Desconozco que es lo que entiende el señor Eli Roth por cine y ahora tras ver la nueva carnicería que ha montado en Eslovaquia, de lo único que estoy seguro es de que su concepto difiere mucho del mío. Además, estoy absolutamente convencido de que los eslovacos tienen que estar contentísimos con el auge de turismo que deben estar experimentando gracias a Hostel.
Ante todo voy adelantando que la primera parte tampoco me gustó. El concepto de "aquí están nuestros concursantes, vamos a trocearlos durante hora y media" puede parecer a priori divertido para los amantes de lo macabro, pero si no tiene algún aliciente más acaba por resultar igual de divertido que la disección de una rana, aunque con más mala leche.
Esta segunda parte comienza justo donde la otra terminó, con el exhausto superviviente de la primera carnicería tras cumplir su venganza. Tras una escena tan previsible como el resto de la película, se nos presenta a las tres candidatas a ser troceadas. Una es más inocente que un niño de San Ildefonso (Heather Matarazzo), otra un putón verbenero (Bijou Phillips) y la otra (Lauren German) tiene pinta de ser la más espabilada de las tres, aunque su coeficiente intelectual tampoco llegue a tener dos cifras. Las tres están de vacaciones en Italia cuando se encuentran con la atractiva Axelle (Vera Jordanova), que las convence para disfrutar del resto de sus vacaciones en un hostal de la entrañable Eslovaquia, donde todos los que vimos la primera, sabemos que pasará.
En esta ocasión, he de reconocer que me gustó el planteamiento de que, paralelamente a la historia de las tres chicas (que son tratadas como cachos de carne con ojos), se nos presenta la de dos yuppies (Rogert Bart y Richard Burgi) que, tras pujar en una página de internet, viajan al mencionado hostal para torturar, matar y librarse así de su creciente estress. Gracias a esta historia paralela, se nos muestra, aunque no con la profundidad que deseáramos, el funcionamiento de la organización que se encarga de reclutar posibles víctimas y disponerlas para que los clientes "se entretengan" con ellas, algo que realmente se quedaba muy cojo en la primera entrega.
Los diálogos son de risa, el desenlace de todas las ¿tramas? totalmente previsible y la historia es prácticamente calcada de la que viéramos hace ya dos años.
Lo que si parece haber aumentado en estos dos años es el grado de desequilibrio de Eli Roth. Sinceramente creo que lo de este chico es ya enfermizo. Lejos de buscar tensión, se centra en recrearse en las torturas y actos sádicos que se repiten a lo largo de la película. Si buscas pasar miedo, saldrás defraudado, a no ser que seas de los que relacionan la sangre con el terror. Esto es casquería pura y dura sin ningún tipo de concesiones. La tensión se reduce a saber cuanto tiempo durará viva la víctima y si la siguiente tortura será aún más salvaje que esta. Sinceramente me impactó mucho la escena final. Creo no haber visto nunca algo tan visualmente brutal en un cine comercial.
No me extiendo mucho más, pues creo que ha quedado claro: Si te va el morbo, el gore y la casquería sin ninguna lógica o simplemente estás pensando montar un hostal en Eslovaquia y no tienes fondos, esta es tu película. Si le quitas todo el gore y la casquería, la historia desaparece totalmente, por mucho que el director se empeñe en decir que es una crítica a la sociedad capitalista.
Mi nota: 3/10
Lo mejor: La ambientación y las salvajadas varias (para quien disfrute de ellas)
Lo peor: La casi completa ausencia de guión
La escena: El salvaje aunque absurdo final.
Contenido: Violencia: 5; ¿Terror?:3
Ante todo voy adelantando que la primera parte tampoco me gustó. El concepto de "aquí están nuestros concursantes, vamos a trocearlos durante hora y media" puede parecer a priori divertido para los amantes de lo macabro, pero si no tiene algún aliciente más acaba por resultar igual de divertido que la disección de una rana, aunque con más mala leche.
