Siempre tengo la sensación de que cuando se adapta una novela a la gran pantalla, el resultado va a ser horrendo o al menos no el deseado. Siempre hay gratificantes excepciones y esta es una de ellas.
El perfume de Patrick Süskind, es una novela que podreis leer de una sentada (son sólo 253 páginas) y nunca olvidareis. La historia gira en torno a Jean-Baptiste Grenouille, un joven huérfano que posee un don extraordinario: su excelente olfato. Por contra carece de olor corporal y eso le hace alienarse de la sociedad. Su obsesiva búsqueda de la esencia perfecta dejará un regero de cadáveres en la Francia del siglo XVIII. Y como decía Mayra: "hasta aquí puedo leer".
Tom Tykwer, al que conocí gracias a la genial Corre Lola corre, dirige magistralmente esta historia, a veces tierna, a veces desgarradora, con bastante acierto. Está protagonizada por un fántástico Ben Whishaw, cuya magnífica expresividad hace que los aromas atraviesen la pantalla e inunden la sala. Realmente me dejó asombrado la capacidad de este actor de transmitir sin tener que decir una sola palabra. Junto a él, dos actores ya consagrados como son Dustin Hoffman y Alan Rickman, y una jovencísima Rachel Hurd-Wood.
He de reconocer que hacia la mitad de la película el ritmo decae un poco y puede hacerse un poco lenta (unos veinte minutos), pero rápidamente se acelera de nuevo para mostrar un desenlace impresionante. No la dejeis pasar.
El perfume de Patrick Süskind, es una novela que podreis leer de una sentada (son sólo 253 páginas) y nunca olvidareis. La historia gira en torno a Jean-Baptiste Grenouille, un joven huérfano que posee un don extraordinario: su excelente olfato. Por contra carece de olor corporal y eso le hace alienarse de la sociedad. Su obsesiva búsqueda de la esencia perfecta dejará un regero de cadáveres en la Francia del siglo XVIII. Y como decía Mayra: "hasta aquí puedo leer".
Tom Tykwer, al que conocí gracias a la genial Corre Lola corre, dirige magistralmente esta historia, a veces tierna, a veces desgarradora, con bastante acierto. Está protagonizada por un fántástico Ben Whishaw, cuya magnífica expresividad hace que los aromas atraviesen la pantalla e inunden la sala. Realmente me dejó asombrado la capacidad de este actor de transmitir sin tener que decir una sola palabra. Junto a él, dos actores ya consagrados como son Dustin Hoffman y Alan Rickman, y una jovencísima Rachel Hurd-Wood.
He de reconocer que hacia la mitad de la película el ritmo decae un poco y puede hacerse un poco lenta (unos veinte minutos), pero rápidamente se acelera de nuevo para mostrar un desenlace impresionante. No la dejeis pasar.
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