Teléfono, Mi casa....ya son 25 años

Por lucy liu

El pasado lunes se celebró el 25 aniversario del estreno en Cannes de E.T .. Aquella película sobre el extraterrestre más entrañable y enternecedor que ha tenido la gran pantalla. Con permiso de Mi amigo Mac, que llegó unos años después y estoy segura que muchos también recordarán.

Al oír la noticia no he podido por menos que sentirme un poco nostálgica, y aunque ese estreno me pilló con cuatro tiernos años, E.T., al igual que para muchos otros, ha formado parte de mi infancia. Recuerdo aquella réplica tan fidedigna que teníamos en casa, en la que hasta se iluminaba su corazoncito. Ahora a saber dónde estará.

Con los años todo han sido comentarios a lo que supuso el ser una de las películas más taquilleras, empresa de uno de los directores con más éxito de las últimas décadas. Steven Spielberg es como un rey Midas que todo lo que toca se convierte en oro. Él mismo ha declarado que no es raro encontrar a algún loco dispuesto a invertir millones en una de sus ideas.

Se han intentado buscar explicaciones de todas las índoles a la naturaleza del pequeño alienígena, desde que era una versión laica del Mesías hasta declarar que era la mejor campaña publicitaria jamás concebida por una compañía telefónica. Versiones para todos los gustos. Pero que queréis que os diga, a los que nos cogió en plena infancia poco nos importaron las intenciones maquiavélicas de Spielberg, solo veíamos a un ser entrañable que estaba perdido en un planeta que no era el suyo y que deseaba volver a su casa para reunirse con su familia. Que tenía la misma angustia que nosotros cuando nos perdíamos en el supermercado y no encontrábamos a nuestra madre.

Lo único que yo pretendo es hacer un pequeño homenaje a una de las mejores películas de nuestra infancia, que junto a Los Goonies y Cuenta conmigo forman un trío incomparable.

La historia es por todos conocida, una nave llega a la Tierra para recoger muestras, pero son sorprendidos por los humanos, en su huida apresurada olvidan a uno de sus miembros, E.T. Éste es encontrado por un niño, Elliot, que le lleva a su casa y le esconde para que no se lo lleven. Pero la mala fortuna hace que sea descubierto, es entonces cuando Elliot hace todo lo posible para que no se lleven a su amigo.

Esta propuesta distaba mucho de la imagen que hasta entonces se había tenido de los extraterrestres, seres malignos que venían a la tierra para llevarse los cuerpos humanos para sus investigaciones. Con E.T vemos a un ser más atemorizado hacia nosotros que nosotros hacia él. Un ser tierno y vulnerable.

Como curiosidad el diseño de E.T era una especie de rompecabezas entre la frente de Einstein y los ojos del poeta Sandburg. En realidad fueron tres muñecos los que se utilizaron en la película, dos albergados por enanos y uno por un niño, pues no superaban el 1,06 m. Spielberg quería que tuviera la mirada de un niño, que no sobrepasara esa altura.

Drew Barrymore, que por aquella época rondaba los seis años fue la escogida para dar vida a Gertie, aquella pequeña niña que gritaba como nadie cuando ve por primera vez a ET y que después le disfraza con sus bisuterías. Con los años, y después de sus pequeños traspiés en la vida, continúa en el candelero aunque siempre se la recordará como La niña de ET. Henry Thomas, el envidiado Elliot, quién no ha deseado ser Elliot y guardar en su casa a un amigo tan especial, tampoco ha dejado la profesión, de hecho ha participado en varios títulos de éxito como Leyendas de Pasión o Gangs of New York.

Que esto sirva como pequeño homenaje a nuestro querido E.T, del cual espero que no hagan ningún remake, ni secuela ni nada por el estilo. Que le dejen permanecer inalterable en nuestra memoria y que sirva como revisión de un clásico a todos los hijos de aquellos que una vez fueron o fuimos niños.