Este viernes llega a nuestras salas la última película de Emilio Martinez Lázaro, tras entretenernos lo suyo con comedias como El otro lado de la cama o Los peores años de nuestra vida, en esta ocasión nos muestra un episodio de nuestra historia más reciente, Las trece rosas. Recordareis que Las trece rosas fue una de las películas preseleccionadas para representar a España en los Oscar, aunque al final el gato al agua se lo llevó El orfanato.Las trece rosas narra la historia del colectivo de mujeres que así fue llamado, que en 1939 en plena posguerra fueron fusiladas por la represión franquista en Madrid. De estas trece chicas siete eran menores de edad, (en aquel momento la mayoría estaba fijada en 21 años).
Martínez Lázaro ha basado su película en el libro Trece rosas rojas de Carlos Fonseca, uno de los tantos homenajes que a lo largo de la historia se han sucedido sobre tales hechos.
El 1º de abril de 1939, con la entrada en Madrid de las tropas de Franco, termina la Guerra Civil Española. Temiendo la sangrienta represión que se avecinaba, muchos republicanos huyen del país pero otros no pueden o no quieren. Como las jóvenes protagonistas de esta historia. Franco promete que solamente serán castigados los que tengan las manos manchadas 
de sangre. Y ninguna de esas chicas las tiene.Las detuvieron al mes de acabar la guerra. Algunas se conocían entre sí pero otras no. Sufrieron duros interrogatorios policiales y finalmente fueron trasladadas a la cárcel de Ventas donde había miles de mujeres hacinadas en las celdas de la presión. A las 13 detenidas, a las que sus compañeras bautizaron como “las menores” por su corta edad, las incluyen en la misma causa bajo la acusación de ayuda a la rebelión y haber planeado un atentado contra Franco, un atentado irreal pero que daba base a la acusación. Todo muy abstracto, sin pruebas. Tanto ellas como sus familiares estaban tranquilos, como mucho les caerían unos cuantos años de cárcel.Pero unos días antes de que se celebrara el juicio se produce un atentado contra un militar franquista en el que mueren tres personas. Nada tienen que ver con ello las trece jóvenes porque estaban en la cárcel cuando ocurrió todo. Pero se fraguó una venganza y el Tribunal Militar las condena a muerte y en menos de 48 horas son fusiladas. Carmen, la más joven de todas, la única superviviente, escucha desolada los trece tiros de gracia desde la ventana de su celda.
El reparto lo compone un nutrido grupo de actrices entre las que se encuentran Verónica Sánchez, Pilar López de Ayala, Marta Etura o Bárbara Lennie. Unas más de mi agrado que otras. Además de otro tanto grupo masculino en el que podemos encontrar nombres como Fran Perea, Enrico Lo verso o Asier Etxeandía, a este último también le podemos escuchar en la banda sonora de la película pues interpreta una de las canciones, y como podéis comprobar en su página oficial con muy buen hacer.
Sus escenarios están rodados en la localidad segoviana de Vegas de Matute, Toledo, Madrid o Alcalá de Henares (localidad madrileña) y a parte de mostrarnos un capítulo de la historia española, según palabras del director y actrices pretende mostrarnos situaciones y sentimientos comunes a cualquier cultura y espacio temporal. Si bien es cierto tengo ganas de ver la película, por ver que nos ofrece aunque haya oído que es una explotación más al tan trillado tema de la guerra civil española. Que por un lado pueden tener razón, pero lo que está claro es que todos los países explotan sus guerras, sus episodios históricos más crueles, y no importa la nacionalidad del país de que nos lleguen estas películas, siempre cae alguna. Y es que hasta qué punto se puede determinar cuántas son muchas. Por otro lado nunca está de más tener presente un pasado, cuánto menos, cercano.
Por el momento, aunque aún no tengo claro cuándo la veré, si que espero que cuando llegue el día me conmueva tanto como Salvador, la cual relata otro pasaje histórico que tantas líneas ocupó en los anales de la historia.
de sangre. Y ninguna de esas chicas las tiene.Las detuvieron al mes de acabar la guerra. Algunas se conocían entre sí pero otras no. Sufrieron duros interrogatorios policiales y finalmente fueron trasladadas a la cárcel de Ventas donde había miles de mujeres hacinadas en las celdas de la presión. A las 13 detenidas, a las que sus compañeras bautizaron como “las menores” por su corta edad, las incluyen en la misma causa bajo la acusación de ayuda a la rebelión y haber planeado un atentado contra Franco, un atentado irreal pero que daba base a la acusación. Todo muy abstracto, sin pruebas. Tanto ellas como sus familiares estaban tranquilos, como mucho les caerían unos cuantos años de cárcel.Pero unos días antes de que se celebrara el juicio se produce un atentado contra un militar franquista en el que mueren tres personas. Nada tienen que ver con ello las trece jóvenes porque estaban en la cárcel cuando ocurrió todo. Pero se fraguó una venganza y el Tribunal Militar las condena a muerte y en menos de 48 horas son fusiladas. Carmen, la más joven de todas, la única superviviente, escucha desolada los trece tiros de gracia desde la ventana de su celda.
El reparto lo compone un nutrido grupo de actrices entre las que se encuentran Verónica Sánchez, Pilar López de Ayala, Marta Etura o Bárbara Lennie. Unas más de mi agrado que otras. Además de otro tanto grupo masculino en el que podemos encontrar nombres como Fran Perea, Enrico Lo verso o Asier Etxeandía, a este último también le podemos escuchar en la banda sonora de la película pues interpreta una de las canciones, y como podéis comprobar en su página oficial con muy buen hacer.Sus escenarios están rodados en la localidad segoviana de Vegas de Matute, Toledo, Madrid o Alcalá de Henares (localidad madrileña) y a parte de mostrarnos un capítulo de la historia española, según palabras del director y actrices pretende mostrarnos situaciones y sentimientos comunes a cualquier cultura y espacio temporal. Si bien es cierto tengo ganas de ver la película, por ver que nos ofrece aunque haya oído que es una explotación más al tan trillado tema de la guerra civil española. Que por un lado pueden tener razón, pero lo que está claro es que todos los países explotan sus guerras, sus episodios históricos más crueles, y no importa la nacionalidad del país de que nos lleguen estas películas, siempre cae alguna. Y es que hasta qué punto se puede determinar cuántas son muchas. Por otro lado nunca está de más tener presente un pasado, cuánto menos, cercano.
Por el momento, aunque aún no tengo claro cuándo la veré, si que espero que cuando llegue el día me conmueva tanto como Salvador, la cual relata otro pasaje histórico que tantas líneas ocupó en los anales de la historia.
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