Si tuviera que hacer una lista con los diez mejores directores de los últimos tiempos, Guy Ritchie estaría entre los cinco primeros (acompañado seguramente por David Fincher y Los Cohen). De origen británico, dejó la escuela a los quince porque los compañeros se reían de el a causa de su dislexia. En el 95 dirigió el corto The Hard Case, pero no fué hasta tres años después cuando llegaría a ser conocido por todos por la que para mi es aún su obra maestra: Lock and Stock and Two Smoking Barrels. En ella nos descubría a Jason Statham y rescataba para la gran pantalla al cantante Sting y al violento ex-futbolista Vinnie Jones. Desgraciadamente aunque la película tiene una gran fuerza visual, un formidable y enrevesado argumento y unos diálogos realmete hilarantes, no cuajó -en su tiempo- tanto entre el público como su predecesora, que es la que hoy nos ocupa.
La historia de Snatch comienza cuando Franky Cuatro Dedos (Benicio del Toro), ladrón y traficante de diamantes, se dirige a Nueva York para entregar un enorme diamante a su jefe Avi (Denis Farina). Pero antes hace escala en Londres, donde se dispone a dejar algunas gemas más pequeñas en el mercado de joyas de Hatton Gardens. Por el camino se le ocurre apostar en un combate ilegal de boxeo, sin darse cuenta de que el promotor le ha vendido y que existe un plan para atracarle. Cuando Avi se entera, contrata a Tony (Vinnie Jones) para encontrar a Franky y el diamante. Pronto se descubre el triste destino de Franky, y la caza y captura de la gema desaparecida lleva a todo el mundo a un juego de locos que corre el riesgo de descontrolarse, donde el engaño, el chantaje y el fraude se mezclan de forma sangrienta con perros, cerdos, diamantes, boxeadores y gran variedad de armas en una caótica merienda de negros.Al igual que en su anterior trabajo, Ritchie aquí nos vuelve a sumergir en una fantástica historia que se complica segundo a segundo, poniendo a prueba una y otra vez a sus protagonistas, dos promotores de boxeo ilegal (Jason Statham y Stephen Graham) que sin comerlo ni beberlo se verán envueltos en la búsqueda del diamante. Para ello necesitarán la inestimable ayuda de Mickey O'Neil (Brad Pitt) un boxeador irlandés de raza gitana. Todo ello rodeado de situaciones absurdas y personajes de lo más variopinto.
Las actuaciones son bastante notables en general, pero sobre todos ellos destaca un fantástico Brad Pitt. Su dicción es realmente increíble, una mezcla entre irlandés callejero y macarra nómada. Para poder apreciarla en todo su esplendor os recomiendo encarecidamente ver la versión original, eso si, ayudada de subtítulos, pues es bastante dificil seguirle debido a la rápidez con la que habla y la jerga que utiliza. Cada vez que entra en escena llena la pantalla con su carisma. He encontrado en youtube este video que ilustra perfectamente lo que digo. Pido disculpas porque no incluye subtítulos.
El montaje tiene un cierto aire de videoclipero, que agiliza el ritmo de la película hasta límites insospechados (secuencias a cámara rápida, pantallas partidas,...) y la banda sonora no se queda atrás, con temas que van desde lo más clásico (Viva Las Vegas) hasta los más modernos (Lucky Star de Madonna). Realmente es una forma de hacer cine que además de parecerme genial, ha creado escuela con mayor o menor acierto.
Habrá quien se pregunte el porqué hablo de Snatch en lugar de Lock&Stock si para mi esta es superior. La respuesta es sencilla; creo que Snatch es más "comercial" que L&S y que puede llegar a más público. Eso si, si te gusta Snatch, sube de nivel y no dudes ni un segundo en conseguir la ópera prima de Ritchie. No te defraudará.
Estamos ante una joya imprescindible de la comedia negra, que junto a su antecesora han marcado un antes y un después en la comedia de cine negro.
Contenido | Violencia:3; Acción:3; Comedia:4
1 chismorreos:
Publicar un comentario