la esencia del Henry Jones que conocimos corriendo delante de una bola gigante y han pasado la friolera de ¡¡27 años!!. Junto a el un Shia Labeouf con el que existe una conexión absoluta. Las escenas en las que comparten pantalla funcionan y muestran una buena complicidad entre ambos, dando lugar a una de las escenas más acertadas, a mi parecer, de toda la película (la persecución con jeeps por toda la selva). Creo que LaBeouf será un digo sucesor.

El resto de secundarios están bastante bien, incluído John Hurt a pesar del extraño papel que protagoniza. Cate Blanchet, como la malvada Sparko, hace un buen papel, aunque no es, ni de lejos la enemiga más carismática de nuestro aventurero y Karen Allen vuelve a ser la entrañable y obstinada Marion que todos conocemos.

Otro punto a favor de esta cuarta entrega es la acción. Desde la primera secuencia durante los créditos iniciales, con carrera de coches a lo American Grafitti, la acción no para ni un solo segundo y cuando menos te lo esperas los créditos finales (sin sorpresas tras ellos) inundan la pantalla al son de la famosa fanfarria del maestro Williams. Bien es cierto que hay ocasiones en las que se añoran los efectos especiales de antaño y los digitales "cansan" un poco, pero es en esosinstantes cuando Indy suelta una de esas frases que tanto nos gustan y nos transporta 20 años atrás.

Resumiendo: Para mi no es de las mejores de Indy, pero la acción, el tándem Ford-Labeouf y cierto aire de nostalgia (¿porqué no decirlo?), hacen que una historia que flojea en ocasiones, resulte atractiva, entretenida y muy necesaria. Bien es cierto que a mi la resolución final me pareció pésima y me dejó muy mal sabor de boca, pero ya sabéis: para los gustos se hicieron los colores.

Mi nota: 6,5/10
Lo mejor: Que Indy no ha perdido su frescura y alguna que otra escena de persecución.
Lo peor: El exceso de filigranas visuales y el absurdo "homenaje a tarzán".
La escena: La persecución de los jeeps por la jungla.
La frase: "Llegamos a una edad en la que la vida deja de darnos cosas y comienza a quitárnoslas".
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Escuchando: Kiss - Detroit Rock City
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