El Orfanato, Escalofriantemente Tierna

Por AzidPhreak

Alucinado, estremecido, ensimismado, encantado... Todos los adjetivos se quedan cortos para describir como me encuentro tras disfrutar durante casi dos horas de esta auténtica obra maestra con mayúsculas, que ha tenido el buen gusto de dirigir Juan Antonio Bayona. Me encanta comprobar que con gente como este joven director, el cine español parece empezar a repuntar de nuevo hacia límites insospechados.

La historia es aparentemente -y digo aparentemente- muy sencilla, aunque funciona correctamente y no deja un solo cabo suelto. Laura (Belén Rueda) regresa con su familia al orfanato en el que creció de niña con la intención de abrir una residencia para niños discapacitados. Allí rememora recuerdos de su niñez cuando su marido Carlos (Fernando Cayo) decide abrir una residencia para niños discapacitados. El nuevo entorno despierta la imaginación de su hijo Simón (Roger Príncep) que comienza a dejarse llevar por juegos de fantasía cada vez más intensos. Estos van inquietando a Laura progresivamente hasta el punto en el que llega a pensar que hay algo en la casa está amenazando a su familia.

Intentar hablar de El Orfanato sin incurrir en el farragoso terreno de los spoilers es algo harto complicado, pero intentaré no adentrarme demasiado en la historia, que desde ya os recomiendo disfrutar cuanto antes.

Quienes busquen sustos, los tendrán, los que busquen una buena historia, la encontrarán y aquellos que quieran sobrecogerse con una película llena de sentimientos, también lo harán. Eso si, yo no calificaría El Orfanato como una película de terror al uso. Para mi es más bien un drama sobrenatural con algún que otro elemento de suspense/terror de impecable factura.

Una de las cosas que más me ha gustado es el buen trabajo del reparto. El trabajo de Belén Rueda es realmente extraordinario, eclipsando al resto de actores. Acostumbrado a verla en papeles que no me han gustado demasiado, esta actuación ha significado para mi un golpe de autoridad sobre la mesa que hará que la siga muy de cerca en posteriores trabajos. Su rostro es el reflejo fiel de todas y cada una de las emociones que sufre Laura, pasando de la alegría a la melancolía para desembocar en la desesperación. Una lección de interpretación de las que se ven pocas en el panorama cinematográfico actual. El niño Roger Príncep, aunque no disfruta de muchos minutos de cámara, realiza su papel a la perfección, dando vida al pequeño Simón. Quizás el papel que menos me ha gustado es el de Fernando Cayo, pero no por su actuación, sino porque el personaje me parece uno de los que menos aporta a la historia. Montserrat Carulla realiza un inquietante e importantísimo papel en la película dando vida a Benigna, una de las antiguas cuidadoras del centro. Tiene un par de escenas realmente espeluznantes. Y hablando de poner los pelos de punta, ojo a la breve pero intensa aparición de Geraldine Chaplin, pues protagoniza una de las escenas más inquietantes y mejor llevadas del suspense patrio, aunque reconozco que gran parte del acierto de la escena es obra de la mano de Bayona, que me ha demostrado ser un director como la copa de un pino.

Siempre he considerado que no se nada de cine (y sigo pensándolo). Soy un mero aficionado. Cuando leo críticas de películas que he visto y me hablan del tempo, de la iluminación, de los traveling y fundidos o las posiciones de cámara, me siento ridículo al comprobar que no me he fijado en detalles que todo el mundo ha visto. Nunca había percibido con tal claridad la mano de un director en una película. Los movimientos de cámara, los enfoques, los momentos cámara en mano para inculcar velocidad a las imágenes, dejan entreveer la gran labor de este joven director mimando cada plano, cada escena y construyendo una histora compacta y que no deja despistarse al espectador un solo segundo. Este chico sabe lo que es inyectar tensión a la pantalla y para muestra, la escena de Laura jugando al 1,2,3... Se me quedaron los pelos como escarpias oiga.

Mención aparte merece la excelente banda sonora que ha compuesto Fernando Velázquez y que consigue enternecernos y aterrarnos por partes iguales. La fotografía también luce su buen hacer en más de una ocasión.

Leo en bastantes de críticas que la película "no es para tanto" y que bebe excesivamente de Los Otros. Bien es cierto que hay puntos que podrían recordar a aquella, pero en mi opinión son puramente estéticos pues la historia no tiene nada que ver -salvo que se desarrolla en una casa y hay niños de por medio- y la dirección de esta supera a aquella de largo. Al mismo tiempo es una pena leer ciertos comentarios en la crítica especializada española en la que la tachan de poco original, mediocre y con falta de espíritu. Se que hay gustos para todos, pero me fastidia ver que siempre que alguien intenta despuntar en este país salen dos o tres a cortarle las alas.

Como ya dije al principio, me alegra que el cine español vuelva a resurgir, abandonando el fallido intento de imitar lo que se hace fuera de nuestras fronteras y empiece a destilar esa originalidad de la sangre nueva que viene pisando fuerte.

Para terminar, he de decir que son películas como esta las que me impulsaron hace casi un año a crear y bautizar con ese nombre tan largo este pequeño rincón, del que cada día me siento más orgulloso.

Mi nota: 9/10
Lo mejor: La excelente actuación de Belén Rueda y la genial dirección de Bayona.
Lo peor: Una escena un tanto absurda que recuerda a La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón (Si, no te rías. Cuando la veas, me lo cuentas) y que tarda un poco en arrancar.
La escena: Geraldine Chaplin recorriendo la casa y Belén Rueda jugando al "1,2,3 toca la pared".

Contenido: Suspense: 4; "Sustos":4; Drama:4;