El Rincón de los Niños Perdidos

"No hay ensayo general, cada día es debut y despedida"

martes, julio 31, 2007

Trailer de Resident Evil Extinction

Por AzidPhreak

Al contrario que los juegos de pc/consola, poco, por no decir nada, me gusta la saga cinematográfica de Resident Evil. El parecido con los juegos es puramente testimonial. El único enganche que tiene para mi es ver a la morbosa ex-mujer de Luc Besson dando saltos y patadas en la boca mientras luce palmito (y alguna cosilla más).

Tras las dos primeras entregas, dirigidas por Paul W.S. Anderson y Alexander Witt respectivamente, llega Russell Mulcahy para manejar el timón de esta tercera entrega. Mulcahy es un especialista en videoclips, como ya quedó patente en su encomiable labor como director de Los Inmortales, una de las películas más "rockeras" de los 80. Seguramente su estilo videoclipero encaje perfectamente en esta coreografía de dos horas, plagada de infectados sedientos de sangre.

El guión, una vez más es de Paul W.S. Anderson. Los supervivientes de la catástrofe de Racoon City atravesarán el desierto de Nevada. Alice (Milla Jovovich) se une al grupo de gente que trata de escapar y les ayudará en su lucha contra las maléficas fuerzas de la Corporación Umbrella (Umbrella Corp.), que busca eliminarlos a todos para no dejar cabos sueltos.

Junto a la morbosa Milla Jovovich, veremos a Oded Fehr, Ali Larter, Iain Glen, Mike Epps, Spencer Locke, Ashanti y Gary Hudson, un reparto que se me antoja muy televisivo.

En resumen, si quieres ver una buena película de zombies/infectados, déjate de historias y consigue El Amanecer de los Muertos o 28 Días Después. Ahora, si disfrutas como un crío con las curvas de Mila y te van las chicas duras, esta es tu película.

2 chismorreos:

Si es que tampoco la considero de zombis. En la segunda parte ver a Juana de Arco disparando y pegando patadas al ritmo de Matrix me hace plantarme el cortarme las venas o dejarmelas largas..
 
Por ver a la Jovovich y a la mórbida Ali Larter en acción merece la pena tragarse este truño. Señor, Señor, ¿qué tendrá el verano?