Esta segunda parte comienza justo donde la otra terminó, con el exhausto superviviente de la primera carnicería tras cumplir su venganza. Tras una escena tan previsible como el resto de la película, se nos presenta a las tres candidatas a ser troceadas. Una es más inocente que un niño de San Ildefonso (Heather Matarazzo), otra un putón verbenero (Bijou Phillips) y la otra (Lauren German) tiene pinta de ser la más espabilada de las tres, aunque su coeficiente intelectual tampoco llegue a tener dos cifras. Las tres están de vacaciones en Italia cuando se encuentran con la atractiva Axelle (Vera Jordanova), que las convence para disfrutar del resto de sus vacaciones en un hostal de la entrañable Eslovaquia, donde todos los que vimos la primera, sabemos que pasará.
En esta ocasión, he de reconocer que me gustó el planteamiento de que, paralelamente a la historia de las tres chicas (que son tratadas como cachos de carne con ojos), se nos presenta la de dos yuppies (Rogert Bart y Richard Burgi) que, tras pujar en una página de internet, viajan al mencionado hostal para torturar, matar y librarse así de su creciente estress. Gracias a esta historia paralela, se nos muestra, aunque no con la profundidad que deseáramos, el funcionamiento de la organización que se encarga de reclutar posibles víctimas y disponerlas para que los clientes "se entretengan" con ellas, algo que realmente se quedaba muy cojo en la primera entrega.Los diálogos son de risa, el desenlace de todas las ¿tramas? totalmente previsible y la historia es prácticamente calcada de la que viéramos hace ya dos años.
Lo que si parece haber aumentado en estos dos años es el grado de desequilibrio de Eli Roth. Sinceramente creo que lo de este chico es ya enfermizo. Lejos de buscar tensión, se centra en recrearse en las torturas y actos sádicos que se repiten a lo largo de la película. Si buscas pasar miedo, saldrás defraudado, a no ser que seas de los que relacionan la sangre con el terror. Esto es casquería pura y dura sin ningún tipo de concesiones. La tensión se reduce a saber cuanto tiempo durará viva la víctima y si la siguiente tortura será aún más salvaje que esta. Sinceramente me impactó mucho la escena final. Creo no haber visto nunca algo tan visualmente brutal en un cine comercial.No me extiendo mucho más, pues creo que ha quedado claro: Si te va el morbo, el gore y la casquería sin ninguna lógica o simplemente estás pensando montar un hostal en Eslovaquia y no tienes fondos, esta es tu película. Si le quitas todo el gore y la casquería, la historia desaparece totalmente, por mucho que el director se empeñe en decir que es una crítica a la sociedad capitalista.
Mi nota: 3/10
Lo mejor: La ambientación y las salvajadas varias (para quien disfrute de ellas)
Lo peor: La casi completa ausencia de guión
La escena: El salvaje aunque absurdo final.
Contenido: Violencia: 5; ¿Terror?:3
5 chismorreos:
No sé donde reside el éxito de Eli Roth, la verdad. Tampoco se me ocurren razones para que gente tan válida como Tarantino le apadrine, con la cantidad de gente que pulula en este mundo del terror y el gore infinitamente mejor dotada como, por poner un ejemplo, el discreto Neil Marshall que con "The descent" me lo hizo pasar cienn veces peor con mil veces más estilo.
Desde luego si hay genios del terror actual esos son Neil Marshall con The Descent, Alexandre Aja con Alta Tensión y Las Colinas tienen Ojos y Zack Snyder con El Amanecer de los Muertos. Salirse de ahí es ver más de lo mismo.
Recuerdo que vi la primera y no estuvo nada mal, ahora esta segundas ojala que no nos decepcione, mas a los amantes de este tipo de películas.
Saludos.
Como apuntas no es terror lo que vas a ver y si te gustó la primera, esta te gustará bastante más. Se agradece que al mismo tiempo que ves mariposear a las futuras víctimas ves también todo el proceso que siguen los potenciales carniceros.
En el plano gore, creo que el nivel ha subido ostensiblemente. Al igual que en la primera, el gore se ha concentrado en tres o cuatro escenas, pero en esta secuelas las escenas son más largas y escabrosas (y a mi parecer bastante más gráficas también).
Si te va lo macabro, no te defraudará, aunque hasta que "empieza la fiesta" hay un ratillo.
